sábado, mayo 10, 2008

El caso de Josef Fritzl en Austria


Queridos amigos: este artículo mío salió en papel en el diario El Cóndor de Santa Cruz (Chile) y en el blog de un amigo -Seguir, Buscar, Alcanzar- que vive y trabaja como médico, en esta hermosa ciudad chilena (una de mis favoritas): El caso de Josef Fritzl en Austria

La bandera austriaca es de Wikimedia

Estas últimas semanas, el caso de la bestia de Amstetten ha conmovido al mundo. Josef Fritzl, ingeniero de 73 años, mantuvo a su hija durante 25 años encerrada en un subterráneo y la convirtió en su esclava sexual. Durante este tiempo, ella dió a luz a ocho niños. Fritzl adoptó a tres de sus hijos-nietos (según él, a los que lloraban menos). Los otros tres, permanecieron toda su vida sin ver la luz del sol.

Fritzl contó a la policía que su hija había pertenecido a una secta y que había abandonado a sus hijos frente a la casa paterna. Me pregunto ¿por qué las autoridades no exigieron hablar con la madre de los niños? La otra interrogante que nos hacemos todos -incluyendo a la policía- es cómo nadie, ni su cónyuge, ni alguno de los siete hijos que tuvo con ella, ni los vecinos se dieron cuenta de nada. Amstetten no es precisamente una gran ciudad, ni mucho menos.

Un sociólogo alemán explica que, en las sociedades europeas de hoy, conocemos la verdad hasta donde nos conviene para no tener que actuar obligados por la conciencia. En otras palabras, cerramos los ojos para no molestarnos en ver lo que nos puede costar esfuerzo...

Su empleador consideraba a Fritzl un genio. ¿Por qué un hombre genial llega a cometer un delito -o más de uno - tan horrendo y que causa repulsión al más desalmado? En su pueblo dicen que habría sufrido mucho durante la ocupación soviética (¿una especie de Hannibal Lecter?). Recién ahora se habla de las violaciones y todo tipo de crueldades cometidas por el Ejército Rojo. Sin embargo, esta no es excusa, siempre se puede elegir otro camino.

Dicen que era muy inteligente y planeaba con la frialdad de un estratega todas sus acciones; que estaba corrompido emocionalmente; que intentaba controlar y dominar a todos los suyos y al mismo tiempo, multiplicarlos.

Sabemos también que hacía largos viajes a Tailandia (han aparecido en internet varios videos de él en Asia), viajes lamentablemente frecuentes entre cierto tipo de varones y que forman parte de lo que en Europa llamamos turismo sexual. Recordemos que otro austriaco, Freud, nos decía que son las represiones las culpables de todo. Pero hoy día, sin represiones, con una abundante educación sexual en los colegios, habiendo abandonado todos los antiguos tabúes, no puede dejar de extrañarnos que ocurra este tipo de sucesos bestiales e indignos del hombre del siglo 21.

Durante decenios, guiados por el mito ilustrado del progreso indefinido, el mundo ha mirado a Europa occidental -y lo sigue haciendo- como el non plus ultra de la civilización. Hasta los europeo-occidentales hemos creído que somos la punta de la civilización. Ha habido incluso quienes se han considerado super hombres... Y no fue hace mucho. Pero sucesos como este de Austria... nos dejan muy pensativos y nos preguntamos si hemos llegado realmente al cénit de la cultura o debiéramos tener un poco más de humildad y recapacitar acerca de si nuestro progreso es tal o, en algunos aspectos, es más bien un retroceso.


3 comentarios:

Felipe A. Castillo Farías dijo...

Todo un exito Marta!!!

Marta Salazar dijo...

Gracias Felipe! a ver si me cuentas más de las reacciones! Un abrazo fuerte!

Hilda dijo...

Estimada Marta, me da mucho gusto ver un artículo tuyo en versión impresa en un diario de Chile, te felicito.

Me pareció un excelente artículo, esa noticia fue sonada en mi país y fue indignante en verdad. No puedo creer como se va a recuperar la hija ni los nietos de un trauma así y menos si ya hay consecuencias genéticas.

Lo triste y más indignante como decía una austriaca a la que entrevistaron es que este tipo de cosas pase y "nadie se de cuenta" o no quiera darse cuenta.

A mí me indigna ver que se le quiera tratar como enfermo mental, no porque no lo pudiese estar, sino porque con eso se busca justificar lo que hizo. Y que ahora diga que nos es un monstruo!!! Y como no los mató y sí llevo a la nieta al hospital, entonces es un héroe y no un monstruo. Por favor!!! No hay más ciego que el no quiere ver!!

Se le olvida al señor que hay peores muertes que la muerte física. A esos pobres estoy segura les mató "el alma" (hablando figurativamente), les habrá matado muchas cosas interiormente, de tal forma que el seguir vivos sea más desgracia que si hubiese usado la manguera de gas.

Por otro lado me aterra ver que haya gente este tipo de relaciones les pudiese llegar a parecer normal. Y no es posible, no solo por las implicaciones jurídicas, sino por las implicaciones médicas y psicológicas. A mí no se me hace solo raro sino enfermizo buscar a alguien en tu propia familia. A menos que fuera muy, muy lejos la consanguinidad.
Y con respecto a la consaguinidad y los efectos médicos en los niños, encontré esto:

La consaguinidad constituye una indicación frecuente para el consejo genético. La variación entre las especies es resultado de la recombinación genética, es decir de las mezclas de genes, eso nos hace diferentes. Cuando se juntan genes de familiares, hay poca variabilidad a escoger, lo que da como resultado alteraciones genéticas. En las uniones incestuosas son frecuentes los descendientes afectados, obviamente entre más cercano es el parentesco mayor la probabilidad. Ciertos estudios sugieren un INCREMENTO EN LA INCIDENCIA DE ABORTOS ESPONTÁNEOS, PREMATUREZ, PARÁLISIS CEREBRAL, LUXACIÓN CONGÉNITA DE CADERA, HEMOFILIA E INFERTILIDAD. (Manual Merck de Medicina)

Y sinceramente yo no quisiera ocasionarle nada de esto a mis descendientes por mucho "amor" y atracción que sintiera por mi pariente y no poder tener hijos con él para evitarlo sería ilógico.
El mundo es demasiado extenso para buscar pareja.

Termino diciendo que coincido en tu comentario final en el sentido que es increíble que estén pasando esas cosas en pleno siglo XXI y en países que se supone son de primer mundo.
La economía no da cultura, eso lo he visto mil veces. Por supuesto no por algunos se puede juzgar a otros pero no deja de ser terrible la "ceguera" de muchos y la "normalidad" con la que ven las aberraciones.
Este tipo de cosas nos da para reflexionar en qué está fallando la sociedad. Y a mi humilde juicio, lo que nos tiene en retroceso en comparación a la avance tecnológico y científico de nuestra época, es el relativismo, esa ausencia de posturas, de saber elegir, donde ahora todo es bueno. Cuando están ausentes la verdadera libertad, la responsabilidad y muchos otros valores; entonces problemas como estos, se convierten en algo cotidiano.

Saludos. Hilda