lunes, febrero 18, 2008

Los "think tanks" en España

Información obtenida en ACEPRENSA, del artículo firmado por Juan Meseguer Velasco del 13 de febrero de 2008

En términos generales, un think tank –laboratorio de ideas o centro de pensamiento– es una institución formada por intelectuales y expertos en diversas materias que tratan de inspirar políticas a través de sus estudios e iniciativas. Aunque algunos se limitan a investigar, en principio la mayoría trata de crear y difundir ideas para provocar un cambio en la acción política.

En España, el fenómeno de los think tanks es muy reciente, de los años setenta. La instauración de la democracia favoreció la creación de los primeros, centrados en el ámbito político y económico. Entre los más conocidos de aquella época están el Círculo de Empresarios (1976), el Instituto de Estudios Económicos (1979) y la Fundación CIDOB (1979). Tras esta primera oleada fueron apareciendo nuevos centros abiertos a otros campos como las relaciones internacionales, el medio ambiente, la inmigración o el terrorismo. A pesar del retraso inicial, durante los últimos años ha habido en España un crecimiento importante de think tanks, debido a la combinación de diversas circunstancias políticas, económicas y sociales. Para Pilar Tena, subdirectora del Real Instituto Elcano, un factor decisivo ha sido la mayor presencia de España en la escena mundial a partir de los años ochenta. Esto “suscitó no solamente una demanda creciente de información internacional por parte de la opinión pública, sino también una mayor necesidad por parte de los actores públicos –administraciones públicas– y privados –empresas, medios de comunicación, etc.– de contar con foros de reflexión y debate sobre los asuntos globales, que empezaron a afectar directamente a su gestión cotidiana”.

¿Independientes o partidistas?
En España, los grandes partidos políticos mantienen lazos con diversos centros de pensamiento. Unas veces se trata de vínculos orgánicos y económicos, como en el caso de la Fundación Pablo Iglesias con el Partido Socialista o la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) con el Partido Popular. Otras veces los vínculos son sólo ideológicos; así ocurre con la Fundación Alternativas, que comparte con el Partido Socialista una visión parecida de la política española.

Financiar ideas
La financiación es uno de los pilares que sustenta la credibilidad de un think tank. Según Julio Pornés, director de la Institución Futuro, “la independencia económica es fundamental para poder investigar con autonomía y no estar condicionado por intereses externos”. A su juicio, la financiación de un centro de investigación debe provenir de una variedad de empresas privadas. Pero la mayoría de los think tanks españoles no se ajustan a este modelo. Por el contrario, casi todos suelen combinar la financiación pública y la privada. Es el caso, por ejemplo, del Real Instituto Elcano: el 25% de su presupuesto procede de la Administración, a través de cuatro ministerios; el restante 75% procede de la empresa privada. La Fundación Alternativas también se financia con dinero público y privado mediante convenios de colaboración, pero introduce además la participación de socios particulares (lo que representa el 10% de su presupuesto). El Instituto de Estudios Económicos (IEE) se financia fundamentalmente mediante aportaciones anuales de las empresas adheridas como miembros asociados, junto a los recursos que obtiene por la venta de sus publicaciones. A su financiación contribuyen también ayudas concedidas de diversas instituciones públicas y privadas.

En busca de audiencia
Uno de los objetivos fundamentales de los think tanks es lograr que sus propuestas lleguen a los actores políticos, económicos y sociales, y a la sociedad en general. Los principales aliados de los think tanks en esta tarea son los medios de comunicación, para los cuales organizan reuniones y ruedas de prensa. Además, muchos centros de pensamiento producen publicaciones (informes, monografías, revistas, libros, anuarios, etc.), se asocian con redes nacionales e internacionales, y organizan actos de diversa naturaleza (seminarios, conferencias con analistas de prestigio, etc.).

Internet también ha favorecido enormemente el contacto de los think tanks con el gran público. En este campo destaca el Real Instituto Elcano. En su Memoria de 2006 afirma que su sitio web recibió casi 650.000 visitas en el año. En cuanto a la procedencia de los visitantes, más de la mitad son de América Latina y el Caribe, y un 47% están repartidos entre Europa y América del Norte.

Influir en la opinión pública
A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde los think tanks se han convertido en los grandes animadores del debate público, en España la influencia de estos centros de pensamiento es todavía muy limitada. No llegan a una docena las entidades con renombre; la mayoría siguen siendo desconocidas para el ciudadano medio y los líderes políticos, económicos y sociales. Para Pedro Schwartz, fundador de think tanks liberales como el Instituto de Economía de Mercado o el Instituto de Estudios de Libre Comercio, la clave para cambiar la agenda de un país es “influir en la opinión pública, no en los políticos. En general los políticos pueden hacer caso a alguna propuesta técnica concreta, pero nada más. Lo verdaderamente eficaz es tratar de influir en la opinión pública para que ésta cambie la actitud de los políticos”.

En la política internacional
Uno de los think tanks españoles más conocidos es el Real Instituto Elcano. En apenas seis años de vida, ha logrado convertirse en un foro de encuentro entre agentes públicos y privados en el ámbito de las relaciones internacionales y de seguridad. El Grupo de Estudios Estratégicos (GEES) está considerado como el principal rival del Real Instituto Elcano. Desde que comenzó su actividad en 1986, este think tank de corte liberal-conservador ha contribuido a estudiar los problemas de la seguridad internacional y española, en sus aspectos políticos, estratégicos, militares, económicos, tecnológicos e industriales.

Otro think tank español con prestigio en el extranjero es la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE). Sus principales líneas de investigación giran en torno a paz y seguridad, democratización y derechos humanos, desarrollo y acción humanitaria. Publica la edición española de Foreign Policy, revista norteamericana de relaciones internacionales.

Entre los think tanks españoles que aparecen vinculados a algún partido político, el que goza de más éxito mediático es la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES). Desde su creación, en 1989, está presidida por el ex presidente de gobierno José María Aznar. En los últimos años, FAES se ha convertido en una auténtica fábrica de ideas al servicio del Partido Popular y del pensamiento liberal. En el otro extremo del arco ideológico están las denominadas “fundaciones del PSOE”: Fundación Pablo Iglesias, Fundación Alternativas y Fundación Sistema. De las tres, la más influyente es la Fundación Alternativas. Forman parte de su patronato destacadas personalidades socialistas como el ex presidente Felipe González, Gregorio Peces-Barba, Joaquín Almunia o José Luis Rodríguez Zapatero.

sábado, febrero 09, 2008

Aclaraciones para el artículo anterior

Las grandes diferencias que existen entre la visión del hombre y la sociedad de la doctrina católica y del socialismo actual español están en la base de la disputa y parecen irreconciliables. Otra cosa es que ambas visiones se plantearan en términos de diálogo y mutuo respeto, cosa que no está sucediendo.

Los socialistas y sus aliados han aprobado estos cuatro año un conjunto de leyes que ahondan estas diferencias: el matrimonio entre personas del mismo sexo, el divorcio sin causa ni plazo, la enseñanza con gruesos elementos de falta de libertad y una asignatura ideológica, la investigación con embriones humanos, la ampliación de los estatutos de autonomía. A lo que añaden una actitud de fomento de un clima de moral sexual relajado, del homosexualismo, el laicismo y la eutanasia, y un decidido esfuerzo de llegar a la paz mediante el diálogo con los terroristas.

Naturalmente, a estas leyes y políticas se han opuesto las entidades civiles, profesionales y políticas correspondientes; los obispos se han implicado en grados diversos, según los casos, con apoyo y presencia -notable a veces- en manifestaciones multitudinarias en la calle, con documentos y declaraciones, etc.

Últimamente, el Gobierno se ha sentido incómodo por las actuaciones judiciales contra clínicas abortistas donde se practicaban abortos ilegales, cuestión destapada por activistas provida que ha devuelto al aborto al debate, cuando era una práctica libre y silenciada.

La gota que ha rebasado el vaso ha sido el acto por la familia cristiana del 30 de diciembre pasado, directamente convocado por los obispos, al que el PSOE ha respondido de malos modos y con el documento "Las cosas en su sitio". A esto se ha añadido la Nota ante las elecciones.

Por un lado el PSOE siente el agravio comparativo respecto del PP, que gobernó durante 8 años sin protestas de los obispos, cuando no movió ni un dedo contra el aborto ilegal, dialogó con los terroristas, abrió la puerta a la clonación y apoyó la invasión de Irak (en esto conviene recordar la oposición frontal del Papa a la guerra). Por otro, reacciona con amenazas, como las de cambiar el status jurídico de relaciones con la Iglesia, retirar la financiación por vía estatal o profundizar en el laicismo.

Aspavientos electoralistas a parte, lo que más ha molestado al PSOE ha sido la pretensión de la CEE de hablar desde el denominador común de la moral fundada en la recta razón, y no desde los criterios de la moral católica. Es este el verdadero debate, en mi opinión, y pienso que la Iglesia hace muy bien en defender la racionalidad de sus propuestas –y de su doctrina, en consecuencia-, y que los socialistas se equivocan al pretender que sólo sus posturas son razonables –de hecho, no sólo la CEE discrepa de ellas-. Pero esto ya entra en el terreno de mis opiniones personales.

viernes, febrero 08, 2008

Iglesia y Gobierno a la gresca

Dicen que donde dos no quieren no hay pelea; pero aquí hay pelea, así que habrá que atribuir cierta voluntad a ambos, Iglesia católica y Gobierno. Sin embargo, pienso que conviene ver las cosas con calma para situar todo este enredo de declaraciones y réplicas, veamos.

La Conferencia Episcopal Española (CEE) emitió el pasado 30 de enero una Nota de la Comisión Permanente ante las elecciones generales de 2008, que se celebrarán el 9 de marzo. Inmediatamente, el Gobierno, el Partido Socialista y sus aliados (es decir, todos los partidos con representación parlamentario menos el Partido Popular), replicaron a los obispos.

La réplica ha sido muy fuerte, por los términos en que se está haciendo y por la cantidad de voces que se han sumado: medios de comunicación, asociaciaciones de todo tipo, artistas, periodistas, cristianos de base, etc. Se acusa a la CEE de invadir el espacio del César, de inmoral por hablar del terrorismo, de partidista por ir contra los partidos gobernantes y favorecer a la oposición, de retrógada y enemiga de las libertades, etc.

La virulencia de la reacción se puede entender por la proximidad de la campaña electoral, porque los partidos de izquierda teman perder voto católico y busquen movilizar voto radical, que se abstiene si no se le agita. Los partidos nacionalistas se molestan por la valoración que la CEE hace de la unidad de España; y muchos colectivos, como los de homosexuales, los laicistas, feministas, etc., aprovechan para sumar puntos en la campaña de desprestigio que llevan tiempo haciendo de la Iglesia, a la que consideran su gran enemiga.

De hecho, una lectura sosegada de la Nota permite apreciar un tono muy moderado y coherente por parte de la CEE, de hecho, esta Nota no es más que un resumen muy breve de la Instrucción Pastoral Orientaciones morales antela situación actual de España, de 23 de noviembre de 2006, que en su momento pasó sin mucha polémica. Nada extraño tiene que la Iglesia católica oriente a sus fieles en función de la idea de familia, vida, enseñanza, solidaridad, libertad religiosa y rechazo de la violencia que viene sosteniendo desde muy antiguo. Y no debiera ser polémico que la Iglesia manifestara su posición en estos asuntos con la libertad que las sociedades democráticas ofrecen a todos para proponer lo que consideran mejor para construir la sociedad.

La cuestión en la que se ha centrado la reacción ha sido la del terrorismo, porque el Gobierno lo ha leído como un ataque directo a sus intentos de hallar la paz mediante el diálogo con los terroristas de ETA, y una alineación con el PP, que se ha opuesto. Sin embargo, los mismos socialistas recuerdan que el PP también dialogó con los terroristas cuando gobernó, con lo que no se acaba de entender de qué se quejan. Máxime si se lee el párrafo en cuestión, que no dice lo que se le quiere hacer decir:

8. El terrorismo es una práctica intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión moral de la vida justa y razonable. No sólo vulnera gravemente el derecho a la vida y a la libertad, sino que es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo (n. 65). Una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político (n. 68).


Por último, es una pena que con todo este ruido, no se haya dicho ni una palabra del último punto de la Nota, que bien merece mucha y detenida atención y reflexión:

10. En este momento de la sociedad española, algunas situaciones concretas deben ser tenidas muy particularmente en cuenta. Nos parece que los inmigrantes necesitan especialmente atención y ayuda. Y, junto a los inmigrantes, los que no tienen trabajo, los que están solos, las jóvenes que pueden caer en las redes de la prostitución, las mujeres humilladas y amenazadas por la violencia doméstica, los niños, objeto de explotaciones y de abusos, y quienes no tienen casa ni familia donde acogerse. Hay que trabajar también para superar las injustas distancias y diferencias entre las personas y las comunidades autónomas, tratando de resolver los problemas más acuciantes, como son el trabajo, la vivienda accesible, o el disfrute equitativo de la naturaleza, compartiendo dones tan indispensables para la vida como el agua y cuidando con esmero el patrimonio común de la creación (n. 80). En el orden internacional, es necesario atender a la justa colaboración al desarrollo integral de los pueblos.

martes, febrero 05, 2008

Super martes : ¿final o comienzo del duelo Obama - Clinton?


Queridos amigos: publico este artículo de que Carlos Salas Lind, me envió desde Dinamarca. Carlos es uno de los colaboradores permanentes de Planisferio y le agradecemos, en nombre de todos los lectores, este excelente artículo, con su análisis acerca del día de hoy -el super tuesday- sobre las elecciones en los Estados Unidos.

El super martes, fecha simbólica y mucha veces determinante para las primarias norteamericanas, podría dejar a los demócratas enfrascados en una contienda intensa y desgastadora que, al final, ayudaría a tender un manto de olvido a un periodo liderado por los republicanos, marcado por el pesimismo, bajo crecimiento, y la tragedia de la guerra.

En realidad, de agudizarse la seguidilla de ataques entre los pre-candidatos demócratas, los adversarios del gobierno de Bush, podrían, involuntariamente, terminar reforzando la opción republicana en los comicios presidenciales de noviembre de este año.

A estas alturas, queda claro que Obama no sólo está marcando la diferencia en la historia electoral de los EEUU, sino derechamente está emergiendo como una candidatura real, potenciada por el carisma e inteligencia de un candidato que está removiendo los cimientos de una sociedad predominantemente conservadora, a la hora de elegir sus liderazgos.

Sin embargo, la competencia entre la genialidad de Obama y el probado liderazgo y capacidad de relacionarse con el poder de Hillary Clinton, es demasiado intensa como para evitar daños colaterales que pueden ser fatales para la percepción que el electorado se forme, de la capacidad del partido demócrata de sacar al país del estado de profunda desazón en que se encuentra.

El tono conciliador que primó en el último debate entre Clinton y Obama, debe, por lo tanto, entenderse como un cambio y tregua necesaria, si ambos candidatos no desean terminar realizando ellos mismos el trabajo sucio que, naturalmente, le corresponde hacer a los del bando contrario.

En todo este juego de estrategias comunicacionales, lo cierto es que los demócratas proclives a la senadora Clinton, han sido sorprendidos por la capacidad de Obama de transformar en posible, lo que para muchos no pasaba de ser un proyecto audaz, pero futurista.

Ciertamente, no es la primera vez que un candidato de descendencia afroamericana se atreve a desafiar lo predecible. Dentro de las filas demócratas, el activista negro Jesse Jackson probó la misma suerte en la década de los ochenta.

Esa vez, en plena guerra fría, su postura radical no dejó de ser un tímido voto de protesta que en el fondo, no podía reflejar un cambio sustancial en la forma en que la sociedad norteamericana se ha relacionado con la democracia.

En cambio, Obama no sólo sabe exponer lo que los críticos de la política de los republicanos desean escuchar, sino también aquellos que, aún compartiendo muchos de los valores que éstos representan, no cierran la puerta a un liderazgo atípico, inspirador, pero responsable.

Esa es la carta más importante de Obama, la capacidad de innovar y movilizar, sin crear anticuerpos en el electorado.

No obstante, la irrupción de Obama también presenta una debilidad evidente frente a las actuales circunstancias.

El escuálido crecimiento económico que EEUU ha experimentado durante todo el periodo de Bush, tiene a muchos norteamericanos apostando su estabilidad laboral y económica a una urgente reactivación y recuperación de la confianza en el liderazgo norteamericano.

En este punto fundamental, la candidata demócrata, e incluso su rival republicano, John Mc Cain, disponen de un sólido pérfil basado en la experiencia y capacidad de crear grandes consensos en un clima de negociaciones adverso y tenso.

El advenimiento de un periodo caracterizado por una oportuna bonanza económica, y por el respeto a la política exterior norteamericana durante la presidencia de Bill Clinton, es una competencia que Hillary, esposa y gran protagonista de su gobierno, naturalmente hereda.

Al final, no sería ilógico que estas consideraciones terminaran siendo decisivas para la suerte de Obama el martes.

No tanto porque EEUU, quizás, no pueda estar preparado para un presidente negro (o mulato para ser más preciso) ni menos por una falta de capacidad no comprobada de Obama en estos temas, sino más bien por las circunstancias de hoy, por las prioridades que se han creado en el largo y difícil periodo de Bush.