La Conferencia Episcopal Española (CEE) emitió el pasado 30 de enero una Nota de la Comisión Permanente ante las elecciones generales de 2008, que se celebrarán el 9 de marzo. Inmediatamente, el Gobierno, el Partido Socialista y sus aliados (es decir, todos los partidos con representación parlamentario menos el Partido Popular), replicaron a los obispos.
La réplica ha sido muy fuerte, por los términos en que se está haciendo y por la cantidad de voces que se han sumado: medios de comunicación, asociaciaciones de todo tipo, artistas, periodistas, cristianos de base, etc. Se acusa a la CEE de invadir el espacio del César, de inmoral por hablar del terrorismo, de partidista por ir contra los partidos gobernantes y favorecer a la oposición, de retrógada y enemiga de las libertades, etc.
La virulencia de la reacción se puede entender por la proximidad de la campaña electoral, porque los partidos de izquierda teman perder voto católico y busquen movilizar voto radical, que se abstiene si no se le agita. Los partidos nacionalistas se molestan por la valoración que la CEE hace de la unidad de España; y muchos colectivos, como los de homosexuales, los laicistas, feministas, etc., aprovechan para sumar puntos en la campaña de desprestigio que llevan tiempo haciendo de la Iglesia, a la que consideran su gran enemiga.
De hecho, una lectura sosegada de la Nota permite apreciar un tono muy moderado y coherente por parte de la CEE, de hecho, esta Nota no es más que un resumen muy breve de la Instrucción Pastoral Orientaciones morales antela situación actual de España, de 23 de noviembre de 2006, que en su momento pasó sin mucha polémica. Nada extraño tiene que la Iglesia católica oriente a sus fieles en función de la idea de familia, vida, enseñanza, solidaridad, libertad religiosa y rechazo de la violencia que viene sosteniendo desde muy antiguo. Y no debiera ser polémico que la Iglesia manifestara su posición en estos asuntos con la libertad que las sociedades democráticas ofrecen a todos para proponer lo que consideran mejor para construir la sociedad.
La cuestión en la que se ha centrado la reacción ha sido la del terrorismo, porque el Gobierno lo ha leído como un ataque directo a sus intentos de hallar la paz mediante el diálogo con los terroristas de ETA, y una alineación con el PP, que se ha opuesto. Sin embargo, los mismos socialistas recuerdan que el PP también dialogó con los terroristas cuando gobernó, con lo que no se acaba de entender de qué se quejan. Máxime si se lee el párrafo en cuestión, que no dice lo que se le quiere hacer decir:
8. El terrorismo es una práctica intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión moral de la vida justa y razonable. No sólo vulnera gravemente el derecho a la vida y a la libertad, sino que es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo (n. 65). Una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político (n. 68).
Por último, es una pena que con todo este ruido, no se haya dicho ni una palabra del último punto de la Nota, que bien merece mucha y detenida atención y reflexión:
10. En este momento de la sociedad española, algunas situaciones concretas deben ser tenidas muy particularmente en cuenta. Nos parece que los inmigrantes necesitan especialmente atención y ayuda. Y, junto a los inmigrantes, los que no tienen trabajo, los que están solos, las jóvenes que pueden caer en las redes de la prostitución, las mujeres humilladas y amenazadas por la violencia doméstica, los niños, objeto de explotaciones y de abusos, y quienes no tienen casa ni familia donde acogerse. Hay que trabajar también para superar las injustas distancias y diferencias entre las personas y las comunidades autónomas, tratando de resolver los problemas más acuciantes, como son el trabajo, la vivienda accesible, o el disfrute equitativo de la naturaleza, compartiendo dones tan indispensables para la vida como el agua y cuidando con esmero el patrimonio común de la creación (n. 80). En el orden internacional, es necesario atender a la justa colaboración al desarrollo integral de los pueblos.
4 comentarios:
gracias x el art.! y x los links a los documentos!
Ya tocaba, siento haber tardado tanto.
Sólo dos cosas, sin hber leído el siguiente post: ese punto 10 debería haber ido el 1. Y en la negociación de Aznar (puede que también en la de Rodríguez Zapatero) con ETA, participó algún sacerdote. Negociar para conseguir la paz sin contraprestaciones políticas no es poner de interlocutora política a ETA. Y por eso volvieron a matar.
Debería haber ido en el 1, totalmente de acuerdo, y lo del terrorismo redactado de otra manera, desde luego (o dicho otra cosa).
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