lunes, mayo 29, 2006

Vaclav Klaus y la difícil relación entre checos y alemanes - Decretos de Benes - Ley de amnistía - Expulsión de alemanes y de húngaros

Queridos amigos: esta traducción fue publicada en junio pasado, corresponde a la traducción de una entrevista, al Presidente de la República checa, aparecida en la prensa alemana, concretamente en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, uno de los tres diarios más importantes del país.

Me parece que es fundamental conocer la historia para entender nuestro tiempo; conocer el pasado, para entender el presente e intentar vislumbrar lo que pasará en el futuro. Por esta razón -y considerando el interés de los lectores de Planisferio- me he decidido a reproducirla en esta tribuna.

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Pregunta: "¿Qué papel juega el pasado -sesenta años después del fin de la Guerra- en las relaciones entre los dos países?"

La respuesta de Klaus: "El pasado está ahí, pero no puede frenar el desarrollo futuro de las relaciones entre ambos países. Hay agrupaciones que reiteradamente vuelven a este tema; pero su actuación afecta las relaciones cotidianas entre ambos países".

"Antes del ingreso de la República Checa a la UE, su país defendío exitosamente los decretos de Benes (Eduard Benes, en la foto) y la Straffreistellungsgesetz ¿Significa esto que estos decretos (...) permanecerán, para siempre, como intocables?"

Una pregunta muy difícil para cualquiera. La Straffreistellungsgesetz es un texto legal de fecha 8 de mayo de 1946, una especie de ley de amnistía que favorecía a todos aquellos que hubiesen cometido todo tipo de delitos y vejaciones (atrocidades) contra la persona y propiedades de húngaros y de alemanes en territorio checo. Nota de Marta. Aconsejaría leer la posición de diferentes profesores en Zusammenfassungen der wichtigsten Gutachten.

Klaus: "¿Qué quiere decir 'defender'? Nosotros sólo aclaramos que no podemos cambiar el pasado o eliminarlo. La exigencia de levantar los decretos (del Presidente Eduard Benes, por los que se justificó -entre otras cosas- la expulsión de los alemanes que vivían en el territorio checo, en una especie de cruzada de limpieza étnica y de venganza, aparte de la codicia. Nota mía) significa querer cambiar el pasado y eso es algo que no aceptaré nunca".

A continuación una sabia aseveración de los periodistas: "Muchos de quienes critican la perseverancia checa con respecto a los correspondientes Decretos de Benes no pretenden su derogación retroactiva, sino el distanciamiento moral con respecto a la Vertreibung o expulsión".

Klaus responde: "El distanciamiento moral es algo muy distinto. Algo que los políticos, tanto de Checoslovaquia, como de la República han expresado una y otra vez, desde 1989. No se puede decir diez veces al día. No puedo agregar nada a lo que dije en marzo del año pasado en Aussig".

La respuesta de los entrevistadores (a estas alturas ya se ha producido un diálogo enriquecedor): "En ese entonces, Ud. se refirió a hechos que, desde el punto de vista de hoy, son inadmisibles".

Klaus: "Claro. No es nada nuevo, lo he dicho cien veces durante los últimos quince años".

Pregunta del FAZ: "La acentuación 'desde el punto de vista de hoy' ¿significa que, desde el punto de vista de entonces, es aceptable, lo que ocurrió después de la Guerra?"(II Guerra Mundial).

Vaclav Klaus: "Aceptable es algo distinto. Ocurrió entonces, con el apoyo de la mayoría de la población checoslovaca, con el apoyo (repite las mismas palabras, por eso no las cambio, aunque no quede muy bien redactado) de los Vencedores (se refiere a los vencedores de la II Guerra, lo que nosotros llamaríamos aliados). No entiendo por qué se discute esta cuestión. ¿Dónde tenemos que terminar con la historia? ¿Deberíamos volver a discutir las cuestiones de 1918, cuando nosotros no recibimos de Austria todas las reparaciones? ¿Tiene esto algún sentido? Yo no lo haría.

Nosotros no tenemos problemas sólo con la II Guerra Mundial, tenemos cuarenta años de comunismo, la Unión Soviética hizo muchas cosas aquí (hat hier vieles angerichtet = frase con significado altamente negativo). ¿Debería viajar a Rusia y exigir reparaciones por los envíos de uranio que los soviets no nos pagaron? Realmente no tiene sentido. Esta no es una pregunta que formularé al Sr. Putin y no entiendo por qué de Alemania me es formulada a mí".

La contrapregunta del diario: Ha habido y continúa habiendo -también del lado checo- proposiciones de realizar un denominado gesto humanitario hacia los alemanes de los sudetes. Incluso el entonces vice-premier Mares hizo suya esta idea.

La dura repuesta de Klaus: "Este no es un tema que estemos discutiendo actualmente en el país. Stop. No puedo decir nada más al respecto".

Los alemanes insisten: "¿Está Ud. a favor o en contra de un gesto como este"?" Klaus es claro: "Estoy en contra de casi todo lo que el Sr. Mares ha propuesto en su vida".

Con esta lapidaria respuesta, termina la conversación-entrevista realizada por el Frankfurter Allegemeine Zeitung con el Presidente checo Vaclav Klaus.

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