miércoles, julio 30, 2008

Argentina : ¡Kung-fu fighting! ¿El regreso de la anarquía?


Queridos amigos: con la autorización de nuestro amigo Agustín, un artículo suyo, originalmente publicado en su blog, FRENOS & CONTRAPESOS. ¡KUNG-FU FIGHTING! ¿EL REGRESO DE LA ANARQUÍA?, sincero y a la vez, desgarrador.

La bandera es de Wikimedia, bajo licencia libre, ¡gracias!

"Everybody was kung-fu fighting" — Carl Douglas

La percepción cambia con el tiempo y la distancia. Las canas que de a poco me invaden escandalizan a quien no me ha visto en seis meses. Algo parecido sucede con la violencia en la Argentina. El que vive aquí toma los hechos como algo relativamente natural. Pero Claudia y yo venimos de Amsterdam cada seis meses. Notamos una creciente anarquía. Robos, violaciones, asesinatos, accidentes completamente "evitables", manifestaciones, tomas de escuelas, fábricas de droga, piqueteros, cartoneros: todo esto empeora de manera evidente para quien visita el país dos veces por año. Mi sensación es que, en la medida que la Sra. Presidenta se dedique a actos políticos y a viajes —es decir: a no gobernar—, la anarquía crecerá. La ciudad de Buenos Aires ocupa la posición No. 134 en materia de seguridad, debajo de baluartes como Quito y Lima. En el Clarín de hoy leemos una seguidilla de noticias que dan una idea de la magnitud de la crisis. Los episodios permiten reflexionar sobre la compleja relación entre la ausencia de rule of law y la violencia anárquica.

- Asalto a una familia en un country. Además de lo macabro del hecho, llama la atención que los ladrones se hayan llevado joyas y US$10 mil en efectivo. El caso ilustra bien la total ausencia de confianza sobre las instituciones. Las familias desconfían de la solvencia del sistema bancario y/o de la avidez de los gobernantes para apropiarse de sus recursos (potencialmente prestables). En consecuencia, a pesar del tremendo riesgo, prefieren guardar cash en sus casas — fuera del circuito de financiamiento a emprendedores/gobierno. (El otro día, un participante en una pequeña operación inmobiliaria me comentó que los dólares físicos del comprador tenían claras huellas de humedad, señal de que estaban "bajo el colchón". ¿Se preguntó alguna vez porqué la tasa de interés es tan alta en la Argentina? Sobre todo, no vaya a creer que el nivel de la tasa de interés depende de la estabilidad de la propiedad).

- Policías ladrones. ¡Kung-fu fighting! La noticia no tiene desperdicio. A ver si entiendo bien: tres policías de la Bonaerense intentan robar un depósito de mercadería "aparentemente robada y de contrabando". Los dueños chinos del local "atienden" a los ladrones a golpes de kung-fu. Se habla de una mejicaneada, o robo de ladrones contra ladrones (me imagino la alegría de mis parientes mexicanos al ver esta palabra). El problema es que los ladrones son ... ¡la policía! Según Clarín, uno de los "poli-ladrones" había sido suspendido de su cargo en diciembre de 2007. Damas y caballeros: si un episodio describe bien la situación anárquica o pre-anárquica de la Argentina, es éste. Policías-ladrones robando a ladrones-contrabandistas. ¿Y el gobierno en todo esto? ¡Hola, Sra. "K"! ¡Hola, Sr. Scioli! ¿Qué hacemos frente al caos creciente?

Everybody was kung-fu fighting
Those cats were fast as lightning
In fact it was a little bit frightning
But they fought with expert timing

- Sociología porteña barata: el tránsito. [a] Semáforos. Los taxistas me aseguran que en ciertas partes de la Capital y en todo el conurbano la luz roja "ya no existe". Es un caso particularmente interesante: la ausencia de law enforcement en un sector lleva a ... la desaparición de otras normas. Y dale que va. [b] Patrulleros. Muéstreme un patrullero de Capital con sus ocupantes con cinturón de seguridad puesto. Eso sí: de noche le puedo mostrar varios patrulleros tuertos. En cuanto al uso del guiño, es muy relativo. Me habían dicho que los patrulleros del GBA estaban en peor estado: muy cierto. En una comisaría en la avenida Maipú al 2800, vi uno completamente destartalado.

Sólo un Big-Bang institucional arregla esto

El argumento típicamente "progresista" atribuye la violencia y el desórden a la desigualdad, a la injusticia social, etc. Es cierto — pero es solamente parte de la realidad. La propia ausencia de seguridad aumenta la desigualdad, creando un obvio círculo vicioso. El caso de los US$10 mil atesorados ilustra bien esta idea. Recursos que podrían alimentar el crédito quedan fuera del sistema financiero: menos inversión, menos puestos de trabajo, menos recaudación, más desigualdad. Soy un gran partidario de un "Big Bang institucional": se trata de hacer todo a la vez, o lo más posible. Despolitizar drásticamente la justicia; dar autonomía (¡inmediata!) al banco central; que la Corte Suprema declare en un minuto que respetará sus propios fallos previos (principio de stare decisis: lo hizo la Corte Europea de Justicia en 2000 y 2004); eliminar o limitar DNU, eliminar listas-sábanas; ampliar la libertad de prensa (¡conferencias de prensa ya!). El "boom" de confianza generaría una explosión en la oferta de recursos prestables en el mercado de crédito, lo que haría posible financiar muchas reformas (policía, anyone?). Se puede hacer: solo hace falta un liderazgo político verdaderamente ambicioso, al estilo Adolfo Suárez-Juan Carlos I.


1 comentario:

Sine Metu dijo...

Llegué al escritor Marco Denevi, el de "Rosaura a las Diez", gracias a un artículo que escribió en La Nación en 1987 La viveza, entre la inteligencia y la estupidez.
En esos días publicó un libro "La República de Trapalanda", en el que caracterizado como un extranjero describía la sociedad argentina y sus características políticas.
Hace poco encontré otro de sus libros titulado "Manuel de Historia".
En ese libro, Argentina había colapsado y era dirigida (gobernada) por las Naciones Unidas, después de una especie de BigBang.