domingo, agosto 10, 2008

En Argentina, la debilidad económica siempre sigue a la debilidad política


Una vez más, tenemos el grato deber de agradecer a Hugo por regalarnos otro de sus excelentes artículos.

El final de la semana concluída el pasado viernes 8 de agosto fue el peor económicamente hablando que debió afrontar la administración Kirchner en sus cinco años de gobierno.

En efecto, la caída de las cotizaciones de los bonos soberanos -que llevaron el nivel de riesgo país a niveles casi similares a la gran crisis de 2001- como así también de los papeles privados, encendió luces amarillas.

¿Que fue lo que desencadenó esta situación?

Se han ensayado distintas explicaciones:

  1. La convalidación por parte del gobierno de una tasa del 15% en dólares por un préstamo de U$S 1000 millones otorgado por Venezuela.
  2. La desconfianza en los índices públicos de inflación y de actividad económica.
  3. La reciente caída en los precios de los granos en los mercados internacionales.
  4. La noticia de una probable revisión a la baja de la nota argentina por parte de las calificadoras de riesgo.

Si consideramos que un bono perpetuo de Citigroup luego del impacto de la crisis inmobiliaria en sus resultados renta alrededor de un 11% anual, no parece descabellado lo pagado por nuestro país a Venezuela, máxime considerando que Argentina viene de un reciente default y posterior reestructuración compulsiva de su deuda con el 70% de sus acreedores, sumado a un contencioso con el 30% restante que no lo aceptó, al tiempo que mantiene una impasse con el Club de París por otros U$S 6000 millones adeudados. No debería tampoco sorprender, con estos antecedentes, una revisión de su calificación.

En cuanto a la manipulación de los datos públicos estadísticos, tal proceso viene desarrollándose desde principios del año pasado, y ello no fue óbice para que bolsa porteña registrara un record en sus cotizaciones el día anterior a las elecciones en los que la presidenta Cristina Kirchner se impusiera con el 45% de los votos, 25 puntos por encima de su inmediato seguidor.

Finalmente, la reciente caída en los mercados de granos y oleaginosas, el principal producto exportable del país, no afecta aún los niveles de superávit gemelos fiscal –originado en los impuestos a la exportación de los mismos- y comercial.

¿Qué sucede entonces con la economía argentina?

La percepción, de parte de los operadores económicos, de la debilidad en que ha quedado el gobierno K, luego de la derrota sufrida en el Senado de la Nación en su conflicto con los sectores rurales, con motivo del proyecto de ley de impuestos móviles a las exportaciones.

Es que en Argentina hay una ley de hierro de la política: Siempre a la debilidad política sobreviene la debilidad económica y esta termina acabando con el gobierno débil:

Así, el ex presidente Alfonsín fue obligado a dejar el poder anticipadamente por un golpe de mercado, mientras que el ex presidente De la Rúa se subió al helicóptero cuando el Fondo Monetario Internacional cerró la canilla para el financiamiento argentino, al que generosamente había contribuído hasta entonces, pese a la inviabilidad desde hacía tiempo de la política económica que establecía la paridad entre el peso y el dólar uno a uno. Ambos mandatarios ya venían sufriendo, desde mucho tiempo antes, un fuerte desgaste político de su base de poder, que había erosionado las amplias bases con que habían llegado al gobierno.

Ahora, aprovechando la comentada debilidad del gobierno K, viejas cuentas impagas por la forma en que el matrimonio Kirchner ha tratado en el pasado a los operadores económicos, intentan ahora ser cobradas por éstos…

En suma la historia argentina reciente fue como fue. Dependerá de la presidenta y de sus políticas de cara al futuro, que la misma se repita o no…


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