En Chile hay un nuevo concepto que está de moda. Mucho se ha hablado en el último tiempo de la Responsabilidad Social de la Empresa, en el sentido de que el rol social de las compañías no se agota en la generación de riqueza y la creación de empleo, sino que debe asociarse a términos como filantropía, desarrollo sustentable, ética empresarial y ciudadanía corporativa.
Lo anterior me parece de gran importancia y clave para el desarrollo “ordenado” del país, pero hay una “responsabilidad social” que a corto plazo me preocupa mucho más: la responsabilidad social de los medios de comunicación.
Es evidente el gran poder que ostentan los medios, especialmente los de comunicación masiva. Sin embargo, no podemos olvidar que todo poder implica responsabilidad y eso es lo que me preocupa. ¿Están consientes los medios de esta realidad?¿Se sienten socialmente responsables?
Hemos visto casos muy positivos en este sentido, como es el trabajo de una periodista y su equipo (Carola Fuentes y el equipo de Contacto), en el descalabro de la red de pedofilia Paidos, hace algunos años. Asimismo, los reportajes-denuncia que lograron terminar con las estafas en bombas de bencina o los equipos periodísticos que han ayudado a encontrar a prófugos (como Paul Schafer, también acusado de pedofilia), han sido ejemplo de cómo se puede contribuir a la sociedad a través de los medios de comunicación.
Sin embargo, estos casos son excepcionales y, algunos, nada de recientes.
Siempre existirá el riesgo de que el sensacionalismo y la venta haga que medios, periodistas o editores, se olviden de esta responsabilidad. Nadie duda que vende mucho mas la portada de un diario diciendo “Senador Pedófilo” que “Perdón, no era”. Y eso le pasó al Senador Jovino Novoa. Portadas de diario acusándolo y practicamente notas al pie desmintiéndolo. ¿Es posible olvidarse que detrás de los titulares hay personas?
Asimismo, pese a que la presidenta Bachelet insiste en que no se deja presionar por nadie, indirectamente los medios de comunicación si la presionan. A ella y a sus ministros. En este caso la responsabilidad es de los medios de comunicación pero mucho más de las autoridades blandas que se dejan influenciar.
Casos tenemos, incluso en 125 días de gobierno.
La ministra de Vivienda reconoce que entregaron las “casas chubi” (viviendas sociales de 9 a 12 metros cuadrados) porque se vieron sometidos a la presión de los medios. El cambio de gabinete afecta a la ministra de economía que no se expuso (y por eso mismo) y quizás ella estaba trabajando en vez de figurando. Cierto o no, el gobierno culpa a los medios de comunicación de la sensación de inseguridad que manifiestan hoy los chilenos.
Es por esto que me parece de gran importancia instaurar, tanto en periodistas como en editores y en todos aquellos que tienen tribuna mediática, el concepto de responsabilidad social de los medios de comunicación. Sé que ellos mismos están consientes de que irresponsablemente pueden hacer mucho daño y si se lo proponen pueden contribuir a hacer una mejor sociedad.
El rol social de los medios de comunicación no debe agotarse en informar. La responsabilidad social de los medios, adquirida a consecuencia del gran poder o influencia alcanzada, conlleva el deber de informar en forma objetiva, no tendenciosa, ética, pensando en que siempre hay personas detrás de sus publicaciones y consientes de que todavía hay mucha gente que cree que algo es verdad por que “lo vi en la tele” o “lo leí en el diario”.
6 comentarios:
Me parece que en Chile, la responsabilidad social de los medios de comunicación será siempre sobrepasada por el sobrevalorado derecho a la información y la verdad que tantos periodistas alineados con el gobierno ha fortalecido. La verdad ante todo, aunque sea a medias.
No sólo en Chile, veamos lo que pasó en Europa con las famosas caricaturas del profeta Mahoma, en que se sostuvo lo mismo, para ofender no sólo a los musulmanes, sino a todas las personas con algún tipo de creencia o fe religiosa, como le llamamos por acá...
Buenísimo tu artículo Carol, gracias!
me quedo con la responsabilidad social... Viva Peter Drucker!
Yo me quedo con ambas. Es decir, absoluta libertad, sin control de la autoridad ni censura, pero que los medios sean responsables de lo que publican, sean objetivos y siempre digan la verdad.
exacto, me convenciste: me quedo con las dos!
que "que los medios sean responsables de lo que publican, sean objetivos y siempre digan la verdad" requiere una gran dosis de ética, ética ética ética periodística.
Las caricaturas de Mahoma no son ningun problema como Ud lo plantea, siempre afecta a dictaduras del pensamiento y censuras intelectuales. En el mundo civilizado podemos opinar de modo que queramos y las caricaturas, los dibujos, las obras de arte, la ideas, etc deben ser publicadas y expuestas por mas de que grupos radicales de musulmanes, catolicos, lo que sea no les agrade. Fijese el resultado de las caricaturas: gente muerta. A Ud. le parece razonable que gente haya muerto por que alguien dibujo una caricatura? No parece logico que se haya llegado a ese extremo. Sin embargo se que Ud que defiende al asesino Pinochet es capaz de defender este extremo tambien. Despues de todo es la misma barbarie con otro nombre.
Afectuosos saludos,
Sarah Raquel Sieltzky
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