martes, enero 15, 2013

La libertad económica está en peligro en Francia


La bandera de Francia es de Wikimedia - Muchas gracias a SKopp

Ayer, @27tournelle en Twitter nos recomendó este excelente comentario de Alexis Vintray, en la revista francesa Contrepoints: Liberté économique : la France à nouveau mal classée

Con autorización de su autor, lo comento, traduzco y publico aquí, pero sin las imágenes (salvo una) que, si les interesa, sugiero ver en el artículo original en francés.

Comienza, aclarando que comentará el Índice de Libertad Económica del 2013 que acaba de ser publicado, en lo que se refiere a Francia. En él, "Francia es el 62º en el ranking, que mide la libertad económica en el mundo, entre Tailandia y Ruanda", comenta el autor francés. Casi podríamos hablar -pienso yo- del puesto n° 62 de falta de libertad económica.

"Lejos de sufrir de un exceso de liberalismo, Francia es más bien un país desarrollado en el que la libertad económica se ve más como un peligro".

Explica Vintray que: "El informe del Índice de Libertad Económica 2013 se refiere a 185 países (...) que califica sobre la base de diez factores específicos determinantes para libertad económica: el comercio, el comercio internacional, la tributación, el tamaño del sector público, la moneda, inversión, finanzas, derechos de propiedad, la corrupción y la libertad para trabajar. Sobre la base de estas diez libertades, el estudio proporciona una descripción empírica del grado de libertad económica de un país".

Continúa: "Si la posición de Francia ha mejorado ligeramente en 2012, es sólo debido a la positiva evolución de un indicador: la libertad de inversión. Sin embargo, es difícil prever cómo puede evolucionar negativamente en el futuro con Arnaud Montebourg en el gobierno". Se refiere al ministro de Industria del gobierno de François Hollande. Asimismo, hace ver que "Francia tiene también una gran libertad comercial que le ha permitido la Unión Europea".

Como contrapunto, añada: "por el contrario, el grado de libertad fiscal (carga tributaria), Francia se sitúa como el peor país del mundo".

Por otra parte, "el gasto público de Francia es casi el más bajo en las repressed economies. Es un indicador interesante porque representa el nivel real del impuesto diferido, esto es, una deuda que pasa a las generaciones futuras. Del mismo modo, la libertad en el ámbito del derecho laboral es, en Francia es muy inferior a la media mundial y sitúa a Francia dentro de las repressed economies".

"El desempleo ha crecido de manera constante desde hace casi dos años, al mismo tiempo, la libertad de trabajo es poca. ¿Es esto una coincidencia? En realidad no, ya que el Índice de libertad económica (...) ha demostrado claramente la relación entre la libertad económica y la prosperidad. Sólo una imagen para mostrar que mientras más libre es la economía de un país, más alto es su PIB".



"Si nos fijamos en Europa, no hay ninguna dificultad alguna en encontrar el límite entre el norte de Europa, más libre y más próspero, y el sur de Europa, y menos libre en crisis".

Concluye nuestro autor, con respecto a su país: "es difícil no ver lo evidente: Francia se encuentra inmersa en la crisis actual. La causa no es la falta de estado, sino un estado que mata la libertad económica. Este es muy claro y demostrado por la observación objetiva de la realidad; pero es algo que los dirigentes no quieren oír".



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