miércoles, octubre 10, 2012

El gran problema del Sur de Europa es su falta de competividad


La imagen es del informe que comento. Los países más competitivos aparecen en todos rojos o naranjos y los menos competitivos, en azul.

El estudio Competitiveness Report 2012-2013 del Foro económico mundial, se refiere explícitamente al tema: "Crisis de la deuda soberana, los desequilibrios macroeconómicos, y la falta de competitividad en el sur de Europa".  

Inicia el análisis, adiviertiendo que, "desde el inicio de la peor crisis financiera y económica que el mundo occidental ha experimentado desde la Gran Depresión, las economías del sur de Europa, junto con Irlanda, se han encontrado en el ojo de la tormenta". 

"El excesivo gasto público en el caso de Grecia, la caída de los bancos en Irlanda y, recientemente en España, tras el estallido de una burbuja de inmuebles que duró más de década; la incapacidad general de Italia y de Portugal para crecer y competir en un entorno globalizado, han llevado estas economías al borde de la quiebra del estado". 

Por otra parte, yo diría que los gobiernos de España engañaron a los otros miembros de la Zona -tal como hizo Grecia en su momento- ya que ocultó su enorme déficit tras los déficit regionales (ver La deuda espanola estaba en las regiones). Así, el país peninsular aparecía como un estado con un déficit bajo en comparación con otros países de la Zona euro. Argumento al que se recurría reiteradamente, para poner de manifiesto que ellos estaban en mejores condiciones que otros miembros de launión monetaria. Sin embargo, como ha quedado de manifiesto, el déficit está(ba) oculto en las regiones, que han ido cayendo una tras otra en los últimos meses. 

Continúa el estudio explicando que, como resultado de lo anterior, todas estas economías -salvo Italia- se han visto obligados a solicitar rescates internacionales totales o parciales, debido a su incapacidad para obtener financiamiento asequible en los mercados financieros internacionales.

Paralelamente, otros países de la Zona euro (por ejemplo, Austria, Finlandia y Alemania) y también países europeos que no están dentro la misma (como Suecia, Suiza y Gran Bretaña) se han beneficiado con las las tasas de interés reales, cada vez más bajas -e incluso negativas-. Dice el Informe.

Yo creo que se olvida que, en realidad, la avidez por las monedas de estos países (francos y coronas) no es buena para ellos, como tampoco lo es el aumento de capital hacia Alemania. Es Alemania, esta situación ha provocado una burbuja inmobiliaria y subido el costo de los arriendos. Por otra parte, ha aumentado la inflación y con ello, castigado a los ahorrantes y provocado innecesarios y colorosos conflictos sociales.

Ah! Habia que seguir leyendo, lo dice el mismo estudio a continuación: "en algunos casos, esto es el resultado de las tradicionales políticas fiscales de los distintos países, sino que a veces es también una consecuencia de la elevada incertidumbre que está llevando a los inversores a buscar lugares 'seguros'". Puertos seguros los llamamos en alemán.

"En general, la crisis de la deuda soberana refleja la falta de confianza por parte de los mercados financieros en la capacidad de las economías sudeuropeas para equilibrar sus cuentas mediante la disminución del gasto público y salir así, del círculo vicioso de la elevada deuda pública, de la necesidad de apoyar a los sistemas bancarios en dificultades (que puede aumentar la deuda nacional) y de la disminución de los ingresos fiscales". El informe no puede ser más claro...

Luego se refiere a la llamada "la contracción económica" que lleva a la disminución de ingresos por parte del estado, y es "provocada por las fuertes caídas en el consumo público y privado y la inversión, la falta de crédito y la imposibilidad de competir a nivel internacional, que se refleja en los persistentes déficit en cuenta corriente". 

Estas economías del sur -o latinoeuropeas como les llama Wallwitz- están sumidas en un "círculo vicioso que parece llevarlas en una espiral de empeoramiento de la crisis financiera y económica (...) lo que exacerba las tensiones sociales y políticas, y hay pocos signos de mejora".

"Aunque los orígenes de las crisis es diversas (se refiere a los distindos países), una característica común en el centro de la situación actual en todas estas economías, es su persistente falta de competitividad y por ende, su incapacidad para mantener altos niveles de prosperidad. En general, los bajos niveles de productividad y competitividad no pueden garantizar los altos salarios que disfrutan los trabajadores del sur de Europa y que han dado lugar a desequilibrios insostenibles, conduciendo a un creciente y cada vez más alto desempleo". Esto es, más o menos, lo que nos viene repitiendo el profesor Hans-Werner Sinn desde hace mucho tiempo.

"Para escapar a esta espiral descendente y que el sur de Europa puede retornar a una trayectoria de crecimiento positivo, se requiere un conjunto integral de medidas tendientes a mejorar la competitividad y que puedan traer la confianza y reforzar los fundamentos económicos de estas economías".

Las medidas que propone el Foro se resumen de la siguiente forma:  

1.- la recuperación de la estabilidad financiera, al reconocer y resolver las debilidades del sistema bancario y aumentar la liquidez financiera de los hogares y las empresas;

2.- recuperar la estabilidad macroeconómica, garantizar la disciplina fiscal y la participación en las reformas estructurales que pueden reducir el gasto público en el mediano y largo plazo; 

3.- la introducción de reformas en el mercado laboral, el fomento de la competencia y más y mejores inversiones en áreas que fomenten el crecimiento, como la educación, la tecnología y la innovación.

"Algunas de estas medidas pueden tener efectos sólo en el mediano y largo plazo. Sin embargo, todas ellas deben ser adoptadas lo antes posible, ya que están estrechamente relacionadas entre sí. Una aplicación eficaz requerirá un liderazgo político fuerte, una ruta clara y una comunicación eficaz que pueda lograr el apoyo público a las reformas. Sólo entonces estas economías encontrar una salida sostenible a la crisis de la deuda soberana". 

Es, en este último punto -claro liderazgo político en favor de las medidas y una opinión pública que las apoye- donde veo yo la mayor dificultad. 

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