sábado, enero 16, 2010

Alemania: ¡faltan médicos!


Queridos amigos, tomé la imagen de Wikimedia, es un detalle del cuadro Medizina, de Gustav Klimt

La Kassenzahnärztliche Bundesvereinigung (que reúne a las Kassenzahnärztlichen Vereinigungen, esto es a las asociaciones de médicos que trabajan para el sistema de salud "legal") nos informó que actualmente falta en Alemania un total de 3.620 médicos.

Concretamente:

2.000 médicos de casas, o familiares, en algunos países llamados médicos generales (aunque en Alemania, no es lo mismo) o en otros, médicos prácticos (nuevamente, no es lo mismo en Alemania). En el fondo, son los llamados médicos de cabecera y que, dado el caso, derivan a sus pacientes a especialistas.

1.200 psicoterapeutas. Sí, esto hace mucha falta en Alemania; pero advierto una resistencia a acudir a este tipo de especialistas...

330 médicos pediatras y de otras especialidades.

Es claro -y de ello nos quejamos desde hace bastante tiempo- que los especialistas se concentran en las ciudades, ya que sus caros equipos no se justifican económicamente en regiones rurales. Eso significa que los pacientes tienen que trasladarse a las ciudades -no necesariamente grandes ciudades- cuando requieren algún examen muy complicado...

Sin embargo, el problema es aún más grave aún: por su edad, miles de médicos (propietarios de consultas) están a las puertas de la jubilación y no encuentran quien los suceda. Sobre todo si se trata de regiones rurales. La escasa infraestructura en el Este del país, la falta de población (consecuencia de la implosión demográfica) son en este caso, un fuerte freno, sobre todo para los médicos jóvenes.

Asimismo, los médicos recién egresados no lo piensan dos veces y prefieren emigrar antes que "heredar" consultas en zonas rurales o sufrir los terribles horarios de los hospitales alemanes. Gran Bretaña, Austria, Suiza y Suecia son generalmente, los países escogidos.

Por otra parte, los hospitales alemanes dependen crecientemente más del trabajo de médicos extranjeros, que, por distintas razones, permanecen en el país durante un cierto periodo de tiempo (generalmente becas de perfeccionamiento, pagadas muchas veces por la industria).

El panorama no es alagador, sino muy preocupante. Una difícil tarea para el nuevo ministro Philipp Rösler que hereda todos estos problemas de los gobiernos anteriores.


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