Queridos amigos, una vez más, un artículo de Hugo, ¡muchas gracias! Publicado originalmente en HILLARY EN LA ENCRUCIJADA
Probablemente la característica más importante de la política sea la de generar permanentemente hechos políticos...que en muchos casos se imponen a los deseos o a la voluntad de los actores. Simplificando, es como una partida de ajedrez, en la cual cada movimiento de las blancas genera una reacción de las negras para neutralizarlo o utilizarlo en su favor.
Cuando Hillary Clinton perdió la nominación presidencial demócrata a manos de Barak Obama, se especuló con una vendetta de su parte yendo a menos, de modo que su vencedor, el senador por Illinois, resultara vencido por el republicano John Mc Cain, lo que considerando su edad, le facilitaría a la derrotada senadora por Nueva York la nominación demócrata en 2012 y la entrada triunfal en Washington en 2013.
Incluso se fue más lejos: hasta una cronista publicó un diálogo telefónico inventado según el cual Hillary y Mc Cain se ponían de acuerdo en esta estrategia y brindaban por el éxito de la misma.
Tan ficticia resultó la conversación telefónica, que el senador Mc Cain eligió para ser acompañado en la fórmula presidencial republicana, ante la sorpresa de propios y ajenos, a la gobernadora de Alaska Sarah Palin, quien se convirtió en una verdadera revelación mediática.
Y aquí comenzaron los problemas para la senadora por Nueva York: si Obama pierde y Mc Cain gana -suponiendo que, debido a su edad, un período fuera suficiente para el nuevo presidente republicano- es altamente probable que Clinton, de obtener la nominación demócrata en 2012 debería enfrentar a Palin. Si Mc Cain ganara las dos elecciones y mantuviera a su compañera actual de fórmula como es la costumbre, salvo que esta cometiera errores insalvables, Hillary sería la que en aquel momento -2016- con 68 años debería enfrentar a una jóven y para entonces experimentada Palin de sólo 57.
Si Obama gana, y en su primer mandato obtiene la aprobación masiva del electorado, sería reelecto, y nuevamente Hillary debería reverdecer sus laureles en 2016, si es que para entonces los demócratas ya no se han olvidado de ella. Finalmente, podría suceder que a Obama le fuera muy mal en su gobierno y no se presentara a la reelección. Hillary tendría entonces su oportunidad en 2012, pero muy probablemente debería enfrentar a Palin, con un final hoy incierto, pero novedoso para la política norteamericana: ¡dos mujeres compitiendo por la máxima investidura del país!
En suma, por lo señalado, cualquiera sea la actitud de la senadora Clinton -ayudar o no a Obama a llegar a Washington- ambas se constituyen en un impedimento para que ella pueda coronar para sí misma tal objetivo.
Creo entonces que pese a los rumores y sospechas, después de Sarah Palin, primará en Hillary la lealtad partidaria, por lo que se volcará a apoyar a Obama, y me parece que esta actitud suya brindará el impulso que el senador por Illinois necesita para quebrar la polaridad en que hoy se encuentra frente al candidato republicano.
Por supuesto, lo que acabo de escribir, basado en la premisa que abre este post, es solo mi visión actual de la puja electoral norteamericana, modificable por los hechos en cualquier momento, asique como siempre sucede en política, se verá...
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