lunes, junio 23, 2008

El inefable Berlusconi


Una vez, más tengo el placer de agradecer, en nombre de todos los lectores, a Hugo Perini, por este excelente artículo con un tema italiano.

Me gustaría, eso sí, aclarar un sólo aspecto: los divorciados vueltos a casar no pueden recibir la comunión. Sin embargo, "Como menciona el Papa Juan Pablo II en el documento de la Reconciliación y de la Eucaristía, la Iglesia desea que estas parejas participen de la vida de la Iglesia hasta donde les sea posible (y esta participación en la Misa, adoración Eucarística, devociones y otros serán de gran ayuda espiritual para ellos) mientras trabajan para lograr la completa participación sacramental".

Ver también, el art. 1651 del Catecismo de la Iglesia católica. Hay, en realidad, una sola posibilidad de recibir la comunión para una persona divorciada y vuelto a casar, a ella se refiere el art. 1650 del Catecismo, refiriéndose a aquellos que "se comprometan a vivir en total continencia". No sé si será el caso al que Berlusconi se refiere; pero este ya es otro tema.


Luego de haber utilizado su cargo de Presidente del Consejo de Ministros para modificar la legislación italiana en todos aquellos aspectos que podían perjudicarlo, tanto política, penal como económicamente, Silvio Berlusconi se ha propuesto ahora utilizarlo para lograr que quien se amolde a sus particulares necesidades sea nada menos que el Código de Derecho Canónico Vaticano.

En efecto, el sábado pasado en oportunidad de encontrarse en una misa celebrada en Porto Rotondo, la exclusiva localidad de Cerdeña donde suele pasar sus vacaciones, cuando un sacerdote pasó a su lado, luego de darles la comunión a algunos de sus compañeros de banco, il Cavalliere -71 años, dos esposas y cinco hijos de ambas uniones-, quien ya en 2006 apareció en fotografías tomando la comunión, le disparó a boca de jarro: “Eminencia, usted que puede, haga de todo e interceda para que también nosotros los divorciados podamos tener la Eucaristía.¿Pero cuando van a cambiar las reglas?

El interpelado obispo Sebastiano Sanguinetti, sorprendentemente le respondió : “Usted, que sí tiene poder, puede seguramente hacer un reclamo a quien está más arriba mío”

El que está más arriba que el obispo, Benedicto XVI, ayer, en una homilía trasmitida por videoconferencia al 49 Congreso Eucarístico Internacional, que se está celebrando en Québec, afirmó que solo pueden recibir la comunión “…los que no están manchados por el pecado” y que quienes no pueden tomarla, como los divorciados vueltos a casar, “…encontrarán en el deseo de comunión una fuerza y una eficacia salvadora”

Parafraseando a la Escritura: El que quiera oír que oiga…


No hay comentarios.: