sábado, marzo 10, 2007

¿El fin de la conscripción obligatoria en Alemania?


Ya que Marcos ha comenzado a referirse a temas militares (Vienen por el agua), y porque Alemania no es menos, me gustaría escribir acerca de una discusión una y otra vez emergente en Alemania: la de la conscripción obligatoria.

Hay tres elementos que a tener en cuenta y que juegan un rol fundamental en la discusión, aunque a veces, son pasados en silencio (están presentes, pero no en forma explícita):

1) la implosión demográfica: sobre este tema hemos escrito insistentemente en nuestro blog y en el anterior, últimamente, Rodrigo publicó un excelente artículo al respecto, cuya lectura recomiendo Servirá de algo el Elterngeld?

Se teme justificadamente que, en unos pocos años y pese a que cada día se necesitan menos conscriptos (debido a la disminución del contingente luego del fin de la Guerra Fría, de la última al menos), falten los jóvenes dispuestos a servir en las fuerzas armadas.

El otro gran problema es el de la aptitud física para ser militar... la obesidad y el sobrepeso y otras enfermedades típicas de las sociedades del bienestar hacen que el % (pese a la reforma de hace algunos años en que se disminuyó las exigencias para el servicio) de jóvenes con las aptitudes necesarias, sea todavía menor.

2) el alto desempleo juvenil + la deficiente preparación con que egresan los jóvenes del colegio.

De la mala preparación se quejan, no sólo los docentes universitarios, sino también la empresa privada. De manera que, las fuerzas armadas (en la antigua Prusia la escuela de la nación) pretende colaborar en la formación profesional de los conscriptos, otorgándoles un aprendizaje que haga el servicio más atractivo y deje contentos a los empresarios.

Del desempleo, como se pueden imaginar, se quejan los mismos jóvenes y sus familias. Muchos de ellos ven en la profesión de soldado, más que una vocación, una manera de salir del desempleo (temporalmente al menos) y de adquirir conocimientos que mejoren sus posibilidades en el mercado laboral.

3) las misiones en el extranjero...

Y llegados a este punto, es indispensable citar la posición de los partidos políticos. Verdes y liberales, (aunque los liberales en Alemania son amarillos, el color del oro, los pinté de azul, porque el amarillo apenas se ve) hace ya tiempo que quieren suprimir el servicio militar obligatorio.

Por su parte, los partidos populares (Unión demócrata cristiana + Unión socialcristiana y la Socialdemocracia), al menos oficialmente, defienden el sistema.

Los primeros abogan por lo que en Alemania llamamos ejército profesional, esto es, sin voluntarios.

Sin embargo, en los últimos días, entre los Jóvenes socialistas (no me extrañaría que los siguiera la Juventud demo- y la socialcristiana) ha surgido un movimiento a favor del fin de la conscripción obligaroria.

Los argumentos son los ya esgrimidos tantas veces por los partidarios de las fuerzas armadas profesionales:

1) las misiones internacionales se han convertido en la finalidad de las fuerzas armadas, reemplazando a la defensa de la Patria.

En otras palabras, los nacionales, los ciudadanos están obligados a defender la Patria, pero no a participar en misiones en el exterior. Me parece bastante lógico.

2) las misiones estas requieren de personal altamente capacitado, imposible de lograr en nueve meses de servicio (!), ni tampoco en dos años, que es el período a que se obligan los futuros oficiales de la reserva.

3) generalmente se ha dicho que con la conscripción obligatoria se logra ese intercambio entre la sociedad y las fuerzas armadas tan necesario para que no se produzca un encapsulamiento endogenético y evitar así la existencia de castas militares (que se dice existen en otros países) y un largo etcétera.

Es lo del soldado = ciudadano en uniforme, la llamada innere Führung del Conde Baudissin, etc., etc., etc.

Esta última es algo así como lo que en derecho penal militar llamamos la obediencia reflexiva, pero con muchos más adornos, slogans y autobombo (si leen esto en el Ministerio de Defensa, nos hackearán el blog, pero es lo que pienso).

Este grupo de jóvenes socialistas (encabezados por el diputado Christian Lange), al igual que todos los detractores de la conscripción obligatoria de todas las tendencias, dicen: "después de 50 años de democracia, no lo necesitamos más".

En otras palabras, 1) los alemanes ya aprendieron lo que era la democracia, 2) en la República federal reina el primado de la política sobre las fuerzas armadas y 3) es, hoy en día, impensable que éstas se conviertan en un estado dentro del estado.

En unos meses más, estos jóvenes socialistas, plantearán el asunto en el Congreso de su partido y propondrán su inclusión dentro del programa del mismo. Veremos lo que ocurre.

La proposición concreta de Lange consiste en que las fuerzas armadas se compongan sólo de dos tipos de soldados: los profesionales y los que se obligan por un tiempo (me parece que el máximo es actualmente de veinte años). Ambas categorías ya existen en Alemania, además de la de los reservistas. Sólo habría que adaptarlas mejor a las nuevas necesidades de un ejército sin conscripción obligatoria.

No quiero terminar este artículo sin referirme al que considero como el problema principal de una abolición del servicio militar: el servicio civil.

En efecto, los objetores de conciencia (muchos, es garantía constitucional, Art. 4 LF) se convierten en quienes realizan las tareas del servicio civil (igualmente nueve meses).

Sin ellos, los hogares de ancianos, servicios de asistencia al anciano, servicios de cuidado al anciano, además de la Cruz Roja y similares, se quedarían sin una fuerza de trabajo barata y joven a la que, de otra forma, le sería muy dificil acceder.

Y, considerando el invierno demográfico que sufrimos, esto sería de gravísimas consecuencias.
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