jueves, noviembre 16, 2006

Del proletariado al precariado


A propósito del estudio de la Fundación Friedrich Ebert (del partido socialdemócrata), titulado Gesellschaft im Reformprozess (Sociedad en proceso de reforma) se ha popularizado en Alemania un concepto tomado de la sociología: el de Prekariat o en castellano, podríamos llamarlo precariado.

Como se imaginan, el término viene del latín precarium, precario para nosotros (según la Academia, 1. adj. De poca estabilidad o duración. 2. adj. Que no posee los medios o recursos suficientes.).

Y más concretamente del italiano Precari Nati, concepto acuñado -de acuerdo a Wiki- en los años '80 por una corriente de sociología de tendencia anarquista (seguidores de la doctrina del comunista Amadeo Bordiga) italiana.

El concepto parece reemplazar, en la mente de muchos, al antiguo proletariado, término -como se sabe- propio de Marx y abundantemente empleado por los marxistas, en su lucha política y en su lucha armada, durante el s. XX.

Se puede definir al precariado (en este sigo a Wikipedia, ver la voz Prekariat) por sus características: se encuentra en una relación de trabajo desprotegida, o simplemente carece de trabajo, o está en el grupo de aquellos que ganan menos, que tienen muchas deudas y muy altas y una escasa educación.

La confluencia de más de uno de estos factores, conduce a la falta de perspectivas o de expectativas a largo plazo, que llevan a que las personas de este grupo carezcan de esperanza en un mejoramiento de su situación. Esto en combinación con la resignación, desemboca en el llamado „abgehängtes Prekariat“, término que no me imagino cómo será traducido por el lenguaje de la sociología, pero es algo así como el precariado dependiente o descolgado. Adjetivos aparentemente contradictorios, pero que significan que este grupo humano (no homogéneo) está -por así decirlo- fuera de la vida de la sociedad civil, debido a sus mismas características.

La sociología continúa explicando que el precariado tiene poco respaldo familiar y, además, tiende a favorecer tendencias políticas autoritarias. Yo diría que favorece tanto al estatismo de izquierda, como al de derecha, pues estas personas, al no tener respaldo familiar, dependen de las instituciones de ayuda social estatales, de manera que, al no poder tomar la vida en sus propias manos y al no tener esperanza alguna de salir de esta situación, no les queda otra alternativa que favorecer un estado muy grande y fuerte que los mantenga.

Hasta aquí la teoría de los sociólogos.

Más respecto a la discusión político ecomómica en el Handelsblatt Abgehängtes Prekariat, multiple Problemlagen, dritter Arbeitsmarkt; en el FAZ, Prekariat“ statt „Unterschicht“ y en mi blog aesd, Pobreza en Alemania - Estudio de la Fundación Friedrich Ebert

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Marta.

Me ha interesado mucho este artículo, porque aquí en España se habla muchísimo últimamente de la precariedad laboral. La mayoría de los jóvenes aquí, incluso universitarios, apenas pueden acceder a sueldos ínfimos en trabajo extenuantes (el probelma es que la relación entre esfuerzo y recompensa no es justa, no que el trabajo sea duro), y por ende retrasan cada vez hasta edades mayores su independencia y la formación de familia. En ese aspecto no entraríamos en la definición alemana de Prekariat, pues aquí hay un fuerte apoyo familiar (la mayoría vive aún enla casa de los padres), pero el problema podría explotar de agún modo si no se modera el precio de la vivienda, que aquí se ve como el elemento determinante para poder llevar una vida autónoma.

Saludos.

Marta Salazar dijo...

qué interesante lo que cuentas querido Mak! También me interesa mucho el tema. A ver si después puedo escribir más e intercambiamos observaciones y opiniones acerca de la realidad actual de cada país.

Lo que me quedó muy claro de toda la discución que hemos tenido en Alemania es que el componente espiritual (de la desesperanza) juega un rol importante.

Lo curioso es que este grupo no se puede identificar sin más con lo que conocemos como "clases bajas" (Unterschichten) sino que cruza toda la "escala social".

Eso mismo me hace pensar aún más que es un fenómeno no sólo socio-económico, sino espiritual.

Bueno, sigamos pensando, observando y leyendo.

Un abrazo fuerte!

Unknown dijo...

SIEMPRE BUENOS LOS ARTÍCULOS DE MARTA SALAZAR. Soy su admirador desde Chile.
Del proletariado mucho podríamos hablar por estos lados, pero fue todo un desastre y nos llevó a la ruina con todo lo que significó el marxismo en Chile
Del "precariado" poco sabemos pero sin la familia como núcleo fundamental de la sociedad, bueno poco podemos esperar.
Saludos
Rodrigo González Fernández
consultajuridicachile.blogspot.com

Marta Salazar dijo...

Gracias Rodrigo! Sí, lo de la familia... fíjate que, tanto tú, como Mak se han referido a ella.

Y parece -siguiendo esta teoría sociológica- que es precisamente la familia, o más bien, la red de ayuda familiar, lo que impide que una gran parte de la sociedad caiga en el llamado precariado.

Para mí, el precariado es una suerte de enfermedad o producto involuntario de la sociedad del bienestar, cuando ésta crece tanto que ahoga a la persona...

A diferencia del proletariado en sentido marxista, el precariado no prentende conquistar el poder -no puede, si está inmovilizado encerrado en su casa- sino que simplemente intenta vivir de la limosna de la sociedad.

Es un poco un círculo vicioso: mientras más te den, más te acostumbras a no hacer nada.

Es lo mismo que ocurre -pienso yo- con los países.

Un fuerte abrazo! Y muchas gracias por tus palabras!