Por Jide Martins, Lagos, 9.11.06
La opinión pública en Nigeria pide al gobierno un cambio de política con respecto a la epidemia SIDA. La adoptada por el gobierno es una simple claudicación a grupos de presión de control de natalidad internacionales. Así se ha expresado repetidamente la prensa, recogiendo la opinión de intelectuales y ciudadanos comunes, de forma sostenida en los últimos meses.
Un editorial del periódico más popular y leído en el país, ThisDay del 1 de noviembre pasado, critica la distribución masiva de preservativos en escuelas y mercados, medios de transporte, hoteles y farmacias, que organizaciones internacionales del control de natalidad fomentan con el consentimiento del gobierno. El coordinador de la UNAIDS declaró que habían distribuído más de 250 millones de preservativos entre 8 millones de personas sólo en 2005.
El editorial argulle que tal política ha resultado nefasta, haciendo crecer con más rapidez la epidemia, hasta el punto de que Nigeria ha pasado en poco tiempo a ser el tercer país del mundo más afectado por la plaga. Citando un discurso en la capital, Abuja, de Mr. Pierre M'Pele, Director del Programa UNADIS de control del SIDA, en el que declaró que "cuatro millones de personas en Nigeria están infectadas con el virus HIV" y que "más de 300.000 murieron en 2005 del contagio, haciendo a más de un millón de niños huérfanos," el editorial declara que "esto es completamente inaceptable."
"Se han invertido sumas colosales para atajar la epidemia y ¿cuál es el resultado? el contagio ha crecido exponencialmente en los últimos años." Y añade que hay que lamentar que "una gran cuantía de los fondos donados por organismos internacionales para combatir el SIDA, terminan en bolsillos privados."
El editorial comenta que aunque NACA (National Action Committee on AIDS), organismo estatal para el control de la epidemia, se ha comprometido algo en la lucha contra el SIDA, la epidemia se han transformado en una trajedia nacional que supone "una fuerte amenaza a la economía y ha afectado al tejido mismo de la sociedad." Atribuye a la plaga el "deterioro de los servicios públicos y de la productividad en las empresas," además de amenazar el futuro de la familia.
El editorial pide un cambio radical ante esta trajedia social, y propone seguir el ejemplo de Uganda sugerido por muchos lectores y lectoras. Es un hecho comprobado con los datos que se han hecho públicos que "la estrategia de la distribución de preservativos en escuelas, mercados, oficinas y otros sitios públicos" no es efectiva.
"Por tanto, en vez de concentrar esfuerzos en ella, NACA debe copiar la práctica de Uganda, que no solo es 100% efectiva sino que además promueve los valores Africanos básicos de la virginidad antes de casarse y la fidelidad en el matrimonio que son fundamentales en nuestra cultura (...) Uganda era el país número uno en el contagio, pasó a la cola reduciendo la epidemia en un 70% en la pasada década. Esto la ha convertido en un modelo para África." (...) En la Conferencia Mundial sobre el SIDA de Julio de 2004 en Tailandia, el Presidente de Uganda, Yower Museveni, explicó que Uganda pudo conseguir esa hazaña gracias a la campaña de continencia embarcada por su gobierno."
El editorial llama también al gobierno a que imite el ejemplo del estado de Bayelsa en el Delta de Nigeria, que ha logrado quitar el estigma que circunda sobre la infección del virus entre las familias de los que lo han contraído, pudiendo así ser socorridos a tiempo y evitar el contagio.
Por su parte los obispos católicos han denunciado de nuevo al final de su reunión plenaria en Calabar el pasado 11-16 de septiembre, a "esas organizaciones internacionales que promueven programas para espaciar los embarazos y la erradicación de HIV/SIDA pero supeditan los fondos para los programas a la distribución de preservativos."
Los obispos declararon una vez más que "no se puede aceptar prácticas tan deshonestas que buscan desecrar el santuario de la conciencia humana, promoviendo la distribución de preservativos entre adolescentes en nombre de 'espaciar los nacimientos' y de 'combatir el SIDA'".
Los obispos animan a los católicos para que promuevan "un cambio radical que realmente permita prevenir y erradicar la epidemia del SIDA: fidelidad al esposo o esposa y continencia por parte de los no casados."
Sobre las causas del crecimiento de contagio, los obispos recuerdan que es "la disolución de las buenas costumbres tradicionales y la adopción indiscriminada de las nuevas modas occidentales las que han producido una gran promuiscuidad." Además "el decaimiento de la familia y la falta de formación moral de millones de personas en el país han contribuído a la difución tan rápida de la plaga."
Los obispos proponen potejer efectivamente a la familia y han declarado la segunda semana de agosto de cada año como la "Family Week" para "defender la integridad de la institución familiar y la promoción de la castidad."
1 comentario:
Muy bueno el artículo Jide, muy claro, gracias!
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