¡Muchas gracias a Hugo Perini, por este nuevo artículo para Planisferio!
Contrariando todas las encuestas previas, y demostrando la imprevisibilidad de la política italiana, Silvio Berlusconi venció no solo al candidato de la izquierda moderada Franco Veltroni, sino que por primera vez en la historia de la república, los com
Una lectura más detenida de los resultados electorales, pone en evidencia que además del señor Berlusconi, los comicios italianos depararon otro gran triunfador: Humberto Bossi de la derechista, ex secesionista y xenófoba Liga Norte, fuerte especialmente en la rica Milán y el nordeste del país. El partido del señor Bossi, aliado de Berlusconi, obtuvo el 8% de los votos para ambas cámaras, duplicando su resultado electoral anterior, lo que lo pone como un verdadero árbitro del nuevo gobierno. Tampoco hizo una mala elección el señor Veltroni, quien en solitario y contra reloj armó un partido de izquierda moderada, negándose a pactos con otras fuerzas izquierdistas menores, espantado de las presiones a que sometieron al ex premier Prodi, a quien le hicieron casi imposible gobernar. Sus bloques en ambas cámaras emergen ahora luego del comicio como un grupo homogéneo. De la misma manera debe considerarse el resultado de más del 5% de los votos obtenido por los ex democristianos del centrista Pierferdinando Casini, ex aliado y ex Presidente de
Se dice también que la cómoda mayoría con que contará el nuevo gobierno Berlusconi tre, dará estabilidad a la política italiana. Puede ser. Sin embargo no puede soslayarse la imprevisibilidad de Bossi, –ante una denuncia de Berlusconi de que las boletas electorales eran confusas amenazó con “Tomar los fusiles contra los canallas romanos”- quien bueno es recordarlo, al abandonar la primera coalición, precipitó la caída del Berlusconi uno en 1995.
Los problemas entre ambos pueden comenzar con la privatización de la virtualmente quebrada Alitalia –que Berlusconi reconoció que junto con el tema de la basura en Nápoles serán los dos primeros temas a los que se aboque el nuevo gobierno- a la que Bossi se opuso en razón de que el business plan del anterior único interesado, el consorcio Air France-KLM, planeaba consolidar las operaciones en el aeropuerto de Roma en detrimento del de Milán.
El señor Berlusconi ha dicho que “Nos esperan años difíciles”. Si logra encarrilar Italia, alejado ya de los negocios –los dos hijos de su primer matrimonio están ya al frente de los mismos- seguramente su próximo objetivo será
¿Quién lo sabe? Italia es siempre tan impredecible…
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