sábado, julio 09, 2011

Diagnóstico preimplantacional en Alemania

Agradezco a Loreto Fierro, quien me preguntó por el tema Präimplantationsdiagnostik o diagnóstico preimplantacional, La página de mi blog en Facebook

La foto es de Minami Himemiya, quien tuvo la amabilidad de subirla la Wikimedia Representa un embrión estado de dos a cuatro células.

En suma, les puedo contar que el Bundestag aprobó el jueves, uno de los tres proyectos de ley que se había presentado al Parlamento sobre el tema. Legislar sobre él se hizo necesario, ya que un médico de Berlín se autoacusó de haber realizado un diagnóstico preimplantacional con el fin de determinar si el embrión a implantar no padecía de un cierto defecto genético.

El Bundesgerichtshof falló a favor del médico y conminó al Legislador a reglamentar la materia.

Después de una discusión apasionada, pero no mal educada y sin ataques personales, el Bundestag aprobó -por 326 votos contra 260 y tres abstinencias- uno de los proyectos de ley (presetado por la liberal Ulrike Flach), en que se permite realizar el diagnóstico preimplantacional dentro de límites muy estrictos. De manera que la llamada PID (por su nombre en alemán, Präimplantationsdiagnostik) sigue estando prohibida; sin embargo, se autoriza, si concurren las siguientes condiciones: la disposición genética de los padres, se teme la muerte o una grave enfermedad hereditaria, o es probable la muerte del feto o que nazca muerto.

Asimismo, es obligatoria la consulta en un centro destinado al afecto y el diagnóstico puede ser realizado únicamente en centros con una licencia especial.

Anteriormente, una tercera proposición, que podríamos llamar ecléctica, había sido rechazada después de reunir un número muy pequeno de votos en el Bundestag.

Durante el debate y la votación, se levantó la obligación de votar de acuerdo a directivas partidistas y se permitió (debería ocurrir más seguido) votar de acuerdo al propio convencimiento de cada diputado/a. De manera que los frentes partidistas no tuvieron ninguna relevancia y los defensores de una y otra posición se hallaban en tribunas políticas que, la mayoría de las veces, son contrarias.

Así, una de las mayores defensoras de la ley que permite el diagnóstico fue nada menos que la conservadora ministra del trabajo, la Dra. von der Leyen, en el último de los speechs sobre el tema y uno muy emocional. Fue la única personera gubernamental en hablar sobre el tema en el Parlamento. (La canciller Merkel estaba igualmente en contra, pero no estuvo presente en el debate).

Por el contrario, entre las más comprometidas defensoras de continuar con la prohibición del diagnóstico se encuentran la Verde Katrin Göring-Eckardt, vicepresidenta del Bundestag, teóloga evangélica y originaria de Thüringen, como también la socialdemócrata, secretaria general de su partido, Andrea Nahles, que defendió valientemente, en su speech, el hecho de que la vida comienza en el momento de la fecundación.

El socialdemócrata, Wolfgang Thierse (igualmente del Este), vicepresidente del Bundestag defendió igualmente la posición contraria al diagnóstico, ya que con él, se abre la puerta a la selección, senaló.  Hizo ver que con el diagnóstico, tal vez se evite sufrimiento; pero se evita también la vida ya concebida.

Por su parte, el teólogo evangélico (de la conservadora CDU) y asesor del ex-canciller Kohl, Peter Hinze, se convirtió en el mayor partidario de permitir el diagnóstico. Habló de una ética de la ayuda y no del castigo. Con lo que -a mi modo de ver- supone que el nino con alguna "discapacidad" es un castigo... o sus padres -o tal vez, él mismo- los castigados.

Thierse (de la SPD) le contestó -a mi modo de ver, muy acertadamente- que "no se trata de una ética del castigo, sino de una ética de la dignidad humana".

Como pueden apreciar, si bien, la mayoría parlamentaria votó a favor del diagnóstico (después de dos décadas en que estuvo prohibido), no existe un consenso social al respecto. Probablemente, seguirán conviviendo las dos alternativas y algunos padres recurrirán al procedimiento autorizado, y otros, no.

Por último, la actual legislación alemana autoriza a fecundar sólo tres embriones y se dice que, para realizar un diagnóstico, se necesita, al menos, ocho. De manera que los médicos se verán confrontados a un problema adicional.

Seguiré contándoles más sobre el tema en mi blog Alemania: Economía, Sociedad y Derecho

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