Las Fuerzas de Seguridad tienen identificadas al menos seis corrientes del islam diferentes con presencia en suelo español: Yama’a At-Tabligh, Justicia y Caridad, Al Murabitún, Hermanos Musulmanes, Hizb ut-Tahrir y Takfir Wal Hijra. Estos movimientos han sido importados por los inmigrantes del Magreb y cuentan con un importante respaldo social en España, que no para de incrementarse.
Su poder e influencia son más palpables en las regiones en que están más presentes, a menudo utilizando como tapadera asociaciones culturales islámicas de apariencia benévola. El proselitismo es clave en su estrategia de expansión y, desde hace tiempo, protagonizan enfrentamientos por el control de áreas de influencia. Junto con otros movimientos no radicales, se disputan las principales mezquitas con el fin de aumentar su masa de adeptos. La lucha se reproduce en el seno de las federaciones islámicas, unos organismos que les permiten influir en la educación pública y acceder a la financiación de las subvenciones, porque son los interlocutores con el gobierno.
El observatorio Athena Intelligence, coordinado por profesores universitarios españoles, ha publicado monográficos sobre Yama’a At-Tabligh, Al Murabitún e Hizb ut-Tahrir, en los que advierten de las tesis que están propagando entre los inmigrantes instalados en España. Marruecos también ha avisado a las Fuerzas de Seguridad españolas del riesgo que suponen estos movimientos.
La corriente Takfir no es una secta propiamente dicha, sino una ideología no estructurada a la que se adscribe gran parte de los terroristas islámicos. Sus miembros se mueven en la clandestinidad, con el único objetivo de atentar contra intereses occidentales. Aunque no ha sido probado, se cree que Mohannad Almallah Dabas, condenado por el 11-M (atentado en trenes en Madrid), y varios de los que se suicidaron en Leganés (población cercana a Madrid) cuando iban a ser detenidos, eran cercanos a esta corriente yihadista.
En Egipto y otros países, Hermanos Musulmanes toma la forma de partido político islamista marcadamente reaccionario, pero en España ha adoptado la estructura de un colectivo disperso, que defiende la aplicación del Corán en todas las esferas de la vida, incluida la pública. Egipto ha ido estrechando el cerco a Hermanos Musulmanes por el radicalismo de su mensaje. Los expertos advierten de que en España está en un segundo plano, a la espera de que la coyuntura social le sea más favorable. Mientras tanto, defienden en Internet la inclusión de España en la gran nación musulmana.
El caso de Al Murabitún es quizá uno de los más llamativos. La secta está integrada por unos 200 conversos europeos y tiene su centro de operaciones en el barrio granadito de El Albayzín, aunque tiene comunidades en Sevilla –donde querían construir una gigantesca mezquita-, San Sebastián, Mallorca, Tarragona, Orense y Madrid. Su fundador, un converso escocés llamado Ian Dallas, ha creado una comunidad autogestionada, con moneda propia y escuelas para los niños del colectivo. Defienden la reinstauración del califato mundial y la vuelta al pasado, tomando como referencia la ciudad de Medina en tiempos de Mahoma. Rinden culto al nazismo y consideran a Hitler el primer muyahidin de la Historia. Su fuente de financiación es un misterio, aunque se sospecha de Arabia Saudí.
Justicia y Caridad a adoptado una postura más sigilosa, está presente en Cataluña y Murcia, en concreto en la comarca de Cartagena. Procede de Marruecos, donde en la actualidad están perseguidos por su radicalismo. Sus comunidades se caracterizan por el uso de la vestimenta tradicional marroquí y el férreo aislamiento social de sus miembros. Sus imanes crean guetos y adoctrinan a sus fieles con un discurso integrista y reaccionario.
Hizb ut-Tahrir es una secta islamista suní de corte elitista (jóvenes con aptitudes intelectuales y profesionales liberales), presente en toda España aunque más arraigada en Cataluña. Defiende la gran nación musulmana, no reconoce el sistema político español y ha adoptado un papel defensivo, mostrando a los no musulmanes una imagen positiva de su credo.
Por último, Yama’a At-Tabligh está presente en todo el arco mediterráneo, especialmente en Ceuta y Melilla. Proponen un sistema de vida alternativo al occidental, aplicando la ley coránica de forma rigurosa. Los expertos consideran que su visión del mundo puede servir de antesala a la ideología yihadista.