sábado, octubre 27, 2007

Las elecciones en Suiza


Queridos amigos de Planisferio, me gustaría dedicar un artículo a la elección del domingo pasado en Suiza.

Quienes conozcan mi blog aesyd, probablemente habrán leído una versión parecida que publiqué la semana pasada.

Pero creo que Suiza es un país demasiado importante como para dejarlo pasar sin comentario alguno en Planisferio (pasarlo en silencio, decimos en lenguaje jurídico).

El completo gráfico de la derecha es del Standard, de Viena.

Esta vez no publicaré bandera suiza, porque, supongo que todos conocen la bandera de la Confederación Helvética. Y prefiero poner el gráfico en su lugar.

El SVP (partido del pueblo suizo, conservador en materia política y liberal en finanzas) subió su votación en un 2,3%. Bajo el 4% de aumento, al que quería llegar su candidato y super jefe, el controvertido Christoph Blocher.

Blocher es como el alma del partido o, en otras palabras, Blocher es el partido. Es ministro de Justicia y de policía y, la campaña electoral se basó, sobre todo, en la lucha contra la criminalidad => contra la criminalidad juvenil y a favor del derecho de Suiza a expulsar a todos los extranjeros delincuentes del país.

En cuanto a su background, Wiki nos cuenta que es el séptimo de once hermanos. Y que su papá era pastor protestante.

Uno de sus diez hermanos es también pastor. Una de sus hermanas es asistente social y ha criticado públicamente las posiciones políticas de su hermano frente en materia de asilo (que parece que fue un tema candente en Suiza). El pluralismo dentro de una familia es muy loable.

Asimismo, desde los '90, es enemigo de un acercamiento de Suiza a la Unión Europea. El tema del "entendimiento" o la harmonía tributaria juega un papel importante en los últimos años. Personalmente, le encuentro más razón a los suizos -y, con ello, al bloque de Blocher- que a la UE en este asunto.

Blocher es un hombre muy rico, ha hecho fortuna en la industria farmacéutica que, como saben, en Suiza es muy importante.

Blocher es contrario al ingreso de Suiza a organismos internacionales o supranacionales de cualquier tipo. Una posición, por lo demás, muy suiza.

El otro partido que aumentó su votación fue el de los Verdes, con un 2,2%. Indudablemente, el llamado cambio climático se hace sentir fuertemente en Suiza: falta de nieve => no vienen turistas => no hay ingresos. Y ellos mismos no pueden esquiar. Asimismo, el problema de los glaciares que se derriten y provocan aluviones es un tema muy importante en el país alpino.

Quienes disminuyeron considerablemente fueron los socialdemócratas, en un 3,8%. De alguna forma, una colectividad passé y además sin contornos claros, se dice.

Asimismo, los socialdemócratas son pro-europeos y estaban a favor de una compatibilidad o compatibilización tributaria entre Suiza y la UE. Lo que cae muy mal en Suiza.

Los Freissinigen, esto es los liberales, el partido de los fundadores de Suiza, perdieron igualmente votos.

Y los demócrata cristianos ganaron un 0,2% => se mantuvieron.

En el Nationalrat, que es el gobierno, el ejecutivo suizo, conformado por siete personas, no habrá cambios. La llamada fórmula mágica de consenso (el denominado gobierno de concordancia) se mantendrá tal cual => los populares no ganaron un asiento y los verdes no entrarán al Nationalrat.

Como hasta ahora, el Nationalrat (cuyas decisiones se adoptan colegialmente, esto es, una vez decidido algo, los miembros del gobierno lo llevan a cabo y no lo comentan, ni lo critican, no se habla de quién estuvo a favor, ni quién en contra, ni cuáles fueron los argumentos) se compone (y repito que, en esto no hay cambios), de:

dos socialdemócratas, dos liberales, dos de la SVP (partido de Blocher) y un demócrata cristiano.

La (triste) novedad de estas elecciones suizas, es que hubo una polarización no acostumbrada. Algunos, en una actitud que no me gusta, dicen que se llegó a una "normalidad europea".

Ella se debió a que:

1) que Blocher polariza y se lo acusa de no ser una persona que viva la colegialidad suiza;

2) que fue una campaña personal suya, más que una de su partido y

3) <= a este afiche político.

En él se muestra a tres ovejitas blancas (recordemos que Suiza es un país montañoso, por eso las ovejas) que expulsan a una oveja negra de Suiza.

El lema es "crear seguridad", que es lo que dice abajo. Lo que pasa es que oveja en alemán es Schaf (plural Schafe); schaffen por su parte es, crear. Es un juego de palabras que no se entiende si no se sabe alemán.

Todo habría quedado hasta ahí (los verdes respondieron con afiches muy ocurrentes en que se mostraban piezas de juego blancas y negras) sino fuera porque... porque al parecer, lo que Blocher quería/quiso/quiere con esta pancarta es/fue salir a pescar en las turbias aguas de los extremistas de derecha, con su gran carga de racismo.

Tanto es así que la NPD (partido de extrema derecha alemana) tomó la idea e hizo su propio afiche => , de bastante mal gusto, porque, en su caso, no hay duda que estamos abiertamente frente a un caso de racismo.

Los alemanes de la extrema derecha dieron la nota alta... el lema es social sólo puede ser nacional. Claro, este es un partido busca sus electores entre los perdedores de la sociedad y de la globalización. Los que quieren que los "ayude" el estado, a ellos porque se lo merecen y cualquier ayuda a algún extranjero o a algún punk (sus enemigos declarados) lo ven como una injusticia.

Y aquí, permítaseme retornar a Suiza. Pese a que Suiza es un estado que, indudablemente, gana mucho con la globalización, encontramos una gran resistencia frente a este fenómeno y ello contribuyó también al triunfo de los populares.

En todo caso, como pueden ver, Suiza no es un país "como cualquier otro", en Suiza, las decisiones más importantes se adoptan en el sistema de democracia directa, lo que explica que, pese a que en esta elección se logró una abstención mínima, para Suiza al menos, el % de personas que acude a las urnas es, menor que en la mayoría de los estados en que no existe democracia directa.

De manera que, en Suiza, todo sigue igual, nihil novo sub sole.

Para terminar y antes que lo olvide, el primer diputado "de color" ingresó al parlamento suizo.

Se llama Ricardo Lumengo, es de la socialdemocracia, tiene 45 años y vive desde hace 25 años en Suiza, país al que llegó como asilado. A ver qué otro país europeo nos puede mostrar un caso así.

Su lema (el que aparece en el afiche) es: por el respeto a cada individuo y contra el dejar fuera...


5 comentarios:

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

Muy interesante este artículo, gracias, Marta.
Ahora bien, eso de que Suiza es un país importante... A mí no me parece importante, vamos.

Marta Salazar dijo...

no!!!

pero si sin Suiza no funcionarían las finanzas mundiales!!!

además no tendríamos relojes cucú, ni el rico queso, no en serio: pienso que sí es importante,

no sólo por sus bancos e instituciones financieras, por la industris farmacéutica, por sus inventos, por su gran cultura en todos los campos, por el deporte, la música, por su propia neutralidad que le ha permitido dar asilo a miles de personas durante las grandes guerra europeas, en fin, por un sinnúmero de razones.

Es un país que tiene mucho que decir en el mundo, para bien o para mal.

Los suizos no son personas que anden por el mundo haciendo alarde de lo que son o de lo que tienen, son más bien callados y recatados, por eso no se notan tanto; pero la influencia suiza en el mundo es muy grande.

Un saludo, también muy grande!

DasGretchen dijo...

jeje, yo sin el gruyère... ahora en serio, les he sufrido más de 10 años y no son precisametne Santo de mi devoción, pero también creo que son importantes, para lo bueno y lo malo :)
¡Un abrazo!

Marta Salazar dijo...

so ist das!

Grüß! o cómo se dice en Suizo? Grüssli o algo así, ja ja, es broma!

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

Pues nada, insisto, son perfectamente prescindibles, no aportan que no aporten otros, hasta las postales esas de valles y vacas pueden aportarlas italianos, austríacos, franceses... ¡y hasta españoles!