Acaba de celebrarse en Cape Town, Sur África, el "Economic Forum". Esta organización no gubernamental es global, pero en cada Continente se constituye en un grupo que examina los problemas específicos que afectan al desarrollo económico de éste: en nuestro caso África.
Por Jide Martins, Nigeria
Los participantes, entre los que se encontraba el Prof. Albert Alos, Vice-Chancellor de la Pan African University, dialogaron sobre los problemas que confrontan el desarrollo del Continente Africano.
Entre las materias del orden del día figuraba, cómo no, el plan "Millenium Goals" que es una especia de "blue-print" para el desarrollo de África según sus diseñadores y promotores: el grupo de los Bretton Woods, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Prof. Alos piensa que la situación tan dramática del Continente Africano no es tanto un problema de falta de desarrollo como de falta de capacidad para desarrollarse. El problema es más radical que la simple falta de capital y de inversiones a los que los economistas atribuyen los factores clave del desarrollo.
Está claro que en algunos países como Nigeria, la falta de capital no ha sido un problema, y desde luego no lo es ahora, con las extraordinarias ganancias de las ventas del crudo. El problema, o más bien, el desafío, que puede muy bien llevar a un comienzo de desarrollo a largo plazo, es el educar y formar a los agentes del desarrollo. Formar líderes.
Prof. Alos lo pone así: todos están de acuerdo en que el motor del desarrollo es el sector privado de la economía; para que realmente funcione y crezca se necesita formar a empresarios; y no habrá empresarios que puedan competir con los del mundo occidental, si no hay iniciativas que los promuevan y los formen.
En este sentido Prof. Alos no habla en abstracto. Desde hace más de una década se ha dedicado al establecimiento de una escuela de negocios, la Lagos Business School que está cambiando el panorama del sector privado en el país.
La escuela comenzó pequeña, como todo lo que tiene vida propia: dos profesores una sala de estar y otra de seminarios. Se comenzaron cursos para managers en los bancos; luego se extendieron a otras empresas privadas y enseguida fueron atraídos los ejecutivos (CEO = Chief Excutive Officers) de las principales empresas privadas en Lagos.
Hoy la escuela ha crecido en el cuadro de profesores, actividades y locales. Ahora es parte de la Pan African University (PAU), reconocida por el estado, con capacidad de dar títulos MBA a graduados de las demás universidades.
Por sus aulas han pasado prácticamente la totalidad de los CEO del naciente sector privado en Nigeria. Además de una multitud de otros niveles de ejecutivos. La universidad además de dar títulos MBA a graduados ha establecido cursos muy atractivos para promover pequeños empresarios y dueños de empresas pequeñas o medianas que no suelen tener títulos universitarios.
Entre los aspectos de la formación que la PAU acentúa se encuentran el ético y social. No se trata de dar añadir en el curriculum unas clases de ética de los negocios, sino de trasmitir un espíritu de honestidad, integridad personal basada en una conciencia moral recta y libremente asumida, así como formar a dirigentes en los principios de solidaridad con los más necesitados o menos privilegiados, y de respeto a los valores de la convivencia social como la familia y la fe religiosa; y esto no con teorías sino con el ejemplo personal y la práctica del cuadro académico y administrativo de la empresa PAU.
El resultado está siendo sorprendente: contando con el gran espíritu emprendedor de muchos nigerianos, están saliendo una buena cantidad de nuevos negocios con notable éxito, a pesar de las condiciones poco favorables del ambiente político y social: corrupción, falta de servicios de electricidad, agua, carreteras, etc.
Como decía "The State They're In", el libro publicado por ITDG Publishing por Matthew Lockwood, "para entender lo que pasa en Africa hay que vivir allí."
Las prescripciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional están bien en teoría. Hay que lograr en los países africanos reformas políticas y económicas. No se deberían dar ayudas a los países que no quieren abordar esas reformas. Pero no se puede esperar que las condiciones cambien mucho a corto plazo, si al mismo tiempo no se fomenta la formación de líderes, sobre todo en el sector privado que suele estar menos corrupto o por lo menos se muestra más abierto a los cambios de mentalidad y de conducta que ellos ven inmediatamente trasladados en éxito empresarial por medios honestos.
Como se lamentaba el Prof Alos "A veces los países donantes entregan sumas substanciosas para proyectos gigantes y vistosos. En muchos casos son los gobernantes quienes los piden y aprueban para adquirir popularidad. Estos proyectos invariablemente atraen consultores extranjeros, diseñadores y contratistas multinacionales con sus "project management units" de altísimos honorarios y gastos que el estado ha de pagar con sus recursos o con un endeudamiento considerable. Al cabo del ejercicio, incluso si el proyecto se ejecuta hasta el final, cosa que ocurre raramente, los consultores, diseñadores y contratistas se van, y los locales se quedan tan atrasados como antes. El proyecto se vendrá a bajo por falta de mantenimiento y el país no se desarrolla."
"Lo que los países africanos necesitan en estos momentos de los industrializados son ayudas que se dirijan sobre todo a incrementar la capacidad productiva del sector privado indígena. Esta ayuda es menos vistosa y menos rápida en sus resultados que los elefantes blancos que los gobiernos piden y los donantes se muestran tan dispuestos a realizar, dando trabajo a sus expertos; se necesita una ayuda paciente "patient money" que se diriga a la enseñanza y cualificación profesional de sectores amplios de la población. Nos nos den, ni elefantes blancos, ni comidita para matar el hambre: ni mucha agua, ni muy poca," decía siguiendo el símil del jardinero y los aguaceros.
Prof Alos, sigue avocando para que las ayudas se orienten a la formación de líderes, de managers, y empresarios para que pueda crecer la capacidad productiva y emprendedora de los agentes del desarrollo. Estas ayudas requieren tiempo; deben ser moderadas y extendidas a periodos subsiguientes. Y sin embargo esta clase de ayuda no llega. Llega la otra: el aguacero para obtener "quick results" resultados vistosos e inmediatos, y Africa sigue sin desarrollarse en el círculo vicioso de la corrupción y la falta de capacidad.
2 comentarios:
Muy buen artículo, gracias Jide.
sí, gracias! Le coloqué un enlace (hace unos días). Un abrazo!
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