sábado, mayo 27, 2006

Victoria de la democracia en Nigeria

Segunda entrega, tras el (sorprendente) debate y votación en el Senado
(Continuación de la noticia: El "Tercer Mandato" del Presidente Nigeriano).
Jide Martins
Lagos, 23 mayo de 2006
El plan para extender el mandato en el poder del presente presidente y gobernadores fue meticulosamente preparado en estos tres últimos años con ingentes sumas de fondos públicos. Sin embargo las diferentes estrategias han fallado a pesar de una quasi certeza de conseguirlo en el último intento "democrático" por sus fautores con la manipulación de la constitución.
Es un triunfo de la democracia real.
Cuando se vio que el comité del Senado había logrado "vender" su propuesta de enmiendas a la constitución de 1999 a las diferentes zonas geográficas y que la propuesta contenía la recomendación de un "tercer mandato" para el Presidente, se desencadenó un gran debate nacional fomentado por la prensa libre. Los nigerianos se manifestaron en su gran mayoría contrarios a las enmiendas a la constitución propuestas, a pesar de la necesidad de muchas de estas enmiendas, por incluir esa cláusula que haría posible al presidente presentarse a elecciones por tercera vez (la constitución de 1999 permite sólo dos).
La semana pasada, ante la sorpresa de muchos que veían el voto del Senado como un mero paso formal sobre las enmiendas a la constitución, el proyecto de ley fue abortado por mayoría de los senadores antes de la segunda lectura del proyecto.
Sorpresa porque el partido en el poder contaba con una mayoría de miembros más que suficiente para pasar el proyecto. El partido (Peoples Democratic Party) había convocado a sus miembros y les había dicho que no admitiría ninguna "deslealtad" con respecto a este voto crucial.
Durante el debate público que siguió a la primera lectura ya se vio claro que no se contaría con los dos tercios necesarios. El debate fue muy acalorado, duró varios días y los senadores pasaron de los insultos a las manos. La prensa y los demás medios de comunicación social rendían un amplio eco.
En esos días se hizo público lo que se intuía en todo el proceso, que los proponentes del "tercer mandato" habían inducido a conseguir los votos necesarios entregando 50 millones de nairas a cada miembro del partido para que votase a favor, reforzando la amenaza con ser expulsados del partido si no votaban de acuerdo con la directriz, y que casi todos los miembros habían "recogido" su dinero.
¿Qué pasó en el Senado? Unos dicen que los senadores no estaban satisfechos con la cantidad ofrecida o con su distribución; otros sostienen que las fuerzas políticas de la oposición se aprovecharon de la abundante opinión pública en contra del proyecto (por la impopularidad de modificar la constitución para satisfacer la ambición personal del presidente) y se dedicaron a "evangelizar" a sus compañeros del Senado para que no cometieran ese error que podría costarles su carrera política.
Cuando el Senado se reunió de nuevo para proceder a una segunda lectura del proyecto y comenzar el debate propiamente dicho, cláusula por cláusula, los senadores se opusieron por mayoría a la mera segunda lectura. El Presidente del Senado no podía creérselo y preguntó tres veces si los senadores se oponían a la segunda lectura, pues eso implicaba la renuncia a todo el proyecto de enmiendas a la constitución presentado por el comité del senado nombrado al efecto.
Ese día triunfó la democracia en Nigeria. La sesión pública del Senado experimentó una estampida de júbilo. De hecho todo el país lo celebraba inmediatamente pues el debate se transmitía por televisión y radio.
Todos esperaban a oír al Partido o al Presidente. ¿Aceptarían esta derrota gallardamente, o acudirían a otras estrategias para conseguir su plan?
A los tres días el Presidente se dirigió a los jerarcas del Partido aceptando el veredicto del Senado, al que ya se había unido la Cámara de Representantes.
Las congratulaciones no han tardado en llegar desde dentro y desde fuera del país comenzando por los Estados Unidos y el Reino Unido.
África ha roto el hechizo de muchos de sus líderes a perpetuarse en el poder. Hechizo que ha atenazado o atenaza a muchas naciones africanas: el Congo, Costa de Marfil, Senegal, Camerún, Zimbabwe, Uganda, Kenia, etc.
Nigeria debe afrontar ahora el problema real de la sucesión. La ley electoral necesita reforma; el órgano para las elecciones necesita ser independiente, así como el órgano que registra los partidos; y lo que es más importante, los ciudadanos, que tienen en su mayoría poca educación formal y poca cohesión nacional, deben prepararse para votar en 10 meses a un nuevo presidente y gobernadores sin dejarse llevar por prejuicios étnicos o religiosos, sin dejarse intimidar o inducir a votar por dinero. Los candidatos, por su parte, deben renunciar excitar sentimientos tribales, insultar a los opositores y comprar votos. Todo esto no es fácil en las presentes circunstancias de Nigeria, pero es posible, si el gobierno y los líderes se comprometen a lograrlo.

3 comentarios:

Dolores Beccar dijo...

felicitaciones!!!

Dolores Beccar dijo...

Jide, sabés algo? mi marido vivió en Sudáfrica muchos años y viajó un poco por los países aledaños... le ha quedado por Africa un amor muy especial...
gracias por ayudarme a conocer más ese universo tan querido por mi marido... desde USA te saludo

Eugenio dijo...

Excelente artículo. Ojalá que Nigeria continúe superando los obstáculos que se le presentan.