Queridos amigos de Planisferio: tengo el placer de ofrecerles hoy esta excelente y fundada colaboración Clausius, autor de Meditaciones cuadrupolares y de Curiosidades de nuestro curioso mundo.
Marta Salazar
El fenómeno del terrorismo no es algo nuevo en España. La banda terrorista ETA lleva masacrando a la sociedad española desde hace más de 30 años, tiempo en el que ha asesinado a cerca de un millar de personas de muy distinto origen, desde militares o policías a personas que simplemente pasaban por allí o estaban comprando en centros comerciales. No siempre hemos tenido la comprensión y apoyos internacionales. Desde Francia hasta los propios Estados Unidos, la colaboración del exterior con el gobierno español para hacer frente a esta barbarie ha sido bastante reciente, por no hablar del tratamiento que muchos medios internacionales dan a este fenómeno. Pero lo curioso es que ha pasado algo similar entre los propios españoles, ya que hubo parte de la sociedad que en cierta medida disculpaba a los terroristas. Las víctimas llegaban a ser enterradas casi en la clandestinidad y saliendo por la puerta de atrás de las iglesias. Eran víctimas por partida doble, por el atentado en sí y por la siguiente reacción de gran parte de la sociedad, que pensaba que en cierta medida algo habrían hecho para merecer ese final. Francia empezó a colaborar medianamente hacia los años 90, y los Estados Unidos a principio de los 2000, cuando ellos también sufrieron el terrorismo. El punto de inflexión en la sociedad española se produjo en 1997, cuando ETA secuestró y asesinó tras varios días de cautiverio a un concejal de Partido Popular (centro-derecha) de el País Vasco, un secuestro y muerte retransmitido por televisión. La reacción de pueblo español se conoce con el nombre de “Espíritu de Ermua”. Los españoles salimos a manifestarnos por millones, en todas las ciudades, consiguiendo récords de asistencia, durante dos semanas. Todo cambió desde entonces, pero no es esa la temática de este artículo.
ETA, como todo grupo terrorista, busca imponer por la fuerza una serie de criterios o ideas, atemorizando a la sociedad. Su objetivo es lograr la plena independencia del País Vasco, que según ellos incluye no sólo los territorios de la actual Comunidad Autónoma que, por cierto, goza de unos de los máximos niveles de autogobierno conocidos en toda Europa, sino el de la vecina Comunidad de Navarra y parte del suroeste de Francia. Una vez conseguida tal cosa, pretende instaurar un sistema de gobierno totalitario comunista. Es una banda mafiosa, donde el chantaje y la destrucción del enemigo están a la orden del día. Los terroristas en general tienen su propia mentalidad y lógica.
Los gobiernos españoles se han enfrentado al fenómeno del terrorismo etarra de tres formas distintas, con distintos resultados:
- Apaciguamiento. Esto implica un acercamiento a los terroristas y procesos de negociación. Hasta 13 treguas han declarado los etarras que hasta 13 veces han sido rotas. La experiencia dicta que cuando esto se produce los terroristas ven debilidad en el gobierno, viéndolo capaz de ceder a todas sus pretensiones, tanto territoriales como de acercamiento de presos a las cárceles vascas. Nunca ha funcionado, ya que ETA siempre ha vuelto a matar.
- Guerra sucia, Terrorismo de Estado. Los gobiernos españoles de los años 80 llegaron a enfrentarse a los terroristas creando a su vez otro grupo terrorista, el GAL, que resultó un auténtico fracaso. No sólo sirvió para matar a terroristas de ETA sino para saquear las arcas del Estado. El Ministro del Interior y el Secretario de Estado de Seguridad de aquellos gobiernos fueron, años más tarde, juzgados y posteriormente condenados a penas de prisión. Se escucha que, por motivos de Estado, mediación del Rey incluida, el Presidente del Gobierno de aquel entonces logró salvarse de tales juicios.
- Lucha contra el terrorismo basada en la unidad de partidos aplicando toda la fuerza de la ley
El último punto ha resultado, sin lugar a duda, el único efectivo en la lucha contra el terrorismo. Por eso, a inicios de los años 2000, los dos partidos españoles ampliamente mayoritarios, representando a más del 80% de la sociedad española, firmaron el llamado Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, en el que se comprometían a tal unidad, basada en la persecución policial y judicial de los terroristas y de su entorno, incluyendo brazos políticos y económicos. Se comprometieron igualmente a no pactar con ningún partido político que no expresara inequívocamente su rechazo al terrorismo, en alusión al llamado nacionalismo moderado. Igualmente, se lanzaba el mensaje a ETA de que independientemente del color político del gobierno, recibiría la misma respuesta: a los terroristas se les detiene y se pone a disposición judicial. No hay diálogo alguno con ellos. Este pacto fue sugerido por el actual presidente, señor Zapatero, del Partido Socialista, y firmado por el Presidente de entonces, señor Aznar y el por entonces secretario general del Partido Popular, señor Arenas. Se procedió a ilegalizar al brazo político de los terroristas, Batasuna, incluyéndola, al igual que a ETA, dentro de la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea y de los Estados Unidos. Los terroristas, con más que probable ayuda internacional al gobierno español, caían literalmente como moscas. La banda estaba asfixiada económica y socialmente, y el final del terrorismo, usando escrupulosamente la legalidad, parecía cercano. Lo importante era la aparente unidad entre la amplísima mayoría de la sociedad española.
Pero llegaron los atentados del 11 de Marzo de 2004, cuya autoría es aún considerada como poco menos que discutible por parte de importantes medios de comunicación españoles (ver diario El Mundo, segundo rotativo del país, periódico que igualmente sacó a la luz hace 10 años toda la inmensa corrupción y terrorismo de Estado de los gobiernos socialistas de los años 80) y el siguiente y totalmente imprevisible cambio de gobierno. El Partido Socialista ganó las elecciones del día 14 y accedió al poder con el apoyo de grupos nacionalistas y comunistas. Desde ese momento la actitud del Presidente Zapatero ante el terrorismo etarra cambió diametralmente.
El primer capitulo fue el intento de división y desprecio a las víctimas del terrorismo, que no estaban dispuestas a aceptar la nueva política gubernamental. De ahí, se permitió la semilegalización de un partido filoterrorista que pudo finalmente presentarse a las elecciones regionales vascas del año 2005. Se produjo un acercamiento a dicho entorno que culminó en la declaración de alto el fuego permanente del pasado mes de Marzo. Desde entonces, el Gobierno ha cedido a todo lo que le han pedido los terroristas, llegando a llamar el señor Presidente “hombres de paz” a asesinos con bastantes muertos a sus espaldas. De la misma forma, se ha intentado crear en la sociedad española un clima de opinión favorable a los terroristas y favorables a la supuesta negociación, siendo muy críticos con el único partido de la oposición, que nunca ha apoyado dicho proceso, y a las víctimas del terrorismo, que han convocado hasta 5 manifestaciones multitudinarias de varios centenares de miles de personas por convocatoria. El actual gobierno socialista intenta defenderse anunciando que el gobierno anterior conservador también llegó a negociar con los terroristas tras la penúltima tregua etarra de 1998. El partido del gobierno anterior se defiende diciendo que las circunstancias eran totalmente distintas, ya que él no buscaba dicha tregua y que, al comprobar que los terroristas no tenían voluntad alguna de dejar definitivamente las armas, el propio gobierno dio por finalizadas las conversaciones con los terroristas. La actual oposición muestra una desconfianza absoluta en el actual gobierno, al que acusa de haber estado engañando a la sociedad española desde hace 5 años, cuando el señor Zapatero propuso el Pacto contra el Terrorismo, ya que desde entonces han existido contactos de miembros del propio Partido Socialista con el entorno etarra. La unidad entre los partidos políticos mayoritarios españoles simplemente es inexistente.
El aparente objetivo que explicaría el cambio radical de opinión del señor Presidente, rompiendo por completo el Pacto que él mismo había propuesto apenas 4 años antes, parece ser el deseo de lograr amplios acuerdos con todos los partidos nacionalistas, terroristas o no, que le permitiera mantenerse en el poder casi indefinidamente, acorralando por completo a la actual oposición. Cabe destacar que, junto al actual problema terrorista, desde el gobierno del señor Zapatero se han acometido reformas sustanciales de Estatutos de Autonomía que otorgan a ciertas Comunidades Autónomas unos niveles de autogobiernos bastante considerables. También se ha escuchado que existe una conexión de ETA con los atentados del 11 de Marzo que propiciaron la llegada del señor Zapatero al Gobierno, algo que, de demostrarse, provocaría la caída fulminante e inmediata del actual gobierno socialista. Lo cierto es que las razones de este cambio de opinión son complejas y oscuras.
Durante el proceso de tregua, el gobierno ha ignorado hechos como el robo de pistolas, construcción de zulos, terrorismo callejero, ataques a la policía, extorsión a empresarios y bastantes más, en un intento de seguid adelante con dicho proceso. Cada acto terrorista era simplemente ignorado por el gobierno por el bien del proceso. Pero finalmente el pasado 30 de Diciembre la banda terrorista ETA colocó una furgoneta bomba cargada con más de 500 kilos de explosivos en la nueva terminal del aeropuerto de Barajas de Madrid, causando 2 víctimas mortales y la destrucción de los aparcamientos de dicha terminal. Desde el pasado 11 de Marzo de 2004 la conciencia de la sociedad española al terrorismo es bastante sensible y la reacción es igualmente imprevisible. Justo el día antes el señor Presidente anunciaba con optimismo la evolución del proceso. El día del atentado, varías horas después de la explosión, el señor Presidente se expresaba de una forma nada clara respecto a los hechos, anunciando que paraba el diálogo pero dando a entender que era sólo algo temporal. Desde el Ministerio del Interior del propio gobierno, se indica justamente lo contrario, que el proceso está roto completamente.
Actualmente parece que existe una lucha de poder dentro del propio gobierno y Partido Socialista, donde existen corrientes favorables a la negociación, en especial la actual dirección del partido en el País Vasco; y otras partidarias de la vuelta al Pacto contra el Terrorismo que significaba la lucha policial, judicial y legal contra él.
Esta es la situación actual, llena de incertidumbre y que pocos aciertan a sugerir su evolución. Por lo pronto la oposición llama a recobrar el espíritu del Pacto contra el Terrorismo. Entretanto, la policía localizó en el País Vasco el día 4 de Enero una bomba de unos 100 kilos de explosivos, lista para ser usada, a falta de un detonador, junto a un coche, que supuestamente iba a ser utilizado como coche bomba. Y el Gobierno, esperando a dar explicaciones.
11 comentarios:
Excelente artículo! Gracias Alberto!
Una pregunta:
"Guerra sucia, Terrorismo de Estado. Los gobiernos españoles de los años 80 llegaron a enfrentarse a los terroristas creando a su vez otro grupo terrorista, el GAL, que resultó un auténtico fracaso. No sólo sirvió para matar a terroristas de ETA sino para saquear las arcas del Estado. El Ministro del Interior y el Secretario de Estado de Seguridad de aquellos gobiernos fueron, años más tarde, juzgados y posteriormente condenados a penas de prisión. Se escucha que, por motivos de Estado, mediación del Rey incluida, el Presidente del Gobierno de aquel entonces logró salvarse de tales juicios".
Cuándo fue esto? y quién es el Pdte. del gobierno que se salvó por mediación de S.M. ?
Los GAL tuvieron su desgraciado apogeo en los años 80, pero no fueron creados por el PSOE, que los "heredó" de épocas anteriores, en las que también operaban en el País Vasco gropúsculos terroristas de extrema derecha.
El presidente al que se refiere el autor será probablemente Felipe González, pero nada hay probado, y los GAL dejaron de actuar bastante antes del fin del mandato de González.
Querría hacer algún comentario aparte sobre el artículo.
- Los hechos que relata sobre los incumplimientos de E.T.A. son ciertos, pero la sensación de que todo se permitió durante el alto el fuego, no es correcta. Falta el detalle de que la mayoría de esos hechos ocurrieron en un período de entre mes y mes y medio antes del atentado. Muestra de que no se estaba en tregua policial es que pudiera ocurrir que el atentado del día 30 fuese el "plan B" de la banda terrorista una vez abortado quizás por la Ertzaintza (policía autónoma vasca) otro, al descubrirse en Vizcaya un escondrijo con material explosivo el día 23, hallazgo complementado con los de estos días en zonas cercanas.
- La tregua del 98 no acabó con una decisión de Aznar, sino con un comunicado de E.T.A., cuando ellos consideraron que se habían reorganizado lo suficiente.
- El "espíritu de Ermua" nos unió brevemente a todos los españoles, al estilo del 11-M, pero una vez más los políticos nos olvidaron y fueron cada partido a lo suyo: el Partido Nacionalista Vasco pergeñaba el Pacto de Estella para dinamitar lo poco que quedaba del consenso de los partidos democráticos vascos, el P.P. se intentaba recuperar de unos años de plomo y gobernar con un líder todavía carismático, aferrándose a una serie de valores absolutos e incontestables, y el P.S.O.E. no sabía muy bien qué hacer consigo mismo después de la era de Felipe González, y en un ataque de responsabilidad empezaba a alejarse del P.N.V., con quienes había compartido gobierno en la comunidad autónoma, al constatar las conversaciones con HB (Herri Batasuna, el brazo político de E.T.A.) para lograr un frente nacionalista-independentista electoral. Pero la unidad de los partidos no se produjo, y quizás desde entonces sea más difícil.
- El pacto antiterrorista fue un intento de Zapatero por hacerse notar en sus primeros pasos en la alta política, pero no sé por qué, los dos partidos mayoritarios no lo diseñaron de forma que pudieran acceder el resto de partidos democráticos.
- La ilegalización de Herri Batasuna me pareció un error (por mucho que ahora ya no haya ningún municipio que no condene un atentado de E.T.A.). Un error político porque supuso un trasvase de votos al nacionalismo moderado, que se vio así corroborado en sus tesis soberanistas, y porque dio alas internas a los independentistas, que de repente se veían más ahogados, y reforzados en su paranoia de que "los españoles" íbamos a por ellos. La verdad es que hasta ese momento los votos recibidos por Herri Batasuna habían ido disminuyendo elección tras elección. Además, dejar sin voto al 5 - 10 % de la población de un lugar no me parece adecuado. Las elecciones siguientes notaron un aumento espectacular de la abstención, y un ligero aumento de la mayoría del P.N.V., pero las siguientes, con una lista electoral "limpia" de terrorismo vieron el mejor resultado electoral de la extinta H.B., convirtiéndose en un asquerosos partido bisagra. Sobre el apoyo de H.B. a la "lucha armada", habría mucho que decir, pese a que muchos de sus políticos sean terroristas con condena cumplida. Para la mayoría de sus militantes es quizás una base filosófica de su idiosincrasia, pero creo recordar que un sondeo estadístico de hace unas semanas reducía hasta el 6 % los votantes de ese entorno que apoyaban decididamente esa posibilidad.
- Ahora voy a hablar todavía más personalmente: soy vasco de nacimiento, mi familia es extremeña, aunque tiene ramas en Madrid y Cataluña. Es decir, soy un habitante promedio de esta comunidad autónoma, y en mis 28 años de vida sólo he conocido este país bajo la sombra del terrorismo. Otros, además, lo han conocido bajo la sombra del franquismo. Y, sencillamente, los vascos,sea cual sea nuestra adscripción política, estamos hartos. Queremos que esto se acabe y ser por fin una zona normal de lo poco de este planeta que es normal. Queremos que nuestros políticos no tengan que llevar escoltas, y que cada cual se exprese en la lengua que más le seduzca, queremos poder hablar de política mientras tomamos un pincho o descansamos de un partido de pelota o de fútbol, sin que nadie se exaspere ni nos deje de respetar. O por lo menos queremos poder hablar de eso y no escuchar silencios a nuestro alrededor ni ver miradas "raras". Queremos todo eso y muchas más cosas en algo que se condensa en una palabra: paz. Y no la queremos a cualquier precio, pero son ya muchas oportunidades en que vemos que ocurre siempre lo mismo. Por eso hemos vivido los quizás mejores siete meses de nuestras vida (hasta que E.T.A. comenzó de nuevo a dejarse ver con violencia callejera) al comprobar que alguien tenía la valentía de explorar una vía nueva para alcanzar una paz que en lo más profundo (y por mucho que nos pueda asquear reconocerlo) vemos que no pasa por el aplastamiento del mundo de H.B.): E.T.A. quizás se había dado cuenta de que no tenía ningún sentido su lucha, y Rodríguez Zapatero podía tal vez encauzar el asunto de modo que todas las ideas de los vascos se discutiesen por fin de la única forma democrática, en un parlamento. Y sin que ningún político nos los dijera, conocíamos los límites: acercamiento de presos etarras a cárceles próximas al País Vasco, revisión de casos sin sangre, tregua indefinida y entrega progresiva de armas.No había mucho más margen. Pero aquí al menos, se veía un gran obstáculo: la posición del P.P., intransigente en su no a cualquier negociación que no supusiese de inicio la rendición incondicional. Creo que simplemente lo hacían por política: lograr el P.S.O.E. la paz en el País Vasco los alejaría tal vez otras dos o tres legislaturas del poder en España. No son responsables de las acciones de E.T.A., que parece claro que tenía intenciones bien distintas a las medio mostradas en un principio, pero la debilidad de Rodriguez Zapatero en todo este asunto viene de la falta de apoyo político de Rajoy y de la división entre los españoles provocada por esa falta de apoyo y por la manipulación y apropiación política de una de las organizaciones de víctimas del terrorismo (porque otras -curiosamente de víctimas afincadas en el País Vasco- sí apoyaban la negociación -también curiosamente, esa misma A.V.T. que ahora grita contra Zapatero por negociar, nunca dijo ni mu cuando lo hacía Aznar). Mi tesis es que si E.T.A. se hubiese encontrado delante de un frente férreo, tan fuerte como se muestran ellos en su odio, no se habrían atrevido a esto. Tampoco creo que lo hubieran hecho si desde el mismo momento en que aumentó su actividad, digamos periférica (algaradas callejeras, extorsión a empresarios...) los vascos nos hubiésemos plantado y reunido en las tres capitales como cuando M.A. Blanco o cuando en las primeras horas del 11-M la propaganda de Aznar aún nos inducía a creer que había sido E.T.A. Los vascos hemos confiado de nuevo demasiado en quienes nunca nos han confirmado que podamos confiar: en los partidos políticos, que durante todo este alto el fuego no han sabido unirse en busca de un proyecto común y claro como la paz, y en E.T.A., de quien no sabemos ya qué buscan, qué quieren, qué persiguen o si simplemente... cualquier cosa... En esta comunidad nunca se le perdonará al P.P. su actitud, ni a E.T.A. su estupidez asesina, ni a nosotros mismos el no habernos plantado y dicho basta cuando aún estábamos a tiempo. Quizás, Dios no lo quiera, estemos ante unos nuevos años de plomo. De un optimismo irracional y excesivo, hemos pasado a un pesimismo total.
Gracias, P.P. y E.T.A., por no creer en nuestros sueños ni escuchar nuestros anhelos de paz.
Me parece muy interesante el recorrido histórico que realiza Alberto en torno a la banda terrotista y sus relaciones con el Estado español.
También me han gustado los matices introducidos por Mak, aunque opino que no solo al PP se le puede achacar ese oportunismo político (nadie se salva de buscar el mayor beneficio a costa de las víctimas y de la "paz").
Sin embargo, no es mi intención entrar al debate que proponen, sino señalar un aspecto que siempre se olvida con respecto al mundo de Batasuna: son marxistas-leninistas. Esta claro que el carácter imperante dentro de este grupo es el nacionalista, pero no hemos de olvidar el otro aspecto de su ideología. Son muy diferentes al PNV y al resto de los nacionalistas vascos. Y no admiten una Euskadi independiente de España y Francia que no sea socialista (en el sentido leninista de la palabra).
Sobre esto se podría debatir y escribir mucho, pero creo que la lucha de ETA no acabaría con un Pais Vasco independiente. Los terroristas no pararán de extorsionar, ni siquiera a los nacionalistas de derechas, hasta que no logren todos sus objetivos.
Pienso que merece la pena resaltar, porque se habla muy poco de esto: ETA no es solo nacionalista.
Son muy interesantes todas estas aportaciones, y hay tantos aspectos que resulta complejo comentarlos todos. Sólo quiero aportar que, además de la vertiente más explosiva, hay en el País Vasco un ambiente de hostilidad a los no nacionalistas que no siempre se valora y que siempre está presente, al que los nacionalistas "moderados" y muchos socialistas y comunistas contribuyen no poco.
El gobierno central ha ignorado desde el principio el chantaje del mal llamado "impuesto revolucionario", y ha ido más lejos: ha ido diciendo cada vez más desvergonzadamente que los jueces deberían dejar de aplicar las leyes para ayudar al "proceso de paz".
Lo que dice litos tiene importancia, porque explica el comportamiento de los terroristas y la "simpatía" que su "causa" despierta entre la izquierda, española y occidental.
Qué es el "impuesto revolucionario"?
El "impuesto revolucionario" es en el fondo el nombre que la propia banda terrorista da a su manera de extorsionar a los empresarios vascos.
ETA exige el pago de una determinada cantidad de dinero a las empresas. A cambio de ese "impuesto" la banda se compromete a no ejecutar ningún acto de violencia contra la sus inmuebles, dueños y trabajadores.
Por contra, si no se efectúa el pago, esas empresas sufren las consecuencias de su "traición a la causa revolucionaria". Así se financian la mayor parte de los gastos de ETA.
Ejemplos de ambos casos -los que se pliegan a las exigencias de la banda terrorista y los que sufren ataques- hay muchos.
tuve la "suerte" de haber estado en España apenas ocurridos los atentados del 11-M y puedo asegurar que el PSOE español capitalizó la confusión generada tanto por los atentados como por la torpeza del PP. El resultado lo conocemos todos: victoria del terrorismo, porque el socialismo español propugnaba un viraje de 180° a la politica exterior española entonces comprometida en la intervencion en medio-oriente.
Desde que el PSOE de ZP asumió el gobierno, se ha dedicado a hacerle la guerra a su enemigo politico, el PP de Aznar y Rajoy. Y la politica respecto al ETA no podia escapar a esta confrontación politica: Zapatero y su "talante" pacifista tenian que imponerse a como de lugar por encima del "fascismo" pepero.
La negociacion con el ETA, el matrimnoio gay, el estatut catalan, memoria historica, etc. me parece que son medidas populistas del actual gobierno socialista dirigidas a apabullar a sus enemigos politicos: PP, conservadores, iglesia catolica, etc.
Este artículo es tremendamente sectario. No hace referencia a las condiciones de dictadura terrorífica en cuyo caldo de cultivo surge ETA, y a las innumerables denuncias de tortura de la época. No hace referencia al auténtico origen de la guerra sucia, que está en los últimos gobiernos franquistas y los primeros de la transición (liderados por antiguos franquistas reconvertidos en la Unión de Centro Democrático), que financiaron organizaciones como el Batallón Vasco-Español (BVE) o la Alianza Apostólica Anticomunista (AAA), muy anteriores al GAL... que precisamente es creador también durante los últimos gobiernos de la Unión de Centro Democrático y el presidente Adolfo Suarez, antiguo Secretario General del Movimiento (jefatura del partido único franquista). Así que, por favor, si se escribe sobre un tema tan delicado para los españoles como éste, que se escriba documentado y desde la independencia.
oye, por favor, aquí no se admite mensajes anónimos!
Y todavía hay mas...
Estaba escribiendo esto porque todavía faltaba la opinión de los que creemos que esto no va a acabar nunca, porque a nadie le interesa que se acabe. Bueno si, hay gente a la que si le interesa, pero es aquella que se tiene que levantar a las 5 de la mañana, la que tiene que plantearse con mucho cuidado tener un hijo o no porque casi no le llega para la hipoteca y vivir cada día ni con el dinero de su pareja, en definitiva la gente que no cuenta para las grandes cifras, pues sus cifras no son grandes.
Porque mientras siga existiendo terrorismo no miraremos a otros problemas. Mas de 1000 muertos en "accidentes" laborales TODOS LOS AÑOS, recesion economica, subida de hipotecas de forma desmesurada...
Hoy ETA ha puesto 300 kilos de explosivos en el Cuartel de la Guardia Civil de Legutiano. Lo acabo de oir en la radio. Un muerto y cinco heridos es el ultimo balance que han ofrecido.
Como perfecto paralelismo, vuele a irrumpir la violencia en nuestras vidas cuando estamos hablando de las cosas de las que no se quiere que se hable.
Condenaremos, nos uniremos... durante 1 o 2 días. Después, la gente pequeña volverá a sus vidas pequeñas, sus pequeñas oportunidades, a sus pequeñas alegrías y grandes tristezas, y a pensar en aquello de lo que se tiene que privar hoy para poder llegar habiéndose tomado un par de cañas con los amigos.
¿O eso tambien se nos niega?
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