Perú:Producción de Biocombustibles...

Produccion verde
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Luego de anuncios de inversiones en biocombustibles y en el biodiésel, la pregunta es si solo se piense en la exportación o podemos esperar que sean parte de la oferta local ¿Ud. que cree?

El comedor universitario de la Universidad La Molina no solo nutre a los futuros ingenieros agrónomos del país, sino que también permite que cada día eche a andar el primer bus ecológico que moviliza a estudiantes y profesores, gracias al aceite vegetal que es desechado todos los días de la cocina y que permite la elaboración de biodiésel.

Esta experiencia, no sería la única, pues también se habla de ejercicios individuales, casi como si fuese un mito urbano, de personas que recorren por las noches restaurantes, pollerías y chifas recogiendo esos aceites requemados para, en base a una refinería artesanal, obtener biodiésel y hacer funcionar a bajo costo los motores de sus vehículos.

En estos ejemplos se mezcla el espíritu de innovación y el deseo de encontrar una solución práctica al incremento de los precios de los combustibles. Sin embargo, la discusión central que aún el gobierno de turno no parece tener claro, es si los combustibles limpios (biocombustibles como el etanol y el biodiésel que usa aceites y semillas) serán parte de una política de promoción en aras de cumplir con el Protocolo de Kioto, que habla de reducir en todo el país en 5% las emanaciones de gases que originan el efecto invernadero entre el 2008 y el 2012.

En momentos en que los conductores aún no asimilan como parte de la oferta vehicular al gas natural, parece intrépido hablar del nacimiento de un nuevo mercado alternativo.

Los proyectos de inversión privada de empresas como Maple, o de Agroenergía (Grupo Romero) que esperan producir biocombustibles, parecen ofrecernos una lectura distinta, por lo que, en quizá algunos meses más no sería inusual llegar a un grifo para llenar el tanque del auto y distinguir en la oferta a combustibles con un componente de entre 5% a 10% de biodiésel o etanol.

Aunque para que ello camine así tan rápido, el Gobierno tendría que decidir poner como obligatorio una tasa porcentual de presencia de estos biocombustibles y de biodiésel en los derivados del petróleo, lo cual es parte de una intensa discusión interna en el Ministerio de Energía y Minas (MEM), el Ministerio de Agricultura y Ministerio de la Producción. De llegarse a una posición favorable, esta será conocida próximamente cuando se publique el reglamento modificado de la Ley de Promoción del Mercado de los Biocombustibles.

Pero el punto en contra que estiman los técnicos del MEM es la posibilidad de que el precio del petróleo baje y sea más barato en relación, sobre todo, al etanol. El mayor desastre, consideran los mismos técnicos, sería el subsidiar la producción agrícola de materia prima para la producción de los biocombustibles, como ocurre en EE.UU. y Brasil. Se estima que mientras el barril de petróleo se mantenga por encima de US$40 no habría amenaza para el nuevo negocio de combustibles limpios.

Adicionalmente se evalúa el hecho de que el Perú es superavitario de gasolinas y el ingreso de etanol o de biodiésel significaría en la práctica que haya más exportación de los derivados del petróleo, algo que inquieta a los actuales refinadores.

El MEM está evaluando impulsar la circulación formal de vehículos con biodiésel al 100%, como parte de las modificaciones al reglamento pendiente de publicación. Actualmente el diésel debe ser mezclado con el biodiésel en una proporción de 95% y 5%, respectivamente.

"La ventaja de este producto frente al diésel es que es producción local. Incluso podría tener menores precios que el diésel importado", señala Luz Tornique, asesora de la gerencia general de Heaven Petroleum Operators, empresa del grupo de comercialización de combustibles Herco que construye una planta de 3.000 barriles diarios en Conchán para procesar biodiésel y en la que invierten US$15 millones.

Este no es el único proyecto, también se encuentra la empresa norteamericana Pure Biofuels, que anunció que construirá una planta en el Callao que producirá 1.150 barriles diarios.

Aunque en Tocache, Uchiza, el mayor proyecto lo desarrolla la empresa Agroenergía que iniciará la producción de biodiésel en base a la palma aceitera. La inversión proyectada es de US$9 millones, con una producción de 45.000 galones al día. Adicionalmente aún deberá tomar forma la invitación de Petro-Perú a la brasileña Petrobras para ingresar al mercado de biodiésel, en la producción y comercialización. El mismo interés tiene la cadena de girfos Pecsa.

En el caso de los anuncios de inversionistas de etanol, la expectativa está concentrada en la exportación del producto, por el momento. Los dos proyectos de inversión más importantes se constituirán en Piura, con la Empresa Maple y el Grupo Romero. Mientras tanto, los ingenios azucareros aún no se animan a dar el paso final hasta que se hayan cumplido al menos tres condiciones:

Primero: es que el etanol esté considerado en la lista de productos beneficiados con la Ley de Promoción Agraria.

Segundo: el uso obligatorio, a través de un tasa porcentual, de dicho biocombustible. Y tercero, que quede exonerado del Impuesto Selectivo al Consumo, como ocurre con el gas natural y el gas licuado de petróleo.

"No es descabellado que existan normas promocionales. Aquí se establece, no como obligatorio, que el uso de etanol en los combustible puede llegar a 7,8% (según el actual reglamento de biocombustibles), pero en países como Brasil hay una tasa obligada del 25% y en Colombia de 10%. Allá no pagan el IVA que es el IGV, nosotros solo pedimos la eliminación del IGV", resume Carlos Andrade, presidente de la azucarera San Jacinto.

Esta empresa produce actualmente alcohol etílico de 96% de pureza (el etanol es de 99,8%) y es utilizado para elaborar licores o perfumes. Si se dan las condiciones planteadas, según comenta Andrade, la empresa planea invertir US$20 millones para incursionar en este negocio. Por lo pronto, las azucareras Cartavio y Casagrande exportan en conjunto dicho alcohol etílico a países de Europa (este año embarcarán 18 millones de litros).

Según comenta Hugo Dávila, asesor legal de la gerencia legal de Cartavio, los precios en el exterior se incrementaron en los últimos cuatro años. Ese sería otro de los grandes incentivos para concentrarse en el mercado externo.

¿REVOLUCIÓN?

El mundo encabezado por las grandes potencias económicas ha comenzado a instaurar el uso obligatorio de estos combustibles en el transporte vehicular.

¿Una nueva revolución en el mercado de los combustibles?
La experiencia de EE.UU. durante el 2006 puede marcar la pauta. El 20% de su producción de maíz fue destinado al etanol. En la actualidad producen 20 mil millones de litros y es política de Estado llegar a los 132 mil millones. Las razones además de ecológicas serían estratégicas: reducir la dependencia de hidrocarburos con el Medio Oriente y mantener los subsidios a su agricultura.

Pero esto conlleva a otra polémica. El derivar la producción del maíz al etanol tuvo un impacto directo en su precio internacional de hasta 50% durante el 2006. Los más afectados fueron los mexicanos que ahora hablan de la "etanoinflación" porque deben pagar más por sus tortillas de maíz, parte de su dieta básica.

Si bien la producción de biocombustibles será rentable en el futuro, el debate se está centrado entre dar prioridad a estos nuevos biocombustibles o al alimento de la población mundial. Arturo Ledesma, gerente de proyectos de la empresa Pecsa, comenta que "lo que puede ocurrir es que el sector energético compita incluso con el alimenticio para obtener los cultivos. Los productores de aceites comestibles siempre venderán a quien les dé el mejor precio", señala.

Justamente por ser un negocio que requiere de materia prima que sale del campo, Ángel Irazola Arribas, director ejecutivo de Agroenergía (empresa que agrupa los proyectos de biodiésel y etanol del Grupo Romero), considera que tendrá un gran impacto social al generar miles de puestos de trabajo.

La compra de la norteamericana Maple de 10.000 hectáreas de terreno en Piura y la puesta en marcha de la producción de etanol generaran 1.000 puestos de trabajo.

El gerente general de la empresa, Guillermo Ferreyros, comentó que la costa del norte del Perú es un lugar privilegiado para el cultivo de caña de azúcar, insumo del etanol, con lo cual no duda en que habrá más inversiones en este negocio.

Pero en lo que hace hincapié Irazola es que "los biocombustibles tienen un impacto positivo en el medio ambiente, ya que producen menos residuos en la combustión". Este negocio recién comienza a arrancar motores y amenaza con causar gran polvareda.

Fuente: diario el Comercio