sábado, octubre 21, 2006

A 50 años del levantamiento húngaro

Hay algunos hitos del siglo XX a cuya magnitud todavia no damos crédito, mostrando hacia ellos cierta indiferencia. Cuando se trata del levantamiento húngaro de 1956, la tendencia empieza a cambiar, al evidenciar blogs y medios mayor permeabilidad para la recordación de tan significativo hecho. De donde podemos esperar la calidad, la obtenemos. Así el excelente artículo de wikipedia, o la columna que nos muestra Marta. Hoy me desayuné -literalmente con taza de café en mano- sorprendido por la aparición en la tapa de yahoo de un noticia en donde comenta cómo los húngaros se preparan para conmemorar el 50 aniversario, con 2 actos según convenga: uno del gobierno, con una remembranza light que no comprometa mucho al estado, y otro de sobrevivientes que pueden considerarse afortunados de salir con vida de aquel episidio, vivir 50 años más y ver caer la regla stalinista y luego el comunismo de partido único.
Uno de los íconos más representativos de la revolución (llamada contrarevolución por las autoridades entonces comunistas) fue su bandera, definitivamente una perla vexilológica. Resulta que desde 1948 la tradicional tricolor fue reemplazada en su escudo (de reminiscencia algo monárquica; recordemos que Hungría fue, asociado con Austria, un imperio) por otro consistente en una...estrella roja arriba de un martillo cruzado con un brote de trigo. Como signo de protesta se recortó el escudo dejando en el medio de la bandera un curioso agujero traslúcido. Terminado el levantamiento, las autoridades procedieron a aggiornar la bandera al pos-stalinismo, removiendo el martillo y el brote de trigo pero sin sacar, aunque reduciendo su tamaño, la estrella roja (no era negociable).


Como enfadaron a los rusos con unas tijeras!.

2 comentarios:

Marta Salazar dijo...

Gracias Marcos!

Javier Bazán Aguirre dijo...

Nostros también tuvimos nuestra propia rebelión. Los socialistas chilenos todavía no entienden que a nadie le gusta vivir bajo una dictadura marxista leninista.