domingo, mayo 18, 2008

Lo que pase en Italia nos incumbe: puede ser el futuro

Marta me ha convencido para incluir aquí este post que publiqué ayer en "De todo un poco". Espero vuestras opiniones al respecto.




Como en un mal sueño político, me he encontrado esta semana con varias noticias referentes a Italia, la inmigración y las relaciones (dialécticas) entre los gobiernos italiano y español.




Para contextualizar el tema, la raíz de todo está en el contenido de esta noticia: cientos de inmigrantes y gitanos son detenidos y puestos a la cola de la expulsión del país. Están "acusados" de diversos delitos menores, pero la noticia no aclara que haya habido ningún tipo de juicio, y yo me decanto por esa opción. Leo con asombro que los italianos echan la culpa de la presunta inseguridad ciudadana a esos colectivos, sí, Italia, la cuna de la mafia. Me asombro. Pero me escandalizo aún más cuando el artículo expone la existencia de un "espacio", cercado, cerrado por la noche, y vigilado por cámaras de forma constante, donde "residen" un millar de gitanos. Señores, eso, de toda la vida, se ha llamado y no debería dejar de llamarse "campo de concentración" (o de reclusión, o como se quiera, pero ésa es la idea).




Eso, en la Italia del siglo XXI, en la que pese a su apoyo a las ideas ultraderechistas de la coalición que se dispone a gobernar el país, hasta el Vaticano ha protestado ante algunas de esas medidas referentes al trato que se da a la masa inmigrante.




España no es un país modelo: ahí están las cercas armadas en cada nodo a modo de redes asesinas de potenciales saltadores desde el vecino Marruecos, y los ocasionales incidentes que protagonizan a tres bandas los desesperados, la policía marroquí y la Guardia Civil; sin embargo, hemos de darnos cuenta de una cosa: somos un oasis para la inmigración, y lo digo en el mejor de los sentidos.




Los italianos van a rechazar libertad (ahora la de los inmigrantes, pero dentro de poco será la suya propia), riqueza cultural, riqueza económica y a más largo plazo riqueza genética, a cambio de seguridad y del control presunto de su propia sociedad (un control que, visto lo visto, en realidad reposa en las escasas manos de la mafia -la economía- y del conglomerado berlusconiano -las telecomunicaciones). Y el primer destino en que van a pensar esos nuevos refugiados (porque si es lo que parecen, quizás habrá que asumir que es lo que son) va a ser nuestro país. Eso no es ni bueno ni malo por principio, pero la cara de la moneda que salga ganadora dependerá de muchos factores, algunos de los cuales no es tán en nuestra mano (como lo están el pasotismo del español medio, su tolerancia y su liberalismo vital, que llevan, mayoritariamente, al respeto hacia el diferente). En esta parte de la reflexión, me gustaría decir que la actitud italiana de jugar con los inmigrantes como si de pelotas de tenis se trataran me parece profundamente inhumana, y ahora mismo, profundamente equivocada. Lo peor es que quedan cuatro años de berlusconianismo por delante, si no más.




¿Y por qué digo que ése puede ser nuestro futuro?




Las sociedades italiana y española no se diferencian mucho, pero han dado lugar a "ecosistemas" políticos diferentes. Todas las "alas" están divididas, pero el ala derecha cuenta con más apoyos y como toda derecha que se precie, no hay nada que la una más que el ejercicio del poder. Aquí en España, la división entre las corrientes derechistas, una vez subsumida la ultraderecha política en el PP, tiene como protagonistas los diversos nacionalismos, pero el mayor partido de derechas del país, el Partido Popular, puede estar viviendo los comienzos de una fase de división interna, de la que tal vez podrían salir nuevas formaciones políticas (lo cual me lleva a una duda, puesto que algo así creo que no ha sucedido en nuestra Historia democrática reciente: ¿qué ocurriría con los parlamentarios "populares" en Congreso y Senado?). Si eso llegase a ocurrir nuestro arco parlamentario empezaría a parecerse más al italiano.




En cuanto a la izquierda, no creo que sea posible pensar en más avances del PSOE, y ciertamente todo partido de izquierdas que se precie está constantemente al borde de una o más rupturas. Es su idiosincrasia, y la consecuencia negativa de un grado quizás mayor de democracia interna -por no hablar de fracturas nacidas de los diversos nacionalismos, también posibles y probables.




En un arco parlamentario más fraccionado, la respuesta política ante presuntos problemas causados por la inmigración sería sin duda más compleja, tendría más fuentes de opinión y seguramente saldrían a la luz reflexiones muy poco correctas políticamente hablando, que hoy sólo mantienen algunos ciudadanos y algunos políticos de épocas muy pretéritas.




Para que nuestro país siga siendo una especie de oasis en que puedan mirarse otras sociedades, independientemente del "color" de sus gobernantes, es vital, clave, esencial, que no se creen núcleos de población inmigrante, que ésta se distribuya por nuestro territorio y por nuestros núcleos urbanos, con la misma libertad que podemos hacerlo nosotros los "oriundos".




También considero muy importante dotar de derechos similares a nacionales y no nacionales: si somos parte de la ONU, cualquier persona en nuestro territorio está sujeta a su carta fundacional, ¿no?, y hasta donde yo recuerdo el derecho a juicio justo es uno de los capiteles de nuestra sociedad. Si por mí fuera, la UE debería obligar a Italia (y a todos los estados miembros) a respetar eso. Sin duda un gobierno socialdemócrata mirará más a los individuos que uno democratacristiano (algo sumamente paradójico en mi comprensión de lo que es ser demócrata y de lo que es ser cristiano, pero bueno...), pero los italianos han decidido dar la espalda a la opción socialdemócrata que se les presentaba en las recientes elecciones. Tendrían que saber que mayor riqueza para los ricos suele suponer mayor pobreza para los más pobres, y que si ellos dicen tener derecho a "defenderse" de los inmigrantes, éstos no van a rechazar ninguna oportunidad de salir de la pobreza, por ilegal y peligrosa que sea, si la sociedad a la que han decidido aportar sus vidas no los arropa o es peor, los rechaza. Los italianos en otro país harían parecido: todos somos humanos.




Sobre las posibles medidas favorecedoras de la repatriación de inmigrantes que pueda desarrollar nuestro país, no tengo aún una idea clara, aunque sí tendencias contrapuestas, que tal vez explique otro día.




M@k, el Buscaimposibles

3 comentarios:

Marta Salazar dijo...

"Están "acusados" de diversos delitos menores, pero la noticia no aclara que haya habido ningún tipo de juicio, y yo me decanto por esa opción. Leo con asombro que los italianos echan la culpa de la presunta inseguridad ciudadana a esos colectivos, sí, Italia, la cuna de la mafia"

así es! pero los incnedios que hubo ayer de las viviendas de los gitanos también son delito, o no?

y no fueron los gitanos los que las incendiaron...

los extranjeros siempre pueden cometer cierto tipo de delitos como los que van en contra de la ley de extranjería...

Oye, a propósito, los delitos cometidos por los anarquistas con motivo de la Cumbre de los 8 grandes en Heiligendamm hace unos meses, tuvieron como protagonistas mayormente a extranjeros

y adivina de donde venía el mayor grupo de ellos: DE ESPANA!!!

eran anarquista de izqzuierda y vienen a Alemania a engrosar las estadísticas de los extranjeros que cometen delitos, pero delitos de verdad y no quedarte unos días más de lo que permite tu visa!

delitos de lesiones graves y de danos materiales graves, en este caso!

Saludos Mak y gracias por publicarlo!

PS: Hugo Perini tiene un artículo sobre el mismo tema, en Italia, no lo encuentro, lo "linkeo" después, cuando lo encuentre.

Anónimo dijo...

Marta: sí, hoy en El País viene que los incendios los promovieron miembros de la Camorra. Mi artículo se centraba en lo político, sin bajar a los barrios... bajos.

En cuanto a esos anarquistas: me temo que la mayoría se sentirían insultados si se los considerase o llamase "españoles": los más activos y los que han contribuido más a hundir el movimiento antiglobalización con sus actos violentos son de Cataluña sobre todo. Pero es curioso cómo en ese caso sí tuvieron juicios justos.

hugo dijo...

los italianos al votar por berlusconi-BOSSI m@k se han pronunciado por esta política, que estaba calramente explicitada antes de los comicios. el ministro de interior que la lleva adelante es de la liga nord, o sea que más claro imposible...

además es típico de los italianos encuontrar un chivo emisario externo para sus males: cuando la economía anda mal por su ineficiencia y baja productividad, la culpa la tuvo el euro...

la ue y la conferenciaa epsicopal italiana ya se han pronunciado en contra de esta política aniinmigratoria.

veremos que hace ahora berlusconi atrapado con bossi, el verdadero ganador de las últimas elecciones, cuyo partido xenófobo duplicó su caudal electoral.-