miércoles, mayo 02, 2007

Nigeria: el fraude de las elecciones

Yar'Ardua, nuevo Presidente

Por Jide Martins
Grupos fundamentalistas islámicos en Kano han asesinado a decenas de policías y agentes del gobierno, asaltado una comisaría de policía y causado no pequeña tensión en la gran ciudad nórdica. No se lanzaron esta vez contra cristianos, ni contra los suníes, sino contra el Estado; eran talibanes en venganza y una manifestación de fuerza en protesta por la manipulación del gobierno en las elecciones.

Días antes de las elecciones para gobernadores, un líder fundamentalista habló apasionadamente en una asamblea de rezos en contra del candidato del partido oficial, el Peoples Democratic Party (PDP). Fué asesinado por un enemigo político (aquí los políticos contratan bandidos que llegan incluso a matar para ganar el poder).

Después de las elecciones, cuando la comisión electoral declaró vencedor a ese candidato oficial y a su partido (PDP), fundamentalistas se dirigieron a la comisaría de policía y a la comisión electoral, con armas llevadas por sus propias esposas e hijos, y empezaron a disparar a todo oficial a la vista y a quemar los vehículos y las oficinas. Murieron el jefe del distrito y una veintena de policías.

Cundió la tensión en la ciudad, hasta que la comisión electoral decidió cambiar su veredicto, concediendo la victoria al principal partido de la oposición en ese estado. Una medida prudente, pues así se evitaron disturbios que seguramente habrían cundido en otros estados.

Al cabo de unos días el gobierno envió el ejército en busca de los talibanes. Mataron a más de veinte y el resto huyeron fuera del país.

Comentario a las elecciones

El presidente y el partido en el gobierno parece que se han excedido en el fervor manipulativo: han arrasado todos los estados, con la excepción de Lagos, otro (Abbia, un estado del sur dominado por Igbos rebeldes que se negaron a aceptar los sobornos del partido oficial) y ahora Kano (bajo la presión islamista).

Téngase en cuenta que durante el gobierno de Obasanjo y su PDP se han venido abajo los servicios de agua y de electricidad; las refinerías ya no funionan en absoluto (se importa toda la gasolina); los servicios de sanidad se han hundido; la corrupción es galopante y a ella habría que añadir el gangsterismo político. No hay seguridad. ¿Cómo es posible que un gobierno así espere ser votado por el pueblo? Pero así parece haber sido, con una aplastante mayoría de más del 70%. Adjunto el gráfico de los resultados.

La oposición estaba muy dividida y las elecciones cuestan mucho dinero. Sólo el gobierno tiene los recursos para organizarlas y para ganarlas, comprando a millones de votantes y pagando a los organizadores para que salga el fraude y a los bandidos para que se aseguren que todos votan por el gobierno.

Pero está claro a los ojos de todos que como no se reforme la ley electoral y se logre reducir la corrupción, es imposible desalojar a la clase dirigente -incluso si los líderes de la oposición se unifican bajo un sólo candidato-, tal ha sido el fraude monumental programado y pagado por el presidente y el partido oficial.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Que terrible, parece una película de ciencia ficción y es la más cruel de las realidades.

Me pregunto si algún día se logrará un cambio en esas zonas.

Es una pena.

Daniel Alberto Silanes Puentes escucha a Osita Osadebe.

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

Ahora ya no pueden meterse con mi foto, mira éste...
Es una triste realidad, desde luego: si se sigue la secuencia de artículos, se ve una cierta esperanza, que va desvaneciéndose hasta la catástrofe final. Uno siempre espera que Nigeria salga adelante; pero la realidad es terca y desanimante.