jueves, marzo 08, 2007

Superioridad moral

La noticia: El Gobierno español concede al terrorista de ETA De Juana Chaos, en huelga de hambre, el segundo grado penitenciario, de modo que cumplirá el resto de su condena en régimen atenuado y en su casa.

Conocido es el caso del terrorista De Juana, condenado por 25 asesinatos, que al ir a salir de prisión, cumplida la pena, fue condenado de nuevo por enaltecimiento del terrorismo, primero a doce años más de cárcel, reducidos luego, tras recurso, a tres.

Conocido es que los miles de años de prisión que corresponden por tantos asesinatos se convierten en no más de treinta, que luego quedan en menos por diversos motivos establecidos por las normas penales y penitenciarias.

Y conocido es el escándalo y la indignación que produce en determinados casos y circunstancias que tan tremendos y contumaces asesinos anden de nuevo libremente por las mismas calles que sus víctimas.

Sin embargo, las leyes penales garantistas son un reflejo de la superioridad moral de la sociedad sobre los delincuentes y los terroristas que la atacan. Así están organizados, matiz más o menos, todos los Estados modernos, y esto forma parte de su grandeza, porque posibilita vivir con libertad.

Lamento disentir de las asociaciones cívicas que luchan pacíficamente contra el terror, por las que siento la más viva simpatía y afinidad; pero no es el camino pedir que se apliquen o no las leyes haciendo acepción de personas: eso es discriminar. En todo caso, habrá que pedir que se cambien las leyes.

La superioridad moral del Estado puede permitirse, incluso, medidas de gracia, y es bueno que las tome de vez en cuando y manifieste así que es una organización sólida que no se tambalea fácilmente.

Ahora bien, lo que el terrorista De Juana ha planteado con su huelga de hambre es un pulso en toda regla, y en estos casos lo que corresponde al Estado es demostrar que tiene el monopolio de la fuerza, que es otra manifestación de su superioridad moral, no poco importante, porque de lo contrario lo que queda patente es su debilidad.

Cediendo al chantaje, como ha sucedido con la excarcelación prematura del terrorista De Juana, el Estado ha quedado a los pies de nuevos chantajes, cayendo en inferioridad moral.

El señor Presidente del Gobierno ha dicho que se trata de salvar el “supremo valor de la vida”; olvida que el Estado es el Estado, no las Hermanitas de los Pobres.

9 comentarios:

Marta Salazar dijo...

Esto es... normal en la legislación penal espanola? Se hace con todos los delincuentes?

O es una gracia del estado /del gobierno con respecto a una persona en particular?

Mostró arrepentimiento? Ayudó a la justicia a aclarar los casos en que estuvo envuelto? Se disculpó antes las familias de las víctimas?

Acabamos de discutir dos casos en Alemania y éstas son más o menos las cuestiones planteadas por estos pagos...

Gracias Alberto! En los blogs espanoles leía algo de Juana, pero no sabía quién era, pensaba que hablaban de alguna mujer...

Anónimo dijo...

En efecto: De Juana es un asesino, ha planteado y aparentemente ganado un chantaje contra el gobierno, no mostrará jamás arrepentimiento, y lo último que quiere es que cese la lucha armada de ETA.

Pero lo cierto es que doce años por dos artículos de opinión en los que no amenaza directa ni explícitamente, se vieron demasiado bien que eran una maniobra para que no saliese de la cárcel sin cumplir los 30 que habría debido. Pero si a un violador, por poner a alguien tan execrable como ejemplo, no se le aplican esas medidas "correctoras", tampoco se le debería haber aplicado a él. Y efectivamente, el recurso al que Estado al que tanto odia le concede, ha reducido a 3 los años que debçía cumplir, habiendo estado año y medio en prisión preventiva y sin condena en firme. Precisamente porque el estado moderno tiene que ser garantista en lo judicial, tiene que velar también por la salud de sus presos. Si uno de ellos es pillado mientras intenta suicidarse, ¿no debe el guardia tratar de impedirlo? Pues bien, varios informes médicos aseguraron que De Juana estaba al borde de la muerte (vamos, que acababa de colgarse de la soga) y que necesitaba prisión atenuada.

De Juana ha cumplido la condena a que el estado, personificado en dos legislaturas de Aznar, le había aplicado. Desde cualquier punto de vista, había cumplido, y cuando termine los tres años de esta nueva condena, salvo que se muera antes, estará "limpio". No será malo recordar que la mayor parte de la reducción de su pena de 30 á 18 años le fue concedida por el gobierno de José María Aznar, por ejemplo por la escritura de un libro en el que vertía insultos y amenazas veladas como las de los dos últimos artículos. Y eso es una constante: el PP protesta por situaciones que él generó durante su desgobierno de ocho años en España. Por otro lado, la fuerza no la detenta el estado en su gobierno, sino las fuerzas armadas y de seguridad. Haber dejado que De Juana se muriera habría sido ceder a lo que realmente deseaban muchos abertzales, un mártir, una figura física y recordable por la que luchar aún más. Ahora tienen algo parecido, en parte por la actitud del PP. Es bueno saber que se acercan elecciones municipales, autonómicas, forales aquí en el País Vasco y que al año que viene las volverá a haber generales. Dios nos pille confesados como vuelva a salir el PP, sobre todo este PP que estamos viendo.

Marta Salazar dijo...

Ah! Gracias Mak, la discusión que ha tenido lugar en Alemania acerca de los dos terroristas, una que salió "en libertad vigilada" y el otro que, leía hoy que parece que, finalmente, el Pdte. demócrata cristiano no le va a dar la "gracia de la libertad"...

http://alemaniasociedad.blogspot.com/2007/02/el-cardenal-meisner-y-guido-westerwelle.html

Por si les interesa, me parece que sirve un poco para pensar en este tipo de problemas...

No sé si saben que algunos "veteranos" (entre 55 y 60) de las Brigadas Rojas italianas estaban planeando un atentado y los pilló la policía y se los "llevó presos".

Hasta en esto se ve que nota el envejecimiento de la población en Europa!

Anónimo dijo...

Marta, si nos olvidamos de las particularidades de cada país, lo que está en el fondo de todo esto es la concepción del sistema penitenciario de un país democrático que además, y como mínimo, rechace y no adopte la pena de muerte. ¿Ha de concebirse la cárcel como un lugar donde castigar (sin piedad) o un lugar donde procurar la reinserción y rehabilitación de la persona delincuente? Aún más profundo: ¿podemos permitirnos el optimismo infinito e ingenuo sobre todas las personas? ¿Sobre villanos como De Juana? ¿Hay delitos "especiales" que deberían estar un poco al margen de trato que reciben otros delitos? ¿En qué principios filosóficos / políticos / religiosos queremos basar nuestra sociedad, y el sistema pnitenciario forma parte de ella?

Y paro ya ;-)

Anónimo dijo...

Lo realmente curioso de los españoles -así de mal nos va- es que en cuestiones como esta no nos importa ni el sistema judicial, ni el Estado de Derecho, ni los Derechos Humanos, ni la Democracia... que decimos defender. Cada cual trata de acomodar los hechos para que su sentimiento político no se vea afectado y para echar la basura en casa del enemigo.

No se quienes me dan más miedo, si los que se sienten de pronto hiperresponsables en lo que se refiere a la defensa del sistema, o los que entienden por Derechos Humanos excarcelar a un asesino que continua dispuesto a matar. El colmo ya es remitirse, como han hecho personas de derechas y de izquierdas, a anteriores presidentes como Aznar y González.

En fin, tal vez el mío sea un comentario un tanto oportunista: situarse en una atalaya -caul juez- y disparar a todo lo que se mueva. Sin embargo, no podemos negar que cuando hablamos de estos temas nos pesa más que cualquier otra cosa el color político. Decir lo contrario es un tanto -con perdón- hipócrita.

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

Para que se entienda en otras latitudes, el sistema penal-penitenciario español, como en general el occidental-, tiene muchas medidas correctoras que intentan conjugar todas esos principios jurídicos que inspiran las penas de prisión, que señala m@k: castigo, defensa de de la sociedad, rehabilitación del delincuente, etc.
En este caso, el terrorista no sólo no se ha arrepentido, sino que se mantiene en su opción violenta y, para colmo, ha hecho público y notorio su desprecio de las víctimas y su satisfacción por el dolor de éstas.
Sin embargo, opino que no es la "maldad" del sujeto la que debe tenerse en cuenta, puesto que ha cumplido prácticamente la pena, sino el chantaje al Estado que ha hecho con la huelga de hambre: esto es lo que un Estado serio no puede permitir.
En otro orden de cosas, lamento tener que decir que esta vez creo que a m@k se le ha ido la mano en contra del partido de la oposición; al menos su política antiterrorista fue bastante eficaz durante su gobierno, combinó firmeza -siempre legal- con las medidas de gracia propias de un Estado seguro, y nunca cedió a un chantaje. Opino, además, que plantear la eventual victoria de una u otra opción política en términos apocalípticos no ayuda nada a la democracia.

Anónimo dijo...

Durante el secuestro del funcionario de prisiones Ortega Lara, ETA exigió al Gobierno español el acercamiento de presos al País Vasco. Y el Gobierno aceptó. ¿No fue chantaje aquello? ¿O es que la vida humana es defendible en unos casos y en otros no? Claro que en este caso ha habido chantaje, y mayúsculo, pero en aquel tiempo que menciono ningún partido se manifestó contra el gobierno de Aznar por liberar o acercar a presos con delitos similares a los de De Juana

Si hablamos de estado fuerte y seguro, ¿a qué gobierno te refieres? ¿Al de Aznar, que apenas aumentó el número de agentes policiales y en cambio propició la explosión de la seguridad privada en España, con un aumento sin precedentes de la inseguridad, un arma para la ultraderecha? Un estado democrático y garantista no es más débil si aplica las leyes que se le ha impuesto desde el pueblo, sino como bien se decía al comienzo del artículo, es la aplicación de esas leyes, nuestra "civilización", lo que le hace superior ante la maldad de los terroristas.

Aunque hay un aspecto que siempre me choca: aquí en España los que más proclaman y supuestamente apoyan de boquilla los valores cristianos son también los que más deseaban ver muerto a De Juana...

¿Es que nadie ve que la auténtica victoria de ese asesino habría sido morir en prisión?

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

Con Ortega Lara el gobierno no cedió al chantaje, lo liberó, con Aznar el gobierno cerró el periódico de los terroristas, disolvió el brazo político de los terroristas, desmonto la estructura económica de los terroristas, sacó a los terroristas de las instituciones, consiguió el apoyo de todo occidente contra ETA, aisló internacionalmente a los terroristas, combatió con eficacia el terrorismo callejero... y aplicó medidas de gracia porque podía, porque no estaba sometido a chantaje.
Lo de la inseguridad lo dejo pasar.
Lo que no dejo pasar es la alusión a los cristianos, porque me considero uno de ellos, y no deseo ver a De Juana muerto, sino en el cielo, y no ahora, cuando Dios disponga. M@k, no te pases.

Anónimo dijo...

Lo único que consiguió el PP fue enconar y despreciar a una parte de la población, darle fuerza al PNV y enrocar las posiciones de todos para así ganar votos. Y me parece que mencionar los supuestos valores cristianos de muchos es relevante, porque hasta tres médicos certificaron que De Juana estaba a punto de morir y que sin duda lo haría si no se le aplicaba la prisión atenuada. Muchos de esos cristianos con visón y joyas en las manifestaciones de la AVT y el PP deben de ser los dscendientes ideológicos directos de los fariseos.

¿Y con Ortega Lara no hubo cesiones a un chantaje tan claro como el de De Juana, cuando el PP hizo todo lo que ETA le pedía en sus comunicados? A lo mejor sólo es chantaje si no está el PP en el poder. Y rechazo absolutamente la idea que destilan tus palabras de que aquí sólo el PP ha hecho cosas contra ETA. Sí, hicieron mucho: dilatar el problema y enconarlo durante ocho años, intentando criminalizar todo lo que sonara a vasco. La última vez, fue hace tres años y dos días, aunque bueno, después de ese tiempo siguen intentando endosarle 192 muertos más a ETA, por si no parecían suficientemente malvados.