Como es la primera vez que escribo en Planisferio me presento, soy Alezitaz, una estudiante de derecho chilena, en adelante escribiré sobre lo que ocurre en mi país y las noticias que yo encuentro relevantes.
Hoy hablaré sobre un tema que casi no se tocó en los medios de comunicación chilenos pero que creo que es muy peligroso para nuestra economía, pero para esto antes tengo que explicar un par de cosas.
Chile no es un país monoproductor (según mi profesor de economía), sin embargo, gran parte de nuestros ingresos son producto de las empresas que se dedican a la “gran minería”, entre ellas destaca Codelco, que es un de las pocas empresas estatales que quedan en Chile.
Lamentablemente en mi opinión, años atrás se llegaron a diversos acuerdos con empresas argentinas productoras de gas natural, quienes fueron apoyadas en las negociaciones por el estado trasandino. Gracias a esto y a su bajo costo no se diversifico suficientemente la matriz energética transformándonos en dependientes del suministro de gas por parte de estas empresas y de las centrales hidroeléctricas.
En Chile la generación de electricidad no es una actividad regulada por el Estado, sino que se han creado, por medio de la ley, incentivos para que los privados inviertan en este mercado
En los últimos años hemos tenidos bastante problemas debido a que las empresas argentinas no están en condiciones de producir gas suficiente para exporta a nuestro país y cumplir con todas las obligaciones contractuales, por lo que se ha mantenido el suministro a los clientes privados y comerciales pero no en los industriales.
Las grandes minas en Chile, tanto de explotación privadas como públicas, se encuentran en el Norte del país,
La semana pasada hubieron restricciones del gas enviado desde Argentina hacia el norte de Chile, más allá de las explicaciones que se dieron y de si lo que se dijo públicamente era verdad o no, demostró lo sensible que es la generación de electricidad en el sistema del sector norte.
Lo más grave sería, a mi parecer, que si las empresas generadoras no son capaces de entregar la energía necesaria para lograr explotar las mineras, que se encuentran entre los mayores consumidores de energía en Chile, está actividad se paralizaría, lo que claramente castigaría fuertemente a nuestra economía la que perdería millones y millones de dólares por esto.
Si bien se están haciendo grandes esfuerzos por diversificar la matriz energética estos no darán resultado antes de un par de años o más, por lo que el futuro de nuestro país, por ahora, se ve incierto.
La buena noticia es que hoy la Enap anunció que se encontraron reservas de gas natural en la región de Magallanes, al otro extremo del país, las que con mucha suerte podrán abastecernos por un buen periodo de tiempo.
Hoy hablaré sobre un tema que casi no se tocó en los medios de comunicación chilenos pero que creo que es muy peligroso para nuestra economía, pero para esto antes tengo que explicar un par de cosas.
Chile no es un país monoproductor (según mi profesor de economía), sin embargo, gran parte de nuestros ingresos son producto de las empresas que se dedican a la “gran minería”, entre ellas destaca Codelco, que es un de las pocas empresas estatales que quedan en Chile.
Lamentablemente en mi opinión, años atrás se llegaron a diversos acuerdos con empresas argentinas productoras de gas natural, quienes fueron apoyadas en las negociaciones por el estado trasandino. Gracias a esto y a su bajo costo no se diversifico suficientemente la matriz energética transformándonos en dependientes del suministro de gas por parte de estas empresas y de las centrales hidroeléctricas.
En Chile la generación de electricidad no es una actividad regulada por el Estado, sino que se han creado, por medio de la ley, incentivos para que los privados inviertan en este mercado
En los últimos años hemos tenidos bastante problemas debido a que las empresas argentinas no están en condiciones de producir gas suficiente para exporta a nuestro país y cumplir con todas las obligaciones contractuales, por lo que se ha mantenido el suministro a los clientes privados y comerciales pero no en los industriales.
Las grandes minas en Chile, tanto de explotación privadas como públicas, se encuentran en el Norte del país,
La semana pasada hubieron restricciones del gas enviado desde Argentina hacia el norte de Chile, más allá de las explicaciones que se dieron y de si lo que se dijo públicamente era verdad o no, demostró lo sensible que es la generación de electricidad en el sistema del sector norte.
Lo más grave sería, a mi parecer, que si las empresas generadoras no son capaces de entregar la energía necesaria para lograr explotar las mineras, que se encuentran entre los mayores consumidores de energía en Chile, está actividad se paralizaría, lo que claramente castigaría fuertemente a nuestra economía la que perdería millones y millones de dólares por esto.
Si bien se están haciendo grandes esfuerzos por diversificar la matriz energética estos no darán resultado antes de un par de años o más, por lo que el futuro de nuestro país, por ahora, se ve incierto.
La buena noticia es que hoy la Enap anunció que se encontraron reservas de gas natural en la región de Magallanes, al otro extremo del país, las que con mucha suerte podrán abastecernos por un buen periodo de tiempo.
4 comentarios:
Estimada Alezita,
Primero que todo agradecerte el que hubieras opinado directamente a mi correo e-mail sobre columna publicada con anterioridad.
Bien, y ahora en referencia a tu columna, me gustaría comentarte que lo que tu profesor de economía no te comento es que las decisiones Económica de un país son resultado en algunas ocasiones de su Política y coyuntura interna.
Es decir, no hay posibilidad de responsabilizar al gobierno Argentino de las decisiones tomadas en cuanto a la prioridad que tiene la distribución del gas en su país. O dicho de otro modo, y en un ejemplo hipotético que Chile fuera el productor y exportador de gas, crees tu lógico que por cumplir acuerdos de abastecimiento internacionales nuestro país dejara a su población sin el suministro?
Ok, la respuesta será es que Argentina no invirtió en la modernización y puesta en marcha de nuevos proyectos de explotación. Y la reflexión es, entonces, a caso nadie sabía que Argentina no iba a ser capaz de resolver este problema? Solo habia que seguir la crisis económica y la fuga que siguió a ella de FDI [Extranjera] como de NDI [Nacional]
Entonces, esto es resultado de nuestra incapacidad de análisis anticipado. Así es!. O dicho de otra manera todos creímos que la fuente de energía a precio irrisorio seria para siempre. Por favor!
Finalmente, ojo con el anuncio hecho de las nuevas fuentes de energías. No olvides que los mercados en muchas ocasiones necesitan de señales que tranquilizadoras. Por eso, me parece muy ‘oportuno’ que dada la situación actual de carencia energética ‘justo’ tengamos un anuncio ‘esperanzador’ de una fuente [si se puede llamar fuente a una reversa con proyecciones de 14 años de explotación y a la cual aún hay que confirmar su capacidad de comercialización] de energía.
Un abrazo,
Rodrigo Alvarez Valdes
Muy buen artículo. Saludos.
Hola:
Gracias por sus opiniones!!!
Para Rodrigo Alvarez.
Coincido contigo en que faltó planificación de parte de Chile, pero en los negocios, tanto nacionales como internacionales, se requiere una dosis importante de buena fe: es necesario que el socio sea confiable, que su palabra valga algo, para poder tener una relación comercial duradera y provechosa. El error principal de Chile fue creer, como muchos argentinos creyeron, que Argentina había madurado, que era en verdad un país serio. Chile pensó que, al firmar tratos con empresas establecidas en Argentina, avalados y aprobados por el gobierno de Buenos Aires, en los años '90s, estos tratos permanecerían vigentes por la vida del trato; si una de las partes tenía problemas (Argentina para proveer el suministro o Chile para pagar), había mecanismos que se podían usar sin necesidad de renunciar al trato. Pero lo que escribes, que Argentina no podía exportar a Chile porque su población se quedaba sin gas, no resiste análisis. ¿Tú firmas un contrato conmigo, y después me dejas sin mi producto porque lo quieres consumir? Puedes hacerlo, claro, pero no me digas que la culpa es mía. Donde Chile yerra absolutamente es en seguir negociando con un gobierno montonero. Aunque cueste ahora, Chile debería simplemente ignorar la existencia de gas argentino (o boliviano o peruano). Se puede comprar gas en otra parte, y siempre resultará más barato que los cortes de gas del lado argentino. También se debería explorar seriamente la energía nuclear. Pero es importante dejar establecido que, aun con los errores del lado chileno, existe el deseo del lado argentino, por razones ideológicas e históricas, de hacer lo posible por arruinar el progreso nacional. Si la decisión argentina hubiese sido puramente "social," como implicas, era fácil ver que Chile pagaba el triple de lo que pagaban los consumidores argentinos; con ese exedente, el gobierno argentino (previa coerción de las empresas privadas, al más puro estilo bonaerense actual) podía destinar fondos a subsidiar el consumo de energéticos para que los consumidores trasandinos no tuvieran lugar a queja. Pero no sólo era más fácil violar la palabra empeñada, también era más conveniente: los consumidores argentinos NO recibieron más gas, pero Kirchner culpó a las empresas de su patoterismo, lo que el señor K hace siempre; y de paso dañaba la economía de Chile, que cometió la imperdonable ofensa de superar a la economía Argentina, mientras todos sus indicadores socioeconómicos dejaban a Argentina atrás. No ha sido el golpe terrible que se creyó en un momento, pero podemos estar seguros de que habrá otros intentos. El hermano K es incapaz de construir, pero no se queda en el intento de destruir su país y dañar a los vecinos. Si no me crees, pregúntale a los uruguayos con sus plantas de celulosa, ¿o me vas a decir que Argentina de verdad está preocupada por el ambiente, y no envidiosa de que la inversión billonaria se vaya al otro lado del río? Si estos ejemplos (plantas de celulosa uruguayas, gas para Chile) no son mala fe, entonces ¿qué son?
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