jueves, junio 19, 2008

No a la Europa del 4º Reich

Condiciones laborales abusivas...65 horas de trabajo precario a la semana.

Pagar hasta por recibir llamadas... Unos cuantos euros más al mes en la tarifa del móvil.

"No" de los ciudadanos irlandeses a esta Europa... Unos cuantos años de "pedagogía", total, sólo son irlandeses ignorantes que no saben lo que les conviene.

Retener 18 meses a inmigrantes ilegales, sin cargos, sin motivos, porque sí... ¡El precio para eso es nuestra humanidad!

Europa está gobernada por nazis, que desde aquí salga mi humilde voz contra la asumción de las tesis racistas, xenófobas, nazis, deshumanizadoras y simplemente asquerosas de proto-monstruos como Sáenz de Ynestrillas, Le Pen, Haider o Berlusconi por partidos como el PSOE o el PP. ¿Con qué derecho toman en Europa decisiones que nos convierten en países nacionalsocialistas de facto sin contar para nada con las personas que les hemos puesto ahí?

Me dice Marta Salazar a cuenta de la campaña contra las 65 horas que en Alemania nadie ha dicho nada de eso. Así que cualquier análisis de la situación es demoledor: o bien a los alemanes les han sumido en el desconocimiento sus políticos y medios de comunicación, o bien sólo al Sur de los Pirineos hay ciudadanos europeos despiertos, comprometidos y luchadores. Horror en ambos casos.

Sé que esta semana os estoy pidiendo muchas firmas, pero ésta es muy necesaria también: firma contra la vergonzante directiva que nos permite, por ser europeos, apresar y encarcelar durante 18 meses a cualquiera que queramos por el hecho de no serlo o no tener papeles que acrediten su humanidad.

Artículos imprescindibles: el de Juan Varela, el de Leolo.

Y para diferenciar este post del que he publicado en De todo un poco, añado este videclip que muestra muy a las claras la rabia que sentimos últimamente en España por las medidas que están llegando de Europa, siempre en perjuicio de los trabajadores y de los más débiles en general:

martes, junio 10, 2008

Turquía: la lucha en torno al velo

La pasada semana el Tribunal Constitucional de Turquía anuló las enmiendas que otorgaban libertad a las universitarias para acudir a clase con el velo islámico. La medida, aprobada tras cinco largas horas de deliberaciones, deja en una complicada situación al Gobierno, principal promotor de la legalización de esa prenda femenina. El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) vuelve a tropezar una vez más con la oposición de la socialdemocracia kemalista. Los laicistas del Partido Socialdemócrata (CHP), a pesar de haber cedido el poder gubernamental y parlamentario, mantienen el control del Ejército y la Justicia. Desde hace tiempo esto viene complicando enormemente la labor del primer ministro Erdogan y de sus programas reformista.

La lucha en torno al velo no es más que el último capítulo en esta compleja historia. El primero de ellos lo vivimos hace poco más de un año –abril de 2007- con la cuestión del relevo presidencial. El mandato del entonces presidente Sezer tocaba a su fin, razón por la que AKP trató de situar a uno de los suyos al frente del Estado. El designado fue el Ministro de Exteriores Abdullah Gül, personaje con una reputación intachable y, sobre todo, una excelente relación con los hombres de Bruselas. Sin embargo, no alcanzó los dos tercios de la cámara parlamentaria requeridos por la Constitución. El primer ministro Recep Tayyip Erdogan anunció entonces la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas para julio de 2007. Si AKP lograba el triunfo, el camino de Güll a la presidencia quedaría libre. El triunfo sobre los socialdemócratas de Deniz Baykal fue aplastante (47% de los votos), pero las sombras seguían rodeando a la cuestión presidencial: el Ejército, fiel defensor de la herencia kemalista, no estaba conforme con el nombramiento de un islamista –por muy moderado que este fuera- como presidente de la República. Finalmente, la cesión gubernamental a la petición militar de atacar las bases kurdas del norte de Iraq acabó por apaciguar los ánimos. El ruido de sables fue desapareciendo poco a poco: el Ejército no se opondría, por el momento, al tanden Erdogan-Gül.

Después de los episodios que hemos resumido en el párrafo anterior (Presidencia y Ejército), le ha llegado el turno a la Justicia.
El 14 de marzo de 2008 Abdurrahman Yalçınkaya, fiscal jefe de la Corte Suprema de Apelaciones de Turquía, presentaba una demanda de cierre contra el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Apenas dos semanas después –el lunes 31-, el Tribunal Supremo del país admitía esta demanda contra el grupo político liderado por el primer ministro Recep Tayyip Erdogan. La decisión se producía por rotunda unanimidad a pesar de incluir el procesamiento del actual Presidente, también miembro de AKP, Abdullah Gül. Son muchos los comentaristas políticos que relacionan esta reacción judicial con la intención gubernamental de apoyar la legalización del velo. Es más, la medida se aprobó en la cámara parlamentaria durante el mes de febrero, tan sólo unas semanas antes de la reacción judicial. La conexión parece evidente. Por esa razón, la reciente decisión del Tribunal Constitucional no sólo ha de interpretarse como una negativa a la legislación del velo, sino también como un espaldarazo a los proyectos de ilegalización expuestos por el fiscal Yalçınkaya. Por su parte, AKP ya ha anunciado su deseo de reformar la actual Constitución turca, que data de los tiempos del último golpe militar (1980), Mustafa Kemal. Tendremos que esperar, al menos un mes, para ver en que acaba todo.

Bibliografía:

El turco. Diez siglos a las puertas de Europa; Francisco Veiga – Barcelona – Debate – 2007.

Turquía, entre Occidente y el Islam: una historia contemporánea
; Glòria Rubiol – Barcelona – Viena -2004.

Cuestión de laicismo
; Pablo Gómez – Hacia Oriente – 8 de Junio de 2008.

Turquía: continúa la lucha entre islamistas y kemalistas
; Carlos González Martínez - Historia en Presente - 11 de Abril de 2008.

Imágenes: Wikimedia