jueves, agosto 09, 2007

Nigeria: Electricidad 24 horas al día

foto JM

Por Jide Martins

Es noticia.
Por cuatro décadas, Nigeria había sido incapaz de suministrar electricidad a centros urbanos como la capital comercial de Lagos.
Las razones proferidas por los responsables eran abundantes: sequía, cuando la fuente principal eran los pantanos, conflictos y sabotajes en los gaseoductos, cuando se comenzó a utilizar gas en la generación de electricidad; falta de inversiones en el sector por pasados gobiernos, etc.
La compañía estatal de electricidad, conocida por sus siglas NEPA (Nigeria Electrical Power Authority), tenían un significado muy diferente entre la población: (No Electrical Power Available), era también conocida como el Poder de las Tinieblas.
El pasado gobierno comenzó a reformar el sector dividiendo el monopolio estatal en diversas compañías: una generadoras y otras de distribución, para preparar su privatización e intentar acabar con el problema endémico de casi todos los organismos públicos: la corrupción. Los sucesivos gobiernos habían destinado cada vez mayores asignaciones presupuestarias, sólo para recibir menos y menos servicios.
El asunto llegó a tales proporciones que el suministro de luz se llegó a limitar a 3 horas al día y en muchas ocasiones ni siquiera se llegaba a cumplir ese cupo. Nigeria se encuentra entre los países que importan más generadores de electricidad del mundo. Grandes y pequeños. Para grandes empresas e industrias o instituciones, y para viviendas pequeñas, o negocios tan singulares como el de cargar teléfonos móviles en medio de la calle.
El coste de los generadores, del diesel o gasolina y de su mantenimiento es elevado, empobreciendo a los que ganan poco y haciendo que el precio de los bienes y servicios sea excesivamente alto. En estas condiciones se explica que Nigeria encontrase muy difícil atraer inversores, pues los costes de hacer negocio, si se añaden la carencia de otras infraestructuras como carreteras, orden y seguridad, se acumulaban para disuadir incluso a los más arriesgados empresarios del mundo.
Muchos temían que las razones de la inhabilidad del gobierno de terminar con el problema endémico de falta de suministro de luz eran precisamente los intereses de los importadores de generadores entre los que, se decía, se encontraban contratistas patrocinados por dirigentes del gobierno.
Sea cual fuere el motivo Nigeria está disfrutando estos días de 24 horas de electricidad al día.
¿Cuánto durará?
¿Qué es lo que ha pasado?
Es un hecho que en los últimos tres años del pasado gobierno se hicieron nuevas y cuantiosas asignaciones presupuestarias para poner en marcha más plantas de generación de electricidad y arreglar las antiguas.
Parece ser que el reciente cambio de gobierno cuenta con un liderazgo más honesto y con una determinación fuerte de resolver este problema fundamental y allanar el camino para la privatización.
Es de esperar que la bonanza se mantenga. Si es así, será más fácil a las nuevas compañías estatales cobrar las inmensas cuentas por la electricidad que suministran, empezando por los organismos del gobierno. Pocos se deciden a pagar cuando el servicio es tan deplorable. Esto hará posible contar con ingresos regulares de los consumidores y poder atraer a inversores que se hagan cargo de las plantas eléctricas y de la distribución.
Existe el peligro de que se levanten voces para persuadir al gobierno a dar marcha atrás en su programa de privatización, concluyendo apresuradamente que el gobierno puede seguir gestionando el sector, sobre todo para que los subvencione y los consumidores puedan pagar tarifas menores.
Ciertamente una privatización corrupta, vendiendo a bajo precio las plantas a los contratistas avispados que merodean los pasillos del poder, y permitiendo, al cabo del ejercicio, subir las tarifas sin ningún control, sería un injusto desastre social.
Pero la solución no parece que resida, de acuerdo con la experiencia de cuatro décadas, en confiar que los dirigentes del gobierno sean, de ahora en adelante, honestos. La corrupción se puede eliminar mejor cuando existen menos tentaciones, menos posibilidades de abusar el poder con favoritismos.
Bastante tiene el gobierno con atender las demás áreas de la vida nacional: la administración pública, el orden, la seguridad, las carreteras, los transportes, etc.; así como, fomentar y dirigir la iniciativa privada, manteniendo las reglas del libre mercado y de la competencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una buena noticia para los nigerianos, sí. En mi opinión privatizar no disminuye la corrupción, sólo la desplaza (la corrupción sería como la entropía, que nunca disminuye) al sector privado. Si se privatiza sin reforzar el sistema legal, claro. La ley es el esfuerzo necesario para que la corrupción disminuya, no (sólo) las privatizaciones.