Y plagado de peligros y dificultades, pero no era cuestión de escribir todo el artículo en el título, ¿verdad?
Seguramente no habrá trascendido mucho más allá del Suroeste francés una noticia que sin embargo ha sacudido la actualidad española. El presidente de la comunidad autónoma del País Vasco, Juan José Ibarretxe, ha anunciado que convocará una "consulta popular" con el aparente objetivo de preguntar no se sabe aún qué exactamente, pero con la intención declarada de "dar" a la sociedad vasca el "derecho a decidir", tampoco se sabe muy bien sobre qué, aunque todos nos barruntamos que se tratará de algo referente al mantenimiento del País Vasco dentro de España. Es un caso más de ese "centrifuguismo" que afecta parece que a tantos países, con Escocia el caso más "exitoso" hasta la fecha, Quebec el más ruinoso para los intereses independentistas y Bélgica quizás el más triste a nivel europeo, por su historia.
El anuncio de la consulta, prevista para finales de octubre de 2008 se hace a menos de medio año de las elecciones generales en España, y sólo un poco después vendrían las elecciones autonómicas en el País Vasco. La "excusa" de Ibarretxe (tx = ch), es el "bloqueo" que él observa de la "cuestión vasca" una vez fracasado el "proceso de paz" entre el Gobierno de España y la banda terrorista ETA (por favor, si algún redactor de periódico extranjero lee esto: no son meros separatistas, son terroristas). Su "leit motiv" es que una consulta quitaría argumentos a ETA, aunque muchos vemos que el mero hecho de realizarla lo que hace es dar oxígeno ideológico a dicha banda.
No es el lugar para hablar del conflicto vasco, pero actualmente ni la independencia es considerada un asunto candente por la sociedad vasca, ni ésta está inequívocamente detrás de Ibarretxe, contrariamente a lo que éste afirma: al menos entre un 40 % y un 45 % de la población se declara abiertamente no nacionalista vasca, si hemos de fijarnos en las adscripciones de los partidos políticos vascos. Incluso dentro del mismo partido de Ibarretxe, el Partido Nacionalista Vasco, hay una fuerte fractura entre un sector soberanista, liderado por él mismo, y uno más autonomista y pactista, que ve la necesidad de comprender y pactar con los que no piensan igual para "construir país". Esa fractura se ha escenificado recientemente con la salida de la política activa del principal valedor del sector autonomista, Josu Jon Imaz (aquí mejor interpretar el nombre "a la vizcaína" y leer j = y).
Se da el caso de que en el hipercomplejo sistema político y administrativo español el papel de cada administración para según qué cosas viene dado por una cosa que se llama "competencia", y que no tiene que ver con "competir", sino con "competer", y en este caso la llamada a referenda que tengan que ver con un ámbito de actuación superior al autonómico (y la decisión de si el País Vasco ha de ser libre o no de España -con lo que ya se da la falsa imagen de que los españoles estamos allí / aquí atrapando y oprimiendo algo o a alguien- es algo que trasciende lo meramente autonómico) compete simbólicamente al Rey, a través en realidad del Gobierno español. Ibarrexte quiere por una parte situarse a la par que Rodríguez Zapatero y "negociar" con él en función de lo que salga de dicha consulta, y por otro negar al resto de España la opinión acerca del tema.
Para complicarlo aún más, ETA sigue existiendo, sigue intentando matar y no tiene ninguna intención de dejarlo, aunque sí muchos menos medios y efectivos cada mes que pasa, gracias a una más que eficaz actuación de las distintas policías españolas, pero sobre todo de la francesa y dentro de poco de la portuguesa. No es escaso el sentimiento en el País Vasco de que preparar una consulta que en el fondo (y quién sabe si en la forma) va a preguntar sobre el objetivo declarado de una banda terrorista aún en activo es algo completamente injusto para con los miles de personas en el País Vasco que han de vivir con guardaespaldas el 100 % de su tiempo por estar amenazados de muerte, y un insulto en la cara de los familiares de las víctimas de dicha banda criminal, que van a ver cómo la muerte de su ser querido parecerá haber servido a los planes de quienes lo mataron. Sin embargo, quienes apoyan la consulta lo ven todo eso como secundario o incluso inexistente.
Por supuesto, este artículo refleja mi opinión personal, claramente en contra. Quienes deseen algo más de variedad e incluso un debate intenso pero educado, tienen estas dos recomendaciones, ambas de políticos pertenecientes al Gobierno Vasco, aunque de un partido distinto, Ezker Batua (Izquierda Unida, coalición de comunistas, verdes y más gente):
Seguramente no habrá trascendido mucho más allá del Suroeste francés una noticia que sin embargo ha sacudido la actualidad española. El presidente de la comunidad autónoma del País Vasco, Juan José Ibarretxe, ha anunciado que convocará una "consulta popular" con el aparente objetivo de preguntar no se sabe aún qué exactamente, pero con la intención declarada de "dar" a la sociedad vasca el "derecho a decidir", tampoco se sabe muy bien sobre qué, aunque todos nos barruntamos que se tratará de algo referente al mantenimiento del País Vasco dentro de España. Es un caso más de ese "centrifuguismo" que afecta parece que a tantos países, con Escocia el caso más "exitoso" hasta la fecha, Quebec el más ruinoso para los intereses independentistas y Bélgica quizás el más triste a nivel europeo, por su historia.
El anuncio de la consulta, prevista para finales de octubre de 2008 se hace a menos de medio año de las elecciones generales en España, y sólo un poco después vendrían las elecciones autonómicas en el País Vasco. La "excusa" de Ibarretxe (tx = ch), es el "bloqueo" que él observa de la "cuestión vasca" una vez fracasado el "proceso de paz" entre el Gobierno de España y la banda terrorista ETA (por favor, si algún redactor de periódico extranjero lee esto: no son meros separatistas, son terroristas). Su "leit motiv" es que una consulta quitaría argumentos a ETA, aunque muchos vemos que el mero hecho de realizarla lo que hace es dar oxígeno ideológico a dicha banda.
No es el lugar para hablar del conflicto vasco, pero actualmente ni la independencia es considerada un asunto candente por la sociedad vasca, ni ésta está inequívocamente detrás de Ibarretxe, contrariamente a lo que éste afirma: al menos entre un 40 % y un 45 % de la población se declara abiertamente no nacionalista vasca, si hemos de fijarnos en las adscripciones de los partidos políticos vascos. Incluso dentro del mismo partido de Ibarretxe, el Partido Nacionalista Vasco, hay una fuerte fractura entre un sector soberanista, liderado por él mismo, y uno más autonomista y pactista, que ve la necesidad de comprender y pactar con los que no piensan igual para "construir país". Esa fractura se ha escenificado recientemente con la salida de la política activa del principal valedor del sector autonomista, Josu Jon Imaz (aquí mejor interpretar el nombre "a la vizcaína" y leer j = y).
Se da el caso de que en el hipercomplejo sistema político y administrativo español el papel de cada administración para según qué cosas viene dado por una cosa que se llama "competencia", y que no tiene que ver con "competir", sino con "competer", y en este caso la llamada a referenda que tengan que ver con un ámbito de actuación superior al autonómico (y la decisión de si el País Vasco ha de ser libre o no de España -con lo que ya se da la falsa imagen de que los españoles estamos allí / aquí atrapando y oprimiendo algo o a alguien- es algo que trasciende lo meramente autonómico) compete simbólicamente al Rey, a través en realidad del Gobierno español. Ibarrexte quiere por una parte situarse a la par que Rodríguez Zapatero y "negociar" con él en función de lo que salga de dicha consulta, y por otro negar al resto de España la opinión acerca del tema.
Para complicarlo aún más, ETA sigue existiendo, sigue intentando matar y no tiene ninguna intención de dejarlo, aunque sí muchos menos medios y efectivos cada mes que pasa, gracias a una más que eficaz actuación de las distintas policías españolas, pero sobre todo de la francesa y dentro de poco de la portuguesa. No es escaso el sentimiento en el País Vasco de que preparar una consulta que en el fondo (y quién sabe si en la forma) va a preguntar sobre el objetivo declarado de una banda terrorista aún en activo es algo completamente injusto para con los miles de personas en el País Vasco que han de vivir con guardaespaldas el 100 % de su tiempo por estar amenazados de muerte, y un insulto en la cara de los familiares de las víctimas de dicha banda criminal, que van a ver cómo la muerte de su ser querido parecerá haber servido a los planes de quienes lo mataron. Sin embargo, quienes apoyan la consulta lo ven todo eso como secundario o incluso inexistente.
Por supuesto, este artículo refleja mi opinión personal, claramente en contra. Quienes deseen algo más de variedad e incluso un debate intenso pero educado, tienen estas dos recomendaciones, ambas de políticos pertenecientes al Gobierno Vasco, aunque de un partido distinto, Ezker Batua (Izquierda Unida, coalición de comunistas, verdes y más gente):
- "Normas constitucionales sobre el referendum en España y la cuestión vasca", por Javier Burón.
- "La Consulta", por Pablo Aretxabala (incorpora la intervención donde Ibarrexte anuncia la convocatoria de la consulta).
Por otra parte, todos los medios periodísticos españoles en línea rebosan de noticias, declaraciones, reacciones y columnas de opinión y de calumnias en ambas direcciones, referentes a este tema.
3 comentarios:
Gracias querido Mak!
un tema realmente muy complejo...
sobre el consejo a los extranjeros de decirles a los terroristas por su nombre y no meramente separatistas... tienes toda la razón!
Sólo dos anécdotas para que se imaginen cómo se ve esto desde Alemania.
1) una muy buena amiga mía (del país vasco, familia típica de por allí) había empezado su doctorado en Münnchen y sus compañeros alemanes no dejaban de preguntarle, llenos de entusiasmo, por los luchadores de la ETA. Nótese que quienes preguntaban eran estudiantes universitarios, esto es, la clase dirigente de Alemania.
2) otra amiga mía, también del país vasco, vino a la casa y nos cocinó un exquisito "pollo al estilo vasco"... Pregunta de mis vecinos: "qué hizo? le puso una boma adentro?"
Oh! Ahora en serio: desconcentración, descentralización sería lo aconsejable para empezar... Autonomía administrativa...
Pero eso no se logra con terrorismo... me pregunto si terminaría el terrorismo si el País Vasco alcanzara más competencia...
Pregunta: es el caso de Irlanda del Norte un ejemplo? Es comparable con el País vasco?
Me inclino a pensar que no, pero es lo que se tiende a pensar en Alemania.
Otra pregunta sobre la ETA: son sus conexiones internacionales tan buenas como se dice que son?
Gracias Mak por darnos tu opinión personal, es precisamente lo que queremos escuchar... perdón, leer.
Un abrazo!
Hola Marta. Respondiendo un poco a tus preguntas, el caso irlandés y el vasco no son comparables, ni desde sus raíces (falta de conflicto religioso aquí, ni ejército por las calles) ni en su estado actual (el País Vasco, como el resto de comunidades autónomas españolas -y he ahí lo que fastidia a muchos, esa igualdad- cuenta con prácticamente la misma autonomía adminitrativa que un Land alemán, y con cuantiosas inversiones estatales año tras año (de Madrid, me refiero)).
Por otro lado, los apoyos políticos internacionales a ETA son nulos. Únicamente cuentan con una pequeña y cada vez menor y más débil infraestructura en el Suroeste francés (anteriormente también en Bretaña), organizada por ellos mismos y sus simpatizantes huidos de España. La presión francesa es tan grande que han tenido que empezar a pensar en Portugal como próxima base de sus ataques terroristas a España, pero parece que ese movimiento se ha detectado a tiempob y que los dos países van a empezar a colaborar aún más estrechamente contra esta forma de terrorismo..
Estoy de acuerdo con la opinión y la forma de decirlo de M@k; pero comprendo que fuera sea difícil hacerse cargo. Recuerdo que en el 76 -era un chaval-, estuve en Irlanda, mis simpatías estaban, y siguieron estando después con el IRA; pues los partidarios del IRA de Cork no hacían sino preguntarnos si éramos de ETA: Es la simpatía de los bucles melancólicos de Juaristi. Lo de ETA ya me sirvió de aviso, y el discurso del Papa en Irlanda acabó de abrirme los ojos: la violencia no es apta para vencer ni para convencer. ETA e IRA tienen una cosa en comú, sólo una: son asesinos.
Publicar un comentario