El viernes por la noche, Heinrich von Pierer renunció a su cargo como Aufsichratschef (para simplificar las cosas, llamémoslo Presidente del directorio) de la empresa Siemens.
Desde hace meses, la Siemens sufre un escándalo tras otro. O, más bien, nosotros sufrimos, uno tras otro, los escándalos de la Siemens y muchos rasgan vestiduras, porque no se habrían imaginado nunca que una empresa alemana se comporte de esta forma. ¿Un poco de ingnuidad? Tal vez.
En resumen, los escándalos que se originan en hechos acontecidos durante el período en que Pierer fue Vorstandsvorsitzender son:
1) primero fue el escándalo de "las cajas negras" o los sobornos pagados en el extranjero (al menos 420n millones de euros) y en el que estuvieron involucrados muchos -demasiados- ejecutivos de la empresa. Por ej.,
a) en los Juegos Olímpicos de Atenas, Grecia, el 2004;
b) dos ejecutivos de la Siemens habrían pagado seis millones de euros a ejecutivos de la empresa italiana de energía Enel etc., etc., etc.
2) La Siemens habría pagado, durante años, al dirigente sindical Wilhelm Schelsky, sin mediar contraprestación de este último. En otras palabras, se compró al sindicato, una práctica cada vez más extendida en el país (me refiero, sobre todo al caso de la Volkswagen).
Ver ¿Es Alemania una república bananera ? Otra vez la Siemens
3) La Siemens vende a la BenQ su empresa de telefonía celular o móvil.
Después de un año y de haber perdido ocho cientos millones de euros, los taiwaneses deciden la quiebra de la empresa BenQSiemens, con la consiguiente pérdida de 3 mil puestos de trabajo en Alemania.
Simultáneamente, los ejecutivos habían acordado subir sus sueldos significativamente. Lo que cayó como una bomba en la opinión pública alemana. Los altos empleados se quedaron finalmente y debido a la presión social, sin el dinero adicional que se habían prometido a sí mismos;
4) Las autoridades de la Unión Europea imponen a la Siemens la multa más alta jamás impuesta -419 millones de euros- debido a acuerdos ilegales del tipo competencia desleal.
A todo esto, la Siemens recibía diariamente visita de la policía y alguno de sus ejecutivos debió cambiar su elegante y moderna oficina, por un centro de detención en el sur de Alemania. Los detalles están en mi blog, los enlaces, más arriba.
La presión contra Heinrich von Pierer, en cuyo período de cometió la mayoría de los hechos delictivos, lo llevó a renunciar.
Inmediatamente, el mismo día viernes 20, las acciones de la Siemens, subieron más de 4 puntos (creo que fueron 4,15):
Pierer asegura que él no tuvo relación alguna con los pagos de las cajas negras. Advierte que no quiso renunciar antes porque se habría visto como una confirmación de su participación en los manejos poco éticos de la empresa que él conducía.
Sin embargo, quienes lo conocen, dicen que el viernos por la mañana, se veía a von Pierer mejor que nunca, como si se hubiera sacado un gran peso de encima.
La fiscalía de München, aseguró que ellos no tienen ninguna razón para pensar que Pierer estuvo involucrado en alguno de los escándalos.
Nuevamente, quienes lo conocen, piensan que es su fin como persona... Uds. saben como son estos hombres dedicados a los negocios... Sí, porque la Siemens era su vida, su pasión... y ahora ya no tendrá qué hacer... Claro que pertenece al directorio del Deutsche Bank y de alguna otra empresa. Pero, probablemente, esto no sea suficiente. Además, en el Banco, él no es el jefe...
Asimismo, es consejero de la canciller Merkel y presidente del Consejo de innovación del gobierno federal. La cancillería y el Ministro Glos dicen que seguirá en estos cargos, veremos... Me atrevo a decir que no permanecerá mucho más tiempo en ellos.
Pienso que los pagos de sobornos en el extranjero son un delito bastante grande y que se debe perseguir sin misericordia, no sólo en Alemania, sino también en el extranjero.
La Siemens sobornó en 34 países después del año 1999, en que esta práctica se tipificó como delito en Alemania. Antes -y esto me parece gravísimo- no era ilegal e incluso, los sobornos se podían descontar tributariamente.
Alemania, eso sí que hay que reconocer, pese a ser el país del mundo que más exporta (no entraremos a discutir si sólo se trata de pre-productos traídos del Este de Europa, de Asia Central o de la India y que salen del país con una etiqueta made in Germany) es uno de los países industrializados menos corruptos o al menos de los que se perciben como menos corruptos en el exterior, según el Índice de corrupción de los países exportadores de Transparencia Internacional, ver:
bribe payers index (BPI) y además bpi 2006; mi artículo al respecto: Indice de corrupción de países exportadores
Lo que no obsta a que se continúe incansablemente luchando contra la corrupción y que se castigue a los culpables, da lo mismo cuan encumbrados estén dentro de la sociedad.
No olvidemos que toda forma de corrupción, de sobornos, toda falta de transparencia atenta precisamente contra la competencia, pues conduce a que una empresa obtenga ventajas indebidas e injustas sobre otras, por medios ilícitos.
Y los perjudicados, somos siempre los consumidores...
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